El olvido que seremos.Fernando Trueba. Ficha de identificación y crítica.

 


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EN VEZ DE MALDECIR LA OCRURIDAD, PRENDE UNA LUZ.


Ficha de identificación:


Título original: El olvido que seremos

País: España

Año: 2020

Duración: 136 minutos


Ficha técnico-artística:


Dirección: Fernando Trueba

Guion:Héctor Abad Facilionce. Basado en una novela de David Trueba; El olvido que seremos de Hector Abad Facilionce.

Casting: Marcelo Costazzo

Dirección de Fotografía: Sergio Iván Castaño

Música: Zbigniew Preisner

Edición: Marta Velasco

Dirección artística: Leonie Heys-Cerchio, Camilo Ospina


Diseño de Vestuario: Ana Marís Urrea

Diseño de maquillaje: Laura Copó


Productor: Diego García

Productor ejecutivo: María Isabel Páramo

Diseño de producción: Diego López

Compañías productoras: Caracol Televisión, Diego García Producciones, Lupin Film


Reparto:


Javier Cámara: Héctor Abad Gómez,:

Patricia Tamayo: Cecilia Faciolince,

Juan Pablo Urrego: Héctor.

Nicolás Reyes Cano: Héctor niño

Alda Morales: Gilma,

Whith Stillmen: Dr. Richard Saunders,

Laura Rodríguez: Bárbara,

María Tereza Barreto,

Laura Londoño: Clara,

Elizabeth Minotta: Vicky,

Kami Zea: Marta,

Luciana Echeverry: Sol niña,

Camila Zarate: Sol,

...



Sinopsis:


3El olvido que seremos' narra de manera íntima la historia de un hombre bueno, un médico colombiano Héctor Abad Gómez, carismático, líder social y hombre de familia, un destacado médico y activista por los derechos humanos en el Medellín polarizado y violento de los años 70. La trama relata la vida del doctor y padre de familia, preocupado tanto por sus hijos como por los niños de clases menos favorecidas. En su casa se respiraba la vitalidad y la creatividad características de una educación fundamentada en la tolerancia y el amor, pero la violencia ambiental del país condicionaba la vida de todo su entorno. 


Dedicada a Ceilia Faciolince de Abad y a sus hijos Marluz, Clara, Vicky, Marta, Héctor y Sol.

Premios en Filmaffinity (Pinchad aquí).


Lo que se dice:


El film ha sido bastante bien valorada, especialmente la española que engloba a Fernando Trueba entre sus cineastas favoritos. La página española Filmaffinity lo premia con una nota media de 6,7, basada en el voto de 2202 lectores, mientras que Imdb eleva esta media a 7,3, según la opinión de 944  usuarios.; Rotten Tomatoes publica un índice de aceptación de  la prensa de un 82%, basado en 11 reseñas  y de un 95% de la audiencia, según la opinión de 50 usuarios.

Los argumentos que dan los críticos, principalmente españoles, que cuenta, y lo hace bien, una de esas vidas que es necesario recordar (Javier Ocaña, diario 'El País`); una película emocionante que no se olvida (Luis Martínez, diario 'El Mundo'); película bonita, luminosa y trágica (Carlos Boyero, diario 'El País'); película con aire fresco cotidiano y buena armonía actoral (Oti Rodriguez Marchante, diario 'El Mundo');  profundamente rosselliniana (Fausto Fernández, Fotogramas); la mejor película de Fernando Trueba (Rubén Romero, Cinemanía)...Tan Solo Beatriz Martínez discrepa en el diario 'El Periódico' al tratar el film de reconstrucción histórica acartonada, afectada, , de un academicismo relamido y un humanismo trasnochado repleto de buenas decisiones y decisiones equivocadas.


Crítica del blog:


No sólo comparto la opinión de Beatriz Martínez en el sentido de que 'El olvido que seremos' es un film que merece los calificativos con los que lo define, sino que, ni siquiera parece que tenga mucho que decir como autor que hace un film con impronta propia; usar el color y el blanco y negro, el enfoque/desenfoque, las veladuras, con un fin de otorgar valor semántico a estos recursos es una práctica muy manida que ya no expresa casi nada. Tenía curiosidad por ver el film que Trueba paseó por todos los medios, y me sorprendió la cotidianidad y el aire de familia con que se acerca al personaje, cuyo mayor mérito parece haber sido  ser un buen marido y un mejor padre, tanto que no duda en rescatar a su hijo de las garras de la justicia después de haber atropellado a una mujer mayor cuando conducía bebido y bebiendo alcohol fuerte. En la Colombia de la década de los 80, entre el ejército, la contra y los cárteles morir asesinado era frecuente, especialmente si se tenía el corazón en la izquierda, la vesícula en la derecha y el cerebro en el centro. Con este perfil se ofrecía un flanco a cada uno de los bandos enfrentados en una lucha cruenta.

Un final melodramático y lacrimógeno, muy almodovariano, impide al realizador contrastar el sentido de la vida, que el joven Héctor deja en Italia para acudir a la jubilación de su padre, y el de la muerte, emblematizado por el fallecimiento de su hermana a causa de un melanoma y su progenitor, hechos que se producen sin pena ni gloria ante un cadáver ensangrentado en medio de la calle, al que nadie se atreve a mover. El asesinado tenía una familia extensa y todos van desfilando ante la pantalla para que la cámara se recree en su dolor, y Trueba logra que los espectadores no puedan controlar el llanto y se sumen a la desgracia de este hombre. Un derroche de emoción que suele ser tachado de sensiblero por los creadores de opinión en la mayor parte de los casos porque nubla el entendimiento que propicia la razón de estos injustos asesinatos.


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