Dark. Temporada 2. Baran bo Odar, Jantje Frieser. Crítica.
ANTE PREGUNTAS TALES COMO ¿SI EL MUNDO EMPEZARA MAÑANA CÓMO QUERRÍAS QUE FUERA? LA REPUESTA NO PUEDE SER OTRA QUE LA DE 'VIVE EL MOMENTO!. EN FRACCIÓN DE SEGUNDOS TODO PUEDE CAMBIAR CUANDO JUGAMOS CON EL TIEMPO.
Ficha técnica:
Título original: Dark
País: Alemania
Año: 2017
Duración: 60 minutos
Creadores: Baran bo Odar, Jantje Frieser.
Guión: Jantje Friese, Baran bo Odar, Martin Behnke, Ronny Schalk, Marc O. Seng Casting: Simone Bär; casting asociado: Alexandra Montag
Director de Fotografía: Nikolaus Summerer
Score musical: Ben Frost
Editor: Anja Siemens
Dirección artística: Stephan Claus Hauck
Decoradores del set: Heike Wolf-Aury, Katharina Wirkenfeld
Diseño de vestuario: Anette Guther
Maquillaje: Monika Münnich
Maquillaje y peluquería: Astrid Stebich
Productores ejecutivos: Jantje Friese, Baran Bo Odar, Quirin Berg, Max Wiedemann, Justina Muesch, Kelly Luegenbiehl, Amanda Krentmanz, Erik Barmarg
Productor en línea: Arno Neubauer
Diseño de producción: Udo Kramer
Compañías productoras: Wiedemann & Berg Television
Intérpretes:
Lydia Maria Makrides: Regina Tiedemann,
Deborah Kaufman: Regia Tiedemann,
Peter Benedict: Aleksander Tiedemann,
Oliver Masucci: Ulrich Nielsen,
Jördis Triebel: Katharina Nielsen,
Karoline Eichhorn: Charlotte Doppler,
Louis Hofmann: Jonas Khanwald,
Maja Schöne: Hannah Khanwald,
Moritz Jahn: Magnus Nielsen,
Lisa Vicari: Martha Nielsen,
Walter Kreye: Tronte Nielsen,,
Tatja Seibt: Jana Nielsen,
Paul Lux: Bartosz Tiedemann,
Stephan Kampwirth: Peter Doppler,
Ella Lee: Hannah Khanwald 1986,
Herman Beyer, Helge Doppler,
...
Sinopsis:
Dark es una serie de TV que arrancó en 2017 y continúa en la actualidad. Cuenta una historia extraña que narra la situación que se generó entre cuatro familias desesperadas tras la desaparición de un joven, que tratan de entender lo ocurrido a medida que van desvelando un retorcido misterio que abarca tres décadas. Sus creadores han decidido trasladarnos el conflicto que se sustenta en un subtexto que desarrolla las teorías de Friedrich Nietzsche del eterno retorno, recurriendo al subgénero del drama de la saga familiar con constantes giros sobrenaturales. La película se sitúa en un pueblo alemán, en el que se construyó la primera central nuclear, en el que dos misteriosas desapariciones dejan al descubierto las dobles vidas y las relaciones resquebrajadas entre estas cuatro familias, que giran en torno a dos personajes: Jonas y su madre Hannah.
EU NON CREO NAS MEIGAS, MAIS HABERLAS, HAYLAS, UNA CREENCIA POPULAR QUE SE ENFRENTA AL ÚNICO DIOS,EL TIEMPO, QUE
SI MIRAS FIJAMENTE AL ABISMO, EL ABISMO TE DEVUELVE LA MIRADA (Friedrich Nietzsche).
Episodio 1. Principios y finales. Seis meses después de las desapariciones, una unidad especial se suma a la investigación. En el año 2052 , Jonas averigua que una catástrofe arrasó con casi todo Winden.
Episodio 2. Materia oscura. Clausen y Charlotte entrevistan a Regina. El desconocido se lleva a Hannah a 1987, donde Claudia vive un inquietante encuentro y Egon visita a un viejo enemigo.
Episodio 3. Fantasmas. En 1,954, el desaparecido Helge regresa, pero sólo hablará con Noah, En 1,987, Claudia le lleva la máquina del tiempo a Tannhaus y Egon interroga de nuevo a Ulrich.
Episodio 4. Los viajeros. Jonas conoce a alguien inquietante, los chicos buscan respuestas en las cuevas y los adultos se reúnen en el búnker para hablar de lo que saben de los viajeros.
