18 regalos. Francesco Amato. Crítica.


¿Los tres tiempos del Edipo?



Ficha técnica, sinopsis, lo que se dice. (Pinchad aquí)


Francesco Amato hace una película provocativa y agresiva frente a la comodidad social de una clase media, simbolizada por el plano a vista de pájaro de la urbanización en la que viven Elisa (Vittoria Puccini) y Alessio (Edoardo Leo), diseñada en forma de un tablero rectangular, dividido en parcelas iguales en cuyo centro de ubican casas exentas gemelas, lo que diferencia esta urbanización de los suburbios norteamericanos, en los que las construcciones delatan el poder económico de sus habitantes, salvo que el realizador quiera dotar a estos núcleos habitacionales de una atmósfera fantasmagórica que anuncie fenómenos surreales, algo no inusual. Elisa y Alessio forman una pareja independiente, que no precisa de un salario para sobrevivir, sino de sus pequeños negocios y profesiones liberales,y que espera la llegada de un hijo. Pero algo se va a torcer de manera traumática: la mujer va a descubrir el mismo día que lo que le viene es una hija y no un hijo, y que tiene un cáncer inoperable que le va a impedir cuidar de su bebé. Decide comprar 18 regalos, 18 fetiches de sí misma, hasta que la hija llegue a la mayoría de edad, lo que va a complicar bastante el crecimiento de la niña, sin caer en lo que Jacques Lacan llama perversiones, ( unos procesos diferentes a la psicosis, de los que casi nadie está exento), y que según James Joyce equivale a la actitud del hombre que espera en un estado de agitación extraordinaria hasta saber si es padre o madre, según que el hijo por nacer sea niño o niña.*

Francesco Amato ha decidido contar la historia real de Elisa de forma muy inquietante, situando en el centro del relato a la hija, una joven autodestructiva, Anna (Benedetta Porcaroli), y mostrando el impacto que produce en ella, primero el ser mujer, y después  el hecho de no haber experimentado el contacto físico con la madre en los primeros momentos de su infancia.  Pero ¿qué sucede si, como ocurre con Elisa o Anna falla el esquema desde el principio  y se alteran las funciones del padre y la madre, confundidas en una sola persona, el padre? Francesco Amato busca para representar a la hija una actriz de aspecto andrógino, rebelde, provocativo, siempre al borde del precipicio, y al fin, 'rechazante'  del regalo envenenado que le ha dejado como legado la  madre. ¿Cómo va a superar esta falta, esta ausencia? y mejor todavía ¿Cómo va a enfrentarse a este tema Francesco Amato? Opta por un viaje en el tiempo, un retroceso al pasado, cuando la niña estaba en el vientre de su madre, con la que va a vivir esa fase edípica en la que ella representa el objeto del deseo de la madre. Tras vivir esta experiencia puede 'regresar al futuro' y  tener una relación afectiva con su padre. El último regalo de cumpleaños de la madre será un vestido azul (no rosa, como la pintura de la habitación) que ayuda al rito de la puesta de largo de la adolescente. A la fiesta de su cumpleaños, el aniversario de la muerte de la madre,  vestida ya de mujer, acuden jóvenes de su edad, si bien ella lleva zapatillas deportivas y se recoge el traje para no tropezar. ¿? Ahí lo deja el director, que logra plantear el tema de forma agradable, casi como un feel good movie

Muy interesante y agradable. La podéis ver en Netflix









*La clínica entre perversión y psicosis. Françoise Gorog

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