Euphoria (Serie TV). Sam Levinson. Crítica.




TU FRACASO COMO HIJO, ES MI FRACASO COMO PADRE (Marco Aurelio a Cómodo. Gladiator. Ridley Scott)

FICHA TÉCNICA, SINOPSIS, PREMIOS, LO QUE SE DICE (PINCHAD AQUÍ)



Esta controvertida reflexión que hace Richard Harris en su papel de Marco Aurelio, que ha hecho correr ríos de tinta, porque nadie se quiere hacer responsable, explica la situación por la que estamos pasando, que deja atónitos a todos, incluso a los científicos que piden a los influencers (hay que ver algunas páginas en Instagram y sentir el sudor frío que te corre por la espalda) para que los ayuden a controlar a un rebaño que quiere funcionar como tal incluso frente a un coronavirus tan ingobernable como ellos. Paseando por una vía importante de mi ciudad, vi grupos de jóvenes apiñados en bancos, fumando y bebiendo colectivamente, mientras se besaban y abrazaban y frente a ellos, una especie de espejo les devolvía las imágenes de adultos que podían ser sus padres, con diferentes modales, pero la misma tasa de riesgo. ¿Qué se está haciendo tan mal para que imágenes de jóvenes destrozados por las drogas, el sexo y el alcohol satisfagan a amplios sectores de público, críticos incluidos, que ponen en cuestión los criterios médicos sobre salud física y mental, sobrepeso a edad temprana y otros factores, que les han dado la coartada para empoderarse y desplazar del primer plano a quienes los cuestionan? Son muchos los países que viendo en primer plano a sus sufridos ciudadanos portando las molestas mascarillas, evitando bares, cines y piscinas, no entendían cómo podían infectarse de la forma que lo hacen, hasta que han descubierto ese universo íntimo y oscuro que se burla de todas las leyes y recomendaciones de equipos científicos y regidores políticos. Un personaje del film, Kat, una joven que ha engordado por no renunciar a ningún placer, incluido el de la comida cargada de fritos, grasas y azúcares, que siendo todavía adolescente comienza a escribir relatos eróticos muy propios de la maldecida sociedad patriarcal, que la hacen famosa, una actividad que la había hecho popular en Internet, si bien en el mundo real nadie sabía que era famosa, y en la red nadie sabía que su vida era superdeprimente. La forma en que impone la omertà a su alrededor, tras la pérdida de su virginidad pone en evidencia que no había que tomarse a broma su empoderamiento que acababa por crear esclavos de sus caprichos.

Frente a estos jóvenes arrogantes y violentos, que no respetan ni las normas que ellos mismos se imponen (la mejor valorada es la que siempre va por el filo de la navaja, consciente de que está convirtiendo la vida de su familia en un auténtico infierno), se pintan como barbys, perrean, miden el tamaño del sexo masculino, mientras destacan de la forma más provocativa sus propios atributos sexuales. La imagen especular de sus padres les pronostican su futuro; borrachas las amas de casa insatisfechas, proxenetas y perversores sexuales los 'honrados padres de familia', cunado no desgraciados que enferman de cáncer y no pueden sostener a los suyos. ¿Qué diferencia hay? ¿La edad? ¿con el tiempo uno deja de disfrutar de su derecho de ciudadano y sólo le quedan sus obligaciones como contribuyente? En caso contrario, el film desvela la hipocresía de una sociedad que tiene una doble moral y se empodera a costa de los más débiles por cualquier razón, a la vez que ilustra por qué Instagram y  Tik Tok son las reinas del universo dominado por las nuevas tecnologías, así como las páginas de contactos y los intercambios de archivos, en una sociedad en la que cada día crecen los que reniegan de la hiperconexión digital. Una experiencia agotadora y desesperante (Ben Travers, Indiewire), que para algunos refleja con precisión lo que significa ser adolescente en 2019 (Haleigh Foutch: Collider), aunque dudo bastante que la tragedia que representa Zendra pueda competir con  la frescura, el glamour y los estrambóticos maquillajes de las chicas, muy imitados por las adolescentes en la vida 'real'. La ausencia de normas, el empoderamiento que se deriva de la rebeldía son más atractivos que el dolor que representa  Zendra. y, si verdaderamente lo que se buscaba era indagar en la personalidad de los que crecen y se están haciendo mayores y hacerlos reaccionar (Jen Chaney, Vulture) el resultado ha sido, quizá, reafirmar a los jóvenes que siguen estas pautas de conducta y hacerles considerarse superiores a sus viejos decadentes y amargados.

La podéis ver en HBO.

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