Episodio 5. Perder y encontrar.En 1987 Ulrich aprovecha una oportunidad. Los chicos regresan con la máquina del tiempo. Jonas descubre algo que podría cambiar el fururo.
Episodio 6 -Un ciclo infinito. Jonas viaja a 2019 con un plan para impedir que se produzca el apocalipsis.Durante la fiesta de aniversario de los Nielsen, Ulrich se escabulle con Hannah.
Episodio 7. El diablo blanco. Martha se encuentra con el desconocido y descubre su verdadera identidad. Claudia intenta evitar la muerte de Egon en 1987. Hannah viaja a 1957 para ver a Ulrich.
Episodio 8. Finales y principios. El día del Apocalipsis, Clausen se presenta con una orden de registro en la central mientras Jonas y Claudia usan la máquina del tiempo para conectar pasado y futuro.
La segunda temporada de una de las series más complejas y resueltas de la forma más satisfactoria, se puede contemplar como la transición entre el pasado y el futuro, pasando por el presente, una organización necesaria para completar la célebre triqueta que se defiende, como forma de ordenación de todo lo que existe, en la primera temporada, en la que descansan desde la Santísima Trinidad bíblica a la triple dimensión de la divinidad femenina indoeuropea y otras divisiones de la totalidad de lo creado, con independencia de a quien se atribuya la paternidad de su concepción. Egon resume el contenido del relato: una cueva tragapersonas, una central nuclear cuyo director esconde algo, una inspectora que no hace remilgos a nada y un pueblo, Winden, lleno de personas que se mienten, se traicionan y se engañan. Sus personajes, viajeros del tiempo, guiados por un santos cristiano, San Cristobal, se enfrentan desde el bando de la luz y el de la oscuridad, cuyos límites no están tan claros, y tardan en percatarse de como fue creado el mundo (sic mundus creatus este), un constructo creado por el hombre que pretende crear un mundo sin dioses, en un presente que rechaza la idea de la divinidad, la partícula de Dios, que confiere su masa a todas las cosas. No es la primera vez que el cine se mete en estos enredos científicos que garantizan el suspense y como consecuencia el entretenimiento de un público curioso; ya lo hizo Ron Howard en 'Angeles y demonios', (2009), con el mismo subtexto pero diferente acogida de la prensa. El norteamericano describe esta partícula como la antimateria sustraída de un acelerador, cuyo uso espurio puede llegar a provocar la desaparición de la Ciudad Eterna, Roma.
Cuando en septiembre de 2011 escribimos sobre el film de Howard, decíamos: '(...) El film tiene una virtud, ubicar perfectamente el estado de la cuestión del enfrentamiento secular Iglesia/Ciencia en la sociedad contemporánea. Dos debates enturbian las relaciones entre los investigadores empíricos y los filósofos-teólogos: la investigación con células madres, que produce enfrentamientos en la misma plaza de Bernini entre partidarios y detractores y la reanudación de las investigaciones del acelerador de partículas, por un lado, y los estudios de semiótica que dan instrumentos al hombre para realizar sus propias interpretaciones, sin dirigismos dogmáticos. El tiempo transcurrido entre la saga de Indiana Jones y la del Codigo Da Vinci refleja el progreso de la ciencia y la semiología; mientras el héroe de Steven Spielberg era un arqueólogo, que empujó a muchos jóvenes de la época a licenciarse en arqueología, el héroe de hoy es un semiólogo, materia que está arraigando profundamente en las universidades europeas y que provoca el entusiasmo de muchos estudiantes. Martin Jay considera el feminismo y la semiótica los motores del desarrollo de las conciencias de la sociedad actual." Ahora ya estamos más acostumbrados a estas interpretaciones que se sitúan entre lo ficticio y lo 'real', y no nos causa estupor el que alguien proponga convertir el tiempo en su deidad.
El viaje a diferentes dimensiones temporales se produce a través de una cueva muy inquietante situada en un bosque frondoso al que la música de Ben Frost convierte en un lugar diabólico, un pasadizo que funciona como un agujero de gusano, un puente de Einstein-Rosen, que conduce a magnitudes temporales alternativas, contradiciendo la doctrina clásica que contempla una sola dimensión temporal, concebida como única, instalada en un tiempo lineal que avanza inexorablemente hacia el futuro. El film se apoya en la hipotética característica topológica de un espacio-tiempo, descrita en las ecuaciones de la relatividad general, que esencialmente consiste en un atajo a través del espacio y el tiempo. Estos viajes someten a presiones constantes a sus viajeros, lo que el escritor francés de ciencia-ficción René Barjavel llamó 'la paradoja del abuelo' en su novela 'El viajero imprudente' (1943), un concepto que ya había utilizado Mark Twain en 'El forastero misterioso' (1916). Estos escritores parten de un supuesto imaginario: una persona realiza un viaje a través del tiempo y mata al padre biológico de su padre/madre biológico (abuelo del viajero), antes de que este conozca a la abuela del viajero y puedan concebir. Entonces, el padre/madre del viajero (y por extensión, ese viajero) nunca habrá sido concebido, de tal manera que no habrá podido viajar en el tiempo; al no viajar al pasado, su abuelo entonces no es asesinado, por lo que el hipotético viajero sí es concebido; entonces sí puede viajar al pasado y asesinar a su abuelo, pero no sería concebido, y así indefinidamente..." (.F.Lobo & P.Crawford. Time, closed Timelike Curves and Casuality. Centro de Astronomía e Astrofísica da Universidade de Lisboa).
