Desvelando la verdad. Rob Reiner. Ficha técnica y crítica



Rob Reiner



NO HAY UNA LUCHA MÁS IMPORTANTE PARA LA DEMOCRACIA ESTADOUNIDENSE QUE ASEGURARSE UNOS MEDIOS DIVERSOS, INDEPENDIENTES Y LIBRES (Bill Moyers)


Ficha técnica:


Título original: Shock and Awe
País: Estados Unidos
Año: 2017
Duración: 90 minutos

Dirección Rob Reiner
Guión: Joey Hartstone
Casting:JaneJenkins, CSA, Jeremy Gordon, CSA
Dirección de Fotografía: Barry Markowitz
Música: Jeff  Beal
Edición: Bob Joyce
Dirección artística: Jaymes Hinkle
Decorador del set: Les Boothie
Diseño y supervisión de sonido: Lon Bender

Diseño de Vestuario: Dan Moore
Jefe de Departamento de maquillaje: Ve Neill
Jefe de Departamento de peluquería: Daina Daigle

Productores: Rob Reiner, p.g.a., Matthew George, p-g-a-, Michele Reiner, p-g-a- Elizabeth A. Bell
Productores ejecutivos: Martin Shafer, Ron Lynch, Tracy Harsman, Kevin J.Wadzinsky, Wayne Marc Godfrey, Robert Jones, Alastair Burlingham, Tony Parker, Christopher H.Warner, Alan Greisman, Johnson Chan, Nicolas Chartier, Jonathan Deckter
Diseño de producción:Christopher R. Demuri
Compañías productoras: Acacia Filmed Entertainment, Castle Rock Entertainment, Savvy Media Holdings, asociados con Voltage Pictures, The Fyzz Facility y Tunica-Biloxi Tribe of Louisiana.


Intérpretes:


Woody Harrelson: Jonathan Landy,
James Marsdem Warren Strobel,
Tommy Lee Jones: Joe Caloway,
Jessica Biel: LisaMayr
Milla Jovovich: Vlatka Landay,
Rob Reiner: John Walcott,
Richard Schiff: el confidente,
Luke Tennie: Adam Green,
...


Sinopsis:


La historia real de cómo, después de los ataques del 11 de Septiembre, la Administración de George Bush desvió la opinión pública del culpable Osama Bin Laden hacia Sadam Hussein, con el objetivo de tener una excusa para invadir Irak, si bien un grupo de periodistas no creen en la existencia  del delito que se atribuye al mandatario: la posesión de armas de destrucción masiva.


Crítica:

Rob Reiner, el director de 'Cuenta conmigo' (1986),'La princesa prometida' (1987) o Misery (1990), es un director carismático que navega entre el mainstream y el cine de autor. Un cineasta , nada histriónico, que se caracteriza por un lenguaje fluido con el que sabe contextualizar sus historias, en las que introduce aspectos documentalistas, recurriendo constantemente al testimonio documental de periódicos de la época y noticieros de las televisiones que abordan el montaje de una gran mentira, -la existencia de armas de destrucción masiva en manos del tirano, antiguo socio de los Estados Unidos Sadam Hussein-, que intenta responder en una vista del Comité del Senado de Servicios Veteranos, en 2006 a un interrogatorio en el seno de esta institución, pero realiza a su vez una preguntaprevia: ¿Cómo demonios ocurrió ésto?

El film tiene como protagonistas a un grupo de periodistas de un consorcio que reúne a más de 30 periódicos, el Knight Rider (Columbus, Georgia), dirigido por  John Walcott, (Rob Reiner), que tiene como objetivo escribir para la gente que envía a 'los hijos de los demás' a la guerra, sino para  los que envían a los suyos propios, fiel al principio deontológico del periodismo que entiende que no hay una lucha más importante para la democracia estadounidense que asegurarse unos medios diversos, independientes y libres, de acuerdo con la definición de Bill Moyers. La defensa de estos principios tiene una consecuencia: el resto de los medios no se hacen eco de ninguna noticia que sale ensus periódicos, contrastada con honestidad, lo que, de acuerdo con el personaje que interpreta Tomy Lee Jones que, en realidad, están tras algo muy gordo, que evidencia que América es un negocio.

Hoy, cuando el peculiar presidente de Estados Unidos, está intentando levantar una nueva arquitectura del horror, cimentada en la mentira: el hecho indemostrable de que el terrible coronavirus que ha infectado al mundo entero, que depende del gigante asiático para cosas en apariencia tan simples como un tapabocas, como lo llaman en China, o mascarillas como las denominan por estos lugares, con propósitos espurios e inconfesables, el film que dirige Rob Reiner, en el que desempeña un papel protagonista, nos cuenta de la forma más eficiente por sencilla, como se tejió la farsa de linvasión de Irak, que siguió a los atentados contras las Torres Gemelas, Wirld, Trade Center, el Pentagono y algún punto estratégico más.

Cuando todo parece que ha llegado al límite de lo admisible por la sociedad, se demuestra que puede empeorar, y si los líderes que giraban en torno a Bush eran pequeños, los que se mueven en torno a Donald Trump, que se gana a la gente con chupitos de lejía  o bocatas populares y fast food, son más pequeños todavía y lanza  acusaciones similares, ahora al gigante asiático que es más de cuatro veces mas grande y poderoso económicamente que el viejo imperio americano que ha iniciado su caída, parece que irreversible, acusando a China de haber fabricado el temible coronavirus que ha conseguido en dos meses lo que han sido incapaces de provocar revueltas, rebeliones, provocándose de nuevo un gran conflicto con esa prensa independiente y libre de que habla Reiner, y a cuyo servicio se ponen el guionista y los actores, con la complicidad de fotógrafos y músicosque tienen que crear una atmósfera acorde al background del film, algo en lo que el cine americano es bastante diestro.

Como estamos viendo que ocurre en nuestro país, los periodistas recurren constantemente a expertos para obtener información complementaria al tema que se investiga, mientras una ola de patriotismo recorre América, presionando a la población y ocultando su verdadera naturaleza: un nacionalismo feroz que extiende sus tentáculos en todos los niveles de la educación. Entonces el eje del mal eran Iran, Irak y Corea del Norte, ahora está en China y sus adláteres. El argumento de quienes quieren hacer correr hacer retroceder la historia de su país es su forma de vida y  libertad de todos han sido atacadas, mientras se toman graves decisiones por hombres, como Donald Rumsfeld, obligaron a actuar, siguiendo sus directrices, a los servicios de inteligencia. Una vez se ha decidido ir a la guerra se lanzan a ella de forma burda, a pesar de haber fracasado en la búsqueda, en todas las cuevas y camellos, las malditas armas y no haber encontrado nada,mientras reciben el apoyo de un medio que es propaganda pura: The New York Times. La conclusión viene expresada por los auténticos corresponsales, que comparten con su público su verdad:"El mundo se dio cuenta de que todo lo que habían escrito Jonathan Landay, Warren Strobel, Joe Galloway y John Walcott en los 18 meses anteriores a la invasión de Iraq era cierto. El 'New York Times' se disculpó finalmente con sus lectores, pero había costado un millón de victimas jóvenes, muertos o mutilados, que siguen luchando, ahora contra el Isis.


Comentarios

Entradas populares