Saimdang, The Herstory . Sang Ho Yoon. Ficha técnica y comentario.


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Ficha técnica:


Título original: Saimdang, The Herstory
País: Corea del Sur
Año: 2017

Dirección: Sang Ho Yoon
Casting: David Sdrubolini

Productor: Lee Yong-Suk
Compañías productoras: Recalcati Multimedia. Distribuida por Seoul Broadcasting System.

Intérpretes:

Lee Yeong-ae : Seo Ji-Yoon / Shin Saimdang,
Song Seung-heon : Lee Gyeom,
Yun-a Oh: Whieumdang Choi,
Da Hun Yun : Lee Won-Soo

Sinopsis:


Un conferencista de historia del arte coreano descubre el diario de una figura histórica, Shin Saimdang, quien fue un genio artista y apasionado amante. El profesor de historia del arte revela el secreto de un retrato misterioso: Seo Ji.Yoon, una académica de arte coreano a punto de obtener una plaza de profesor se veenvuelta en un escándalo en torno a un cuadro de gran valor.


Lo que se dice:


Apenas hay información y los créditos no están traducidos. La página Imdb le otorga una nota media de 8,3, basada en la opinión de 7 usuarios. La miniserie consta de 28 episodios.

Comentario. 


La guerra entre los Festivales de Cine, que se guían para la selección de las películas que deben competir por el criterio de unos cuantos profesionales, más o menos implicados en la defensa de una política de autor y las grandes plataformas que han crecido extraordinariamente en los últimos tiempos está abierta y las heridas sangrando. La ceguera de los jueces de que habla Noël Simsolo*, no solo los que participan en la designación del palmarés concreto, sino los críticos, más o menos brillantes, de periódicos nacionales, hoy en horas muy bajas, contrariados con un virus que ha metido a las poblaciones en casa y amenaza con acabar con un medio de transporte tan extendido como el aéreo y con una sociedad que, pase lo que pase, ya nunca será igual, por mucho que más de un representante del 'antiguo régimen' esboce un rictus patético, que quiere ser una media risa pero que expresa sus temores, cuando se refiere a la 'nueva normalidad', soñando que un día, cuando llegue una vacuna, cuando los nuevos Curie aprendan a doblegar un virus, volverá a la vida de antes, en la que tenían consolidada una posición. Algunos se atreven a despreciar a plataformas como Netflix, creyendo, con una mentalidad de 'otros tiempos' que van a poder levantar del sillón a cada ciudadano, como antes espantaban a los espectadores del cine con dos palabras mágicas: blockbuster y mainstream, y deificaban un género plomizo y vacío como el indie, que precisamente tiene algunas connotaciones con el gusto asiático, aunque mucho menos comprometido.

Hoy, las grandes y poderosas plataformas que se están apoyando en las segundas generaciones de migrantes de cualquier latitud, y ponen su foco en el cine que se hace en cualquier parte del mundo, han avanzado rápidamente por el camino que les abría el virus (con flores o sin ellas), y han permitido que la mayor parte de los ciudadanos, con televisores de más o menos calidad, se reúnan en torno al 'fuego sagrado', y por una pequeña cuantía mensual disfruten en compañía de los suyos, sean cuales estos sean, de películas cada vez mejores, sin salir decepcionados de una sala que ha elegido por ellos la película que tenían que ver. Gracias a Netflix, en especial, tenemos acceso al cine coreano, después de que uno de sus cineastas, Bong Joon-ho, se llevara todos los premios con los que la Academia del Cine de Hollywood recompensa al mejor director y a la mejor película, dentro y fuera de Estados Unidos, un hecho muy excepcional.

El cine coreano lo es. Si en 'No estar bien está bien'  Park Shin Woo hacía un relato íntimo de nuestras frustraciones, apoyándose en cuentos occidentales de todos los tiempos y latitudes europeas y narraciones coreanas, una fusión de culturas muy interesante para llegar a conclusiones muy similares a las que en su momento llegó el renovador del cine, George Lucas, en su famosa saga de 'La Guerra de las Galaxias', en las que el elemento de nuestro carácter que nos da la fuerza es la resiliencia. Una virtud que posee en abundancia Moon Gang-tae,  su protagonista, interpretado por Kim Soo-hyun, Sang Ho Yoon, mostrando la misma reverencia hacia el arte que define a Occidente y buscando una relación con su pueblo, sale del ámbito individual y ubica su historia en el contexto económico y social coreano, en la fragilidad del mundo de los negocios a causa de la corrupción,y  la endogamia universitaria que crea auténticos mandarines arbitrarios, que actúan como los señores feudales de Akira Kurosawa, y no conocen ni la decencia ni la piedad.

Las víctimas de un sistema tan venal y putrefacto son, en este caso, familias de clase media, que sueñan alcanzar un buen nivel de vida con su esfuerzo, perdiendo en el camino parte de su dignidad. Sang Ho Yoon sabe enmarcar su narración en este contexto, pero no hace una distopía a la americana, sino que introduce pequeñas dosis de magia que enganchan al espectador, trasladando sus cámaras a la Toscana y paseándolas por Florencia, demostrando que en este nuevo mundo en el que la gente se recluye en casa pero está conectada con medio mundo, los integrantes de 'estas familias' se parecen cada vez más entre ellos, no  sólo por cómo se visten y se peinan, sino por cómo decoran sus hogares en los que triunfa el minimalismo y lo casual. En 'Parásitos', Bong Joon-ho nos puso delante de las narices una familia que sólo se distinguía de las nuestra por la inclinación y el rasgado de los ojos. La serie, de la que sólo se ha emitido un episodio, promete y atrapa en consecuencia, y sólo le falta a la plataforma traducir no sólo los diálogos, sino los títulos de crédito, para que nos vayamos familiarizando con los equipos técnicos y artísticos.

La recomiendo encarecidamente. Nos ayuda a conocer a estos pueblos, porque la imagen, aunque también discrimina de acuerdo con la ideología, el criterio y la política del autor, muestra más que la escritura; de hecho los libros de cualquier género 'antiguos' se llenaban de ilustraciones que no pueden competir, en lo que se refiere a información, con las audiovisuales de cualquier rango (móviles, plataformas como Youtube, que juega un papel protagonista en el capítulo, cine, televisión, videojuegos...). Llamemos como queramos al modelo social que comienza con la revolución tecnológica y la primera pandemia global, parece que se dibuja una verdad 'incuestionable' : el nuevo mundo no será igual al que acabamos de dejar atrás de forma traumática, la manera en que se producen todos los cambios.


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