La madre (1926). Vsevolod Pudovkin. Ficha de identificación. Crítica.

 

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LA MADRE COMO RECEPTORA DE TODA LA ESENCIA DEL HIJO Y PROTECTORA HASTA EL FINAL TRÁGICO DE AMBOS. 

Una entradilla de Lenin nos advierte de que hay que ocuparse de narrar estos acontecimientos, y nadie lo hará  excepto los revolucionarios. La gente debe saber que pasó aquellos días llenos de vida, de eventos tan significativos y con tantas consecuencias, más en profundidad y con más detalle.

Ficha de identificación:

Título original: Mat

País: Unión Soviética (URSS)

Año: 1926

Duración: 88 minutos

Género: adaptación novela

Ficha técnico-artística:

Dirección: Vsevolod Pudovkin

Guion: Nathan Zharki, basado en la novela de Maximo Gorky

Dirección de Fotografía: Anatoly Golovnya (Blanco y negro)

Música: David Block, Tikhon Khrennikov

Dirección artística: Sergei Kozlovsky

Compañías productoras: Mezhabpon-Rus

Reparto:

Vera Baranovskaya: La madre

Nikolai Batalov: El hijo

Aleksander Chistyakov: El padre

Ivan Koval-Samborsky: Vesovshchilou

Anna Zemtova

SINOPSIS:

Adaptación de la novela homónima de Maximo Gorki, ambientada durante la Revolución rusa de 1905. Narra los trágicos acontecimientos de ese año a través del sufrimiento de una madre por su hijo y su marido, una mujer campesina que tomará conciencia de la lucha social solo a través del ejemplo y la tragedia. 

LO QUE SE DICE:

Hay muy poca información al respecto, y solo tenemos un dato en la página española Filmaffinity que la valora con un 7,6, se acuerdo con el voto de 1,871 de sus lectores. En esta ocasión Imdb la valora con una décima menos, 7,5, atendiendo a la opinión de 2,800 usuarios. Esta posiciones tan diferentes a las habituales deben tener un contexto que desconozco.

CRÍTICA: 

En 1925 se estrena 'El acorazado Potemkin'  de Sergei Eisenstein; en 1926 Vsevolod Pudovkin lanza 'La Madre', una adaptación de la novela homónima de Maximo Gorky y en 1926 se estrena en Estados Unidos la primera película que incorpora el sonido en la diégesis, 'El cantor de Jazz' de Alan Crosland. El cine se estaba revolucionando y había crecido mucho desde que los Lumière, unos empresarios del ramo de la fotografía fija primero y en movimiento después, filmaran  'La salida de la fábrica' en 1885, aunque tan solo habían transcurrido 30 años. Pero entonces como ahora había sectores que se resistían a las innovaciones, y es llamativo que fueran Eisenstein y Pudovkin, con Grigori Aleksándrov, los que firmaran un manifiesto donde expresaban su emoción, pero también su preocupación por la llegada del sonido a Hollywood, porque lo consideraban un arma de doble filo si no se usaba correctamente, aunque valoraban como correspondía una evolución de la imagen en movimiento que la sacaba del mundo espectral de las sombras del que se lamentaba precisamente Gorky.

Desde la introducción del texto de Lenin, que saluda la divulgación de