Un miedo increíble a todo lo que existe. Crispian Mills y Chris Hopewell. Ficha técnica y crítica.





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Ficha técnica:


Título original:  A Fantastic Fear of Everything.
País: Inglaterra
Año: 2012.
Duración: 109 minutos.

Dirección: Crispian Mills y Chris Hopewell.
Co-dirección: Chris Hopewell.
Casting: Karen Lindsay Stewart.
Director de Fotografía: Simon Chaudoir.
Música: Michael Price.
Edición: Dan Roberts.

Diseño de Vestuario: Louise Foley.
Diseño de maquillaje y peluquería: Nadia Stacey.

Productor: Geraldine Patten.
Productores ejecutivos: Johnny Fewings. Simon Pegg, Nick Smith, Steve Norris, Jasbinder Sing Mann, Pat Savage, Mick Southworth.
Productores asociados: Maddy Elles-Hill, Katie Reynolds.
Diseño de producción: Chris Hopewell.
Compañías. Universal asociada con  Indomina Productions , Pinewood Films y The Works International, Keel Films Production.


Intérpretes:


Simon Pegg: Jack,
Amara Karan: Clair de Grunwald ,
Clare Higgins: Clair de Grunwald,
Alan Drake: Perkins,
Paul Freeman: De Friedkin,
Jacqui Chan
Tamzin Griffin: Calígula,
Golda John: Mujer africana,
Simon Kunz: Sargento de Policía Smithe.
Bernard Cribbins: La voz.


Sinopsis:



Jack, (Simon Pegg) es un autor de literatura infantil  que desea abandonar su actividad dirigida a niños o pre-adolescente. Con esta intención  inicia una investigación que le ilustre sobre asesinos en serie. Pero este cambio tiene una desventaja para él: ahora está convencido de que  todo el mundo quiere matarlo. El film tiene un gran aliado en Pegg, lo que le falta es un final o una razón clara de lo que quiere ser, según Olly Richards de Empire.


Lo que se dice:



Presentada en Sitges, en la sección oficial de largometrajes a concurso, este film, obra del principiante Chrispian Mills recibió como respuesta la frialdad de la crítica tras su estreno.   A Fantastic Fear of Everything, la comedia no demasiado lograda que lleva sobre sus hombros casi en solitario el británico Simon Pegg. Debut de Chrispian Mills, la historia de un escritor hipocondriaco y obsesivo con una extraordinaria fobia a las lavanderías sólo logra elevar la comisura de los labios al reconocer la fantástica entrega y esfuerzo demostrados por el protagonista de Zombies Party mientras sus huesos dislocados, pegados y quemados se hacen cargo de un 80% del filme.  (Toni Vall. Cinemanía). 

Si bien Pegg es el actor adecuado para protagonizar una película de estas características, según Olly Richards, un hombre capaz de provocar una respuesta jocosa de su público gracias a su rico registro expresivo, una energía maníaca de la que hace gala en los primeros 30 minutos...(A Fantastic Fear of Everithing, Paranoid Activity).

Crítica:


Chrispian Mills Chris Hopewell realizan una incursión corrosiva a la mente de un escritor que, decidido a convertirse en un hombre adulto, quiere abandonar el género que ha cultivado toda su vida: la literatura infantil para niños hasta la etapa pre-adolescente. Metido en su piso, revuelto,  sucio y desordenado, comienza a darle vueltas a las historias de asesinos en serie, cuyas fotografías coloca en grandes paneles, junto a otras notas e informaciones que le ayuden a contextualizarlas, pero, poco acostumbrado a introducirse en estos mundos sucios, ruines y mezquinos, comienza a sentirse acorralado y perseguido  en su propia casa, siempre armado con un enorme cuchillo para defenderse de posibles agresores, que imagina ocultos en cualquier recoveco de su pequeño piso. Los realizadores optan por el monólogo interior para la puesta en escena de esta primera parte del film, confiando en la capacidad expresiva y artística de Simon Pegg, filmado en planos muy cercanos moviéndose nervioso por el reducido espacio de su apartamento.

La salida al exterior del personaje supone el inicio de su nuevo viaje en busca de los traumas, la explicación psicologica y freudiana de la existencia de asesinos en serie. Jack la encuentra en una lavandería, un lugar aparentemente inofensivo, en el que fue abandonado por su madre cuando era un niño y que siempre ha evitado, incluso a costa de llevar la ropa sucia. Allí encontrará a su sociópata y la razón de su trastorno mental que tiene mucho que ver con su inquietud, con la Laundry primero y la Launderette  o lavandería después, y las mujeres, procedentes de diferentes latitudes y pertenecientes a otros tantos pueblo y razas que acuden a este establecimiento y que son las causantes de la desgracia de ambos. Víctima y asesino son de un buenismo excepcional, un escritor y un policía de barrio, a los que, de acuerdo con la filosofía roussoniana, la sociedad perturbó, aunque no de forma irremediable. Y si hay película, que tiene su desenlace: nadie debe apartarse del camino que ha elegido para optar por otro, sólo porque le conviene, y menos presionado por una sociedad egoísta que convierte el 'éxito' en su totem. Las últimas imágenes así lo confirman.

Podéis ver este curioso film en Youtube, traducido al español.

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