Una serie bien pergeñada, mejor ejecutada, bien interpretada, con guiños constantes a iconos de la literatura y del cine de terror y ciencia-ficción, como los constantes déjà-vu y su referencia a Matrix, el impermeable amarillo del hermano de Bill, asesinado por It , la famosa historia escrita por Stephen King,o el enfrentamiento entre ciencia-religión que ha protagonizado todo tipo de relatos, tanto literarios como audiovisuales. Una historia de buenos y malos, de villanos y víctimas, de infidelidades que implican al espectador y le inducen a tomar partido, lo que añade interés a un relato audio-visual en cuya narración la música se convierte en un gran protagonista. Hay tercera época, todas ellas disponibles en Netflix, una plataforma a la que ya se le han multiplicado los haters, un sector del público al que no le gustan ni el cine de género, ni las metáforas, ni el uso desplazado del lenguaje que implica emocionalmente de manera profunda al fan de este tipo de narraciones que circulan por el borde de lo que sus detractores consideran sensato y que, en más de un caso no quiere que le cuenten su propia vida.
Episodio 2. Materia oscura. Clausen y Charlotte entrevistan a Regina. El desconocido se lleva a Hannah a 1987, donde Claudia vive un inquietante encuentro y Egon visita a un viejo enemigo.
Episodio 3. Fantasmas. En 1,954, el desaparecido Helge regresa, pero sólo hablará con Noah, En 1,987, Claudia le lleva la máquina del tiempo a Tannhaus y Egon interroga de nuevo a Ulrich.
Episodio 4. Los viajeros. Jonas conoce a alguien inquietante, los chicos buscan respuestas en las cuevas y los adultos se reúnen en el búnker para hablar de lo que saben de los viajeros.
Episodio 5. Perder y encontrar.En 1987 Ulrich aprovecha una oportunidad. Los chicos regresan con la máquina del tiempo. Jonas descubre algo que podría cambiar el fururo.
Episodio 6 -Un ciclo infinito. Jonas viaja a 2019 con un plan para impedir que se produzca el apocalipsis.Durante la fiesta de aniversario de los Nielsen, Ulrich se escabulle con Hannah.
Episodio 7. El diablo blanco. Martha se encuentra con el desconocido y descubre su verdadera identidad. Claudia intenta evitar la muerte de Egon en 1987. Hannah viaja a 1957 para ver a Ulrich.
Episodio 8. Finales y principios. El día del Apocalipsis, Clausen se presenta con una orden de registro en la central mientras Jonas y Claudia usan la máquina del tiempo para conectar pasado y futuro.
Crítica.
La segunda temporada de una de las series más complejas y resueltas de la forma más satisfactoria, se puede contemplar como la transición entre el pasado y el futuro, pasando por el presente, una organización necesaria para completar la célebre triqueta que se defiende, como forma de ordenación de todo lo que existe, en la primera temporada, en la que descansan desde la Santísima Trinidad bíblica a la triple dimensión de la divinidad femenina indoeuropea y otras divisiones de la totalidad de lo creado, con independencia de a quien se atribuya la paternidad de su concepción. Egon resume el contenido del relato: una cueva tragapersonas, una central nuclear cuyo director esconde algo, una inspectora que no hace remilgos a nada y un pueblo, Winden, lleno de personas que se mienten, se traicionan y se engañan. Sus personajes, viajeros del tiempo, guiados por un santos cristiano, San Cristobal, se enfrentan desde el bando de la luz y el de la oscuridad, cuyos límites no están tan claros, y tardan en percatarse de como fue creado el mundo (sic mundus creatus este), un constructo creado por el hombre que pretende crear un mundo sin dioses, en un presente que rechaza la idea de la divinidad, la partícula de Dios, que confiere su masa a todas las cosas. No es la primera vez que el cine se mete en estos enredos científicos que garantizan el suspense y como consecuencia el entretenimiento de un público curioso; ya lo hizo Ron Howard en 'Angeles y demonios', (2009), con el mismo subtexto pero diferente acogida de la prensa. El norteamericano describe esta partícula como la antimateria sustraída de un acelerador, cuyo uso espurio puede llegar a provocar la desaparición de la Ciudad Eterna, Roma.
