Un pequeño favor. Paul Feig. Crítica











Ficha técnica, sinopsis, lo que se dice (Pinchad aquí)


Crítica:



Todavía hay creadores de opinión que siguen atados a sus prejuicios, enzarzados en el análisis de las categorías y los géneros puros en un contexto de mestizaje, cuyos análisis se adecuan a procesos académicos que realizan clasificaciones que se reflejan en listas taxonómicas  de todas aquellas creaciones literarias y cinematográficas y dividen las creaciones cuyos protagonistas son delincuentes y policías en diferentes categorías:  cine negro (film noir, término acuñado por el crítico Nino Frank, que hacen partir de un film de culto, realizado por John Huston: 'El halcón maltés' );  polar francés, de características parecidas al anterior, inmerso en un contexto histórico, económico y social europeo, en cuyas obras se adivina la sombra alargada del fascismo y el nazismo; cine policíaco, con frecuencia de origen británico, que suelen adaptar novelas en las que los protagonistas son delincuentes y policías, situados en el mismo o diferente nivel, o Thriller, protagonizado por un psicópata. Ahora Paul Feig introduce una subgénero, que ya existía, pero no había sido bautizado: thriller suburbano, que tiene mucha implantación en Estados Unidos, un país en el que muchos de sus habitantes, pertenecientes a la pequeña y mediana burguesía, se repliegan a zonas fuera de las ciudades, en las que pueden disponer de casas ajardinadas, más o menos lujosas, y, aparentemente seguras y tranquilas.

Pero el discurso ya sea cinematográfico, periodístico o literario, es cambiante y evoluciona a la par que la sociedad en que está inmerso. Sólo hay que mirar, sin esforzarse demasiado, para darse cuenta de que la sociedad que representa Paul Feig se parece más a la real, la que triunfa en una sociedad en la que los creadores y desarrolladores avanzan, pero la gestión de las actividades libres de cualquier manifestación artística siguen aferradas a sus privilegios, sin abrir las ventanas para que circulen aires de democracia. Frente a estos jóvenes que hoy militan en cualquier manifestación indie, que se han educado en colegios bilingües privados y de pago (no concertados), y realizan másteres y carreras en el exterior, solo tienen presencia en  los medios aquellos que viven en la 'pornomiseria', un sustantivo con el que se ha calificado la última película de Alfonso Cuarón, incluso desde los círculos privilegiados. La causa es muy cínica: son pocos, pero son muchos más, y se les halaga, como denunciaba Cornish en 'Attack de Blok', pagándoles lo suficiente para que adquieran su móvil, su ropa deportiva, sus sudaderas con capucha, y, algunos de ellos (unos pocos) lleguen a la cumbre, generalmente a través de la música.

En la nueva edición de los Oscars hemos visto trasvases importantes (directores de comedia realizando análisis incisivos de su sociedad, Adam McCay Peter Farrelly; realizadores de grandes producciones,como Alfonso Cuaron, integrando las filas de los militantes en el cine de márgenes...). Nadie ignora la importancia que ha adquirido el discurso feminista, junto al de denuncia de la corrupción y la desigualdad que han impuesto los deudócratas). Mientras Yorgos Lanthimos opta en 'La Favorita' por poner en escena la lucha de tres mujeres por el poder, Paul Feig, realizador de comedias femeninas (Susan Wloszczyna), opta por el relato cotidiano y vuelve su mirada hacia el cine que hizo en el siglo XX George Cukor, que fue llamado 'el director de las mujeres'. El atildado y dandy director habla de crímenes con un fondo de humor, enfrentando en 'Un pequeño favor' dos tipos de mujeres: una chica, Stephanie Kendrick, que ha perdido a temprana edad a sus padres, y siendo muy joven a su marido y su hermano, de talante simple, formación escasa, pero de carácter decidido, muy activa, que, pudiendo vivir de la póliza de seguros de su marido, organiza actividades en el colegio de su hijo y tiene un blog dedicado a las madres del mundo,  que enriquecerá, a medida que avanza el misterio de su nueva amiga, con una sección de crímenes, a las que luego una editorial convertirá  en un programa diario, consiguiendo que su agencia de casos llevará más de 30 criminales ante la justicia. Paul Feig concluye afirmando que Stephanie saldrá cambiada, reforzada, del proceso triste y difícil que se inicia cuando conoce a Emily Nelson.

Emily, por el contrario, es una superviviente, una mujer dura y elegante, muy andrógina en las formas, cuando le conviene, y muy sexy cuando quiere, y cuando la situación le produce rendimientos más económicos que emocionales. Una mujer que absorbe la vitalidad de quien se cruza en su camino, y es capaz de cualquier cosa para conseguir sus propósitos. Nadie ignora que, sea hombre o mujer, quien llega a alcanzar altas cotas de poder no es precisamente un alma cándida. Paul Feig les dirige a ambas una mirada de alegre feminismo, también revolucionario, frente a las grandes superproducciones empeñadas en dar visibilidad a mujeres en acción (Jeanine Basinger); el realizador crea iconos femeninos, usando, en lugar de diálogos urbanos. ángulos halagadores de sus cámaras, y una cuidadosa emoción que otorga confianza sexual, arrogancia  un arsenal de asombrosas blasfemias (nomenclatura de Ann Hornaday, The Washington Post). A.O.Scott (New York Times) afirma que las mujeres de Feig superan la prueba de Bechdel, que exige que los personajes femeninos hablen de algo más que de hombres.  


El director de Michigan se va a filmar a Ontario (Canadá), una provincia en la que reside una minoría de habla francesa, lo que podría explicar la introducción del film, bien diferenciada del inicio de la película, en la que, mientras desfilan los títulos de crédito, suena una bonita canción en su lengua oficial. Muchos equipos de producción se desplazan al país vecino, lo que está teniendo efectos positivos en el cine canadiense. Las cámaras se desplazan a Manhattan para seguir las andanzas de sus protagonistas por la ciudad de los negocios de los Estados Unidos. Un film agradable que sale al mercado en versión DVD y Blu-Ray, una nueva oportunidad para quien no pudo asistir a su estreno.




Se han visitado las páginas Imdb, Filmaffinity y Rotten Tomatoes


Podéis ver la película en Netflix.

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