Territorio Lovecraft. Episodio 4. Jordan Peele. Ficha técnica y crítica.


UN CINE FANTÁSTICO Y DE TERROR, DIRIGIDO POR UNO DE LOS GRANDES CINEASTAS NORTEAMERICANOS DEL MOMENTO, JORDAN PEELE, QUE CONVIERTE EN PROTAGONISTA A LA COMUNIDAD AFROAMERICANA.



Ficha técnica:


Título original: Lovecraft Country
País: Estados Unidos
Año: 2020
Género: Terror
Episodio 4: Una historia de violencia

Creador: Jordan Peele
Director: Victoria Mahoney
Guión: Jordan Peele: adaptación televisiva: Misha Green; basado en una historia de Wes Taylor, basada en la novela de Matt Ruff,  'Lovecraft Country'
Casting: Kim Coleman; Chicago: Mickie Paskak, CSA, Jennifer Rudnicke, CSA
Dirección de Fotografía: Robert McLachlan, ASC, CSC,
Música: Laura Karpman, Raphael Saadiq
Edición: Marta Evry, ACE
Dirección artística: Audra Avery, Mari Lappalainen, Elena Albanese, Nathan Krochmal
Decoración del set: Julie Ochipinti
Supervisores efectos visuales: Pauline Duvall, Kevin Blank; supervisor asociado: Rob Rhodes

Diseño de vestuario: Dayna Pink
Jefe de Departamento de peluquería: Brian Badie
Jefe de Departamento de maquillaje: Sandra Linn
Maquillaje de efectos especiales: KNB EFX GROUP, INC.

Productores: Dana Robin
Productores ejecutivos: Jordan Peele, Misha Green, J.J.Abrams, Ben Stephenson, Yann Demange, David Knoller, Daniel Sackheim, Bill Carraro, Ben Stephenson
Diseño de producción: Kalina Ivanov
Compañías productoras: Monkeypaw Productions, Bad Robots Productions, Warner Bros Television



Intérpretes:

  • Jonathan Majors : Atticus Black 
  • Jurnee Bell-Smollett : Letitia «Leti» Dandridge,
  • Wunmi Mosaku : Ruby Dandridge, 
  • Aunjanue Ellis : Hippolyta Black, 
  • Michael K. Williams : Montrose Freeman,
  •  Abbey Lee : Christina Braithwhite,
  • Jamie Chung: Ji-Ah
  • Jada Harris: Diana,
  • ...


Sinopsis y breve comentario:



Atticus reinicia su viaje por territorios  peligrosos para los negros, en una época, -1950, en plena guerra fría con la Unión Soviética, un contexto en el que los negros son contemplados como reservas espirituales de los comunistas en Estados Unidos-, en la que estaban vigentes las Leyes de Jim Crow, que segregaban a la población afroestadounidense (el peligro rojo situado en el punto de mira de más de treinta logias blancas), promulgadas en un momento en que estaban en el poder los demócratas, y que se extendieron entre 1876 y 1965, especialmente en los estados del Sur por mandato de iure bajo el lema "separados pero iguales", un principio que se aplicaban a otros grupos étnicos no blancos, lo que explica la aparición de ciertos personajes, que simplemente avanzan algo de la trama, pero que son simples indicios de lo que está por venir.

Atticus, Lita y Montrose se lanzan a los caminos y se desplazan por dimensiones alternativas, entrando de lleno en el 'territorio mental de H.P. Lovecraft', en busca de respuestas que les permitan proteger a su pueblo. Los monstruos reales conviven con los que inundan las novelas pulp y están instalados en la mente de Atticus que intenta volver a Ardham. Más allá de la existencia de una mayoría blanca, en gran parte racista, que segrega a los negros, Jordan Peele y su pléyade de directores que lo acompañan en el proyecto comienza a escribir un relato en el que los enemigos del pueblo negro no son individuos exaltados, sino organizaciones clandestinas, enraizadas en la América profunda del Sur, pero también del Noreste, 'de iure' o 'de facto'que se definen como 'Hijos de Adán', con las connotaciones que este hecho tiene en relación a los diferentes, y se rigen por normas que, en el caso concreto que nos ocupan se designan con el nombre de 'Los Estatutos de la Orden Antigua'. En esta peculiar road movie se tendrán que enfrentar a Lovecraft y los monstruos que creó, con un objetivo, al parecer, muy claro. La serie va dejando aquí y allá testimonio de las diferentes formas que adoptó la segregación; hoy, superada esta ignominia en teoría, se siguen dando casos de violencia extrema, muchas veces con resultado de muerte, que están potenciando el movimiento black matter lives, una creciente protesta racial que está favoreciendo una revolución cívica de hombres y mujeres de la cultura norteamericana. Todavía no está claro contra quién dirige este equipo de creadores y directores sus dardos, aunque sí el lenguaje de que se sirven, y la construcción de los cimientos de un cine fantástico y de terror que emula el que hicieron años atrás cineastas como Spielberg, ahora  con protagonistas afroamericanos, de una calidad formal y discursiva innegable.

Podéis seguir la serie en HBO. Cuando la sala oscura comienza su decadencia y los cines se vacían, la oferta cinematográfica de todos los géneros (películas, series, documentales...) se multiplica extraordinariamente, y los cineastas más destacados en el panorama internacional, junto con magnos representantes de segundas generaciones de migrantes comienzan a ceder, o a ser financiados, sus creaciones a las grandes plataformas que están surgiendo, con planteamientos ideológicos y comerciales muy diferentes. Ya no tenemos un Umberto Eco que nos ayude a situarnos en la nueva situación y que se enfrente a los apocalípticos y los integrados. Lo que si parece cierto es que las plataformas, surgidas al calor de la revolución tecnológica, no tienen vuelta atrás y acercan, ahora sí, el cine a las masas.

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