Cuando en septiembre de 2011 escribimos sobre el film de Howard, decíamos: '(...) El film tiene una virtud, ubicar perfectamente el estado de la cuestión del enfrentamiento secular Iglesia/Ciencia en la sociedad contemporánea. Dos debates enturbian las relaciones entre los investigadores empíricos y los filósofos-teólogos: la investigación con células madres, que produce enfrentamientos en la misma plaza de Bernini entre partidarios y detractores y la reanudación de las investigaciones del acelerador de partículas, por un lado, y los estudios de semiótica que dan instrumentos al hombre para realizar sus propias interpretaciones, sin dirigismos dogmáticos. El tiempo transcurrido entre la saga de Indiana Jones y la del Codigo Da Vinci refleja el progreso de la ciencia y la semiología; mientras el héroe de Steven Spielberg era un arqueólogo, que empujó a muchos jóvenes de la época a licenciarse en arqueología, el héroe de hoy es un semiólogo, materia que está arraigando profundamente en las universidades europeas y que provoca el entusiasmo de muchos estudiantes. Martin Jay considera el feminismo y la semiótica los motores del desarrollo de las conciencias de la sociedad actual." Ahora ya estamos más acostumbrados a estas interpretaciones que se sitúan entre lo ficticio y lo 'real', y no nos causa estupor el que alguien proponga convertir el tiempo en su deidad.
El viaje a diferentes dimensiones temporales se produce a través de una cueva muy inquietante situada en un bosque frondoso al que la música de Ben Frost convierte en un lugar diabólico, un pasadizo que funciona como un agujero de gusano, un puente de Einstein-Rosen, que conduce a magnitudes temporales alternativas, contradiciendo la doctrina clásica que contempla una sola dimensión temporal, concebida como única, instalada en un tiempo lineal que avanza inexorablemente hacia el futuro. El film se apoya en la hipotética característica topológica de un espacio-tiempo, descrita en las ecuaciones de la relatividad general, que esencialmente consiste en un atajo a través del espacio y el tiempo. Estos viajes someten a presiones constantes a sus viajeros, lo que el escritor francés de ciencia-ficción René Barjavel llamó 'la paradoja del abuelo' en su novela 'El viajero imprudente' (1943), un concepto que ya había utilizado Mark Twain en 'El forastero misterioso' (1916). Estos escritores parten de un supuesto imaginario: una persona realiza un viaje a través del tiempo y mata al padre biológico de su padre/madre biológico (abuelo del viajero), antes de que este conozca a la abuela del viajero y puedan concebir. Entonces, el padre/madre del viajero (y por extensión, ese viajero) nunca habrá sido concebido, de tal manera que no habrá podido viajar en el tiempo; al no viajar al pasado, su abuelo entonces no es asesinado, por lo que el hipotético viajero sí es concebido; entonces sí puede viajar al pasado y asesinar a su abuelo, pero no sería concebido, y así indefinidamente..." (.F.Lobo & P.Crawford. Time, closed Timelike Curves and Casuality. Centro de Astronomía e Astrofísica da Universidade de Lisboa).
Una serie bien pergeñada, mejor ejecutada, bien interpretada, con guiños constantes a iconos de la literatura y del cine de terror y ciencia-ficción, como los constantes déjà-vu y su referencia a Matrix, el impermeable amarillo del hermano de Bill, asesinado por It , la famosa historia escrita por Stephen King,o el enfrentamiento entre ciencia-religión que ha protagonizado todo tipo de relatos, tanto literarios como audiovisuales. Una historia de buenos y malos, de villanos y víctimas, de infidelidades que implican al espectador y le inducen a tomar partido, lo que añade interés a un relato audio-visual en cuya narración la música se convierte en un gran protagonista. Hay tercera época, todas ellas disponibles en Netflix, una plataforma a la que ya se le han multiplicado los haters, un sector del público al que no le gustan ni el cine de género, ni las metáforas, ni el uso desplazado del lenguaje que implica emocionalmente de manera profunda al fan de este tipo de narraciones que circulan por el borde de lo que sus detractores consideran sensato y que, en más de un caso no quiere que le cuenten su propia vida.
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