Un amor precioso. Seo Min-jung. Ficha técnica y crítica.

 


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EL AMOR CONTEXTUALIZADO EN UN INSTITUTO COREANO


Ficha técnica:


Título original: areumdawtossdeon uriege; título inglés: A Love So Beautiful (Serie TV)
País: Corea del Sur
Año: 2020
Temporada 1; episodios: 23 `+ 1; duración: 20 minutos
Género: High School Movie, K-drama romántico

Dirección: Seo Min-jung
Guion: Cho Yoo-jung, Jang Yoo-yeon; remake del drama  A Love So Beautiful, basado en la novela " To Our Pure Little Beauty"


Compañías productoras: Jajao TV; distribución: Netflix

Intérpretes:


Kim Yo-han: Cha Heon,
So Yoo-yeon: Shin Sol-yi,
Yeo Hoi-hyeon: Woo Dae Sung,
Cho Hye-jo: Kang Ha Young,
Jung Jin-hwan: Jin Hwan,
Seong Hye-min: Moon Sook-hee,
Yang Yoo-jin: Seo Ji Soo,
...


Sinopsis:


Cha Heon es un apuesto estudiante de Chub Ji High School, el más sobresaliente de su clase, pero es un chico frío, que parece esconder un oscuro secreto, aunque disfruta del amor que le profesa Shin Sol.yi, una joven también brillante y amable de 17 años, enamorada de él, lanzada, resiliente, una centennial pequeña y adorable que intenta conseguir el amor de Cha Heon con persistencia, tras confesarle ab initio su amor por él: Ta empezado el curso aparece un deportista de élite en la clase de ambos, Woo Dae Sung, que forzará un triángulo amoroso.

Lo que se dice:


No hay mucha información de la serie, y tan solo se puede encontrar una valoración cuantitativa respetable, una nota media de 7,2, basada en 275 usuarios de la página norteamericana Imd.


Crítica:



Areumdawtossdeon uriege/ A Love So Beautiful, es una serie que se integra en el género de la High School Movies coreana, con unos personajes protagonistas muy bien desarrollados, -algunos de ellos debutan con esta serie -, interpretados por unos actores que,  en su mayor parte son millennials y centennials, ya que nacieron en la última década del siglo XX y los primeros años del tercer milenio, entre los que, si bien los perfiles masculino y femenino están muy bien delimitados en la indumentaria, no se distinguen apenas en el cuidado de la piel (secuencias muy explícitas) y maquillaje de cara, ojos y labios, utilizando el mismo color de carmín para ellos y para ellas. A este aspecto que tiene que ver con el diseño de vestuario, maquillaje y peluquería, se unen otras referencias espacio-temporales que muestran la evolución económica del país asiático, uno de los más desarrollados de la zona, que sorprenden al espectador en las primeras secuencias al utilizar dispositivos móviles y ordenadores muy desfasados,- los viejos motorolas, teclados de las computadoras exentos y muy toscos, que van dando paso a teléfonos con cámaras sofisticadas y extraplanos, a medida que los jóvenes compañeros de Instituto van creciendo y  avanzan con el tiempo que consume un joven en llegar a la edad adulta, después de superar la barrera de la mayoría de edad que se alcanza a los 20 años, hacer una carrera universitaria y padecer periodos de formación en trabajos en prácticas, realizar el servicio militar en el caso de los chicos, y acceder a un empleo que les permita independizarse. Todo este tránsito lo realizan sin agobios, conscientes de la importancia de una formación que contemple todos los niveles de conocimiento, incluida la enseñanza universitaria a la que los padres conceden un gran valor.

En situar bien su relato consumen el tiempo que estiman necesario, como si quisieran dar a conocer al mundo un país del que se sienten orgullosos y que demuestra que un mundo mejor es posible, a pesar de que han de remover obstáculos del pasado como los matrimonio concertados por los padres o las citas a ciegas de los hijos. Sin que se haga explícita la causa, el protagonista Cha Heon, es un joven frío e inhibido, muy estudioso, pero incapaz de expresar sus sentimientos, un perfil psicológico que parece tener relación con un pasado oscuro, en el que los padres parecen estar separados, (su padre, al que el joven adora y con el que, al parecer vive, muere y su madre no acude al entierro; en secuencias posteriores, cuando Heon decide estudiar medicina, su progenitora le recuerda cómo acabó su padre que ejerció esta profesión, algo de lo que no se hace partícipe al espectador). En el Instituto conoce a Shin Sol-yi, una chica bajita y poquita cosa, muy vivaracha que se enamora de él y le declara sus sentimientos, un punto de partida de una relación en la que Heon concentra todo el poder, lo que acabará volviéndose en su contra. Se cumple la máxima de la escritora feminista Fay Weldon en 'Vida y amores de una maligna', en la que afirma que la relación de pareja es una relación de poder, y lo tiene el que lo tiene (unas veces el hombre y otras la mujer), y en este caso recae en el joven apuesto y circunspecto, frío e inaccesible, que gusta a las compañeras, ya sea en la escuela o en el trabajo. Este es el contexto en el que se inscribe una historia de amor adolescente, nacida para durar, en un medio en el que los jóvenes viven con naturalidad que 'sí es sí' y 'no es no', tanto para ellas como para ellos, un principio cuya violación esta castigada en su código penal.

Estas películas coreanas, bien narradas, mejor realizadas, militan en el cinéma vérité, huyen de las metáforas y de cualquier uso del lenguaje desplazado, y dan la impresión de querer informar al mundo del nivel que ha alcanzado su país, como hemos dicho antes. Cuando entramos en sus aulas lo que vemos tiene poco que ver con la High School Movie americana, en la que lo primero que aprenden los alumnos son los lugares en los que encontrarse para tener los primeros contactos sexuales; los jóvenes coreanos mantienen una distancia que no se respeta en occidente ni para combatir la pandemia que padecemos, se ponen la mascarilla cuando enferman, y el gesto más agresivo que los caracteriza consiste en coger a la  compañera el brazo con energía e impedirle que se marche para poder decirle el repetido 'me gustas'. Pero aquí hay más información sobre la enseñanza coreana, muy valiosa para quienes pisamos, han pisado o pisarán las aulas: el alumnado de este país se mueve con libertad, pero con respeto por la clase, barren las zonas que han ocupado en su esparcimiento o durante las clases después de los recreos, limpian mesas y cristales y hacen salidas del centro para recoger lo que tira la gente, provistos de guantes y largas pinzas; algunos hemos hecho este tipo de actividades en nuestro país enmarcadas en proyectos de educación ambiental, concretamente actividades de eco-auditoría. Pero hay algo más: esta es la primera película que, al margen de la ciencia-ficción y realizada en 2020, en pleno desarrollo de una epidemia que padecemos, que empezó a finales del año 2019 en Wuhan, nos muestra cómo han combatido las diferentes crisis provocadas por coronavirus, desde 2007, en unos centros que están dotados de enfermería con dos camas en las que se atiende a los alumnos que enferman de algo que es mucho más grave que una gripe, crisis que, hasta ahora han logrado evitar que se conviertan en pandemias y que, sin embargo, están desangrando al resto del mundo. Una secuencia en la que una señora lleva un perro mediano en un carrito para impedir, entre otras cosas, que se escape, agreda a alguien o haga sus deposiciones y se mee donde le apetezca, provoca una reacción de temor de unos jóvenes que saben bien qué es una crisis zoonótica. El lenguaje realista (no olvidemos que lo que vemos en pantalla por mucho que se parezca a la realidad es una ficción) se compensa con historias de amor intensas, llenas de giros que mantienen la tensión del espectador como los cuentos de 'Las mil y una noches'. Como ocurre con frecuencia, cuando los críticos llegan a poder atender a esta producción febril de películas y series en Corea del Sur, su diagnóstico es muy positivo.

Muy recomendable.

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