Kentaro está embarazado. Yuko Hakota, Takeo Kikuchi. Crítica.


 


Ficha de identificación, sinopsis, lo que se dice (Pinchad aquí)


 Los japoneses Yuko Hakota, Takeo Kikuchi realizan un film plano, falto de energía, muy preocupado por los traumas de la sociedad moderna que no ha sabido limar las diferencias entre los hombres, las cicatrices que deja la marginación del otro por cualquier razón. Como fondo un lamento por el crecimiento desordenado del un país que prometía convertirse en una potencia mundial y que ha quedado identificado como el 'Ídolo de los Pies de Barro', una denuncia que los cineastas realizan con unos pocos planos insertos de una ciudad, Tokyo, que muestra la decadencia y el crecimiento desordenado de un país que se hundió en la década de los 90 a causa de una enorme burbuja inmobiliaria que no ha podido remontar ni económica ni anímicamente. La fotografía de una ciudad destartalada, sin planificación, en la que elevados edificios emergen sobre zonas inmensas de casas que se han expandido caóticamente, pasando por puentes y estaciones de tren casi tercermundistas, que muestran la apatía de un pueblo que se amontona en una pequeña isla poblada por casi 126 millones de habitantes, es más demoledora que los informes que aporta la prensa salmón.

Los grandes conglomerados empresariales y sus empleados se muestran tristes, apáticos, sin ilusión por emprender proyectos; despeinados y poco brillantes, y para colmo se plantean el poner de relieve la penosa condición de las mujeres que son las destinadas por la naturaleza para concebir a los hijos invirtiendo la situación y traspasando a los hombres el ser ellos los que engendren a sus descendientes, que sean las víctimas de  todas las alteraciones que se producen en el cuerpo de las embarazadas y finalmente se sometan a una cesárea, por razones obvias. El resultado de un planteamiento tan arriesgado no sólo no es positivo, sino que tiene un efecto quizá no previsto. La mujer que juega el mismo papel que el hombre en relación con la maternidad aparece como alguien que simplemente pasaba por allí y puede ser sustituida por cualquier otra persona en la función que actualmente desempeñan los padres, lo que parece justificar su desarraigo, Para liar más el argumento, el padre de Kentaro también ha sido el que lo ha engendrado, pero no siente ese amor maternal y desaparece constantemente dejando al hijo que ha llevado en sus entrañas a cargo de una madre que sólo disfrutó una noche y miró nueve meses a su marido que, a la metamorfosis dolorosa de su cuerpo unía el padecimiento de las burlas y la discriminación de sus compañeros. Un planteamiento muy peligroso para el papel que representa el 'padre en una familia' en la vida real, que en la ficción  es  el mismo que representa la madre; en 'Kentaro está embarazado', para mayor abundamiento la amante ocasional de una noche es misógama. En este panfleto desorientado de la modernidad, uno y la otra anteponen su desarrollo personal a la formación de una familia, pero para hacer esa reivindicación no era necesario inventar un mundo en el que los hombres comienzan a parir en progresión geométrica, intentando presentarlo no como una metáfora, sino como un hecho que la concienciación de la sociedad puede imponer.

Los norteamericanos ya habían hecho películas en las que los protagonistas eran hombres que resultaban embarazados, como Junior , escrita por Kevin Wade y Chris Conrad, dirigida por Ivan Reitman y protagonizada por Arnold Schwarzenegger y Danny Devito (1995), aunque el género elegido por el realizador es la comedia, con un tono de ciencia no tanto de  ficción como es la creación de un sustancia para fecundar a mujeres estériles que acaba ingiriendo un hombre, emulando películas de terror como 'La mosca' de David Cronenberg (1986), Querer volver del revés el calcetín, con unos personajes tristes, apáticos, sin estímulos ni fuerzas para la lucha en un Japón arruinado, da más muestras de decadencia que de aleccionar al espectador sobre lo mal que lo pasa la mujer, no sólo cundo queda relegada al hogar e interrumpe definitivamente sus proyectos y su carrera, sino cuando  arriesga su vida, pierde sus formas, y sufre para traer hijos al mundo. Coherente con este principio, ella es la que se aleja del hogar para iniciar una carrera en Singapur, aunque, como hacen los hombres ahora,  vuelve para observar cómo crecen los hijos que no han engendrado. Dudo que el resultado sea el deseado.


por Kevin Wade y Chris Conrad y dirigida por Ivan Reitman. Está protagonizada por Arnold Schwarzenegger y Danny Devito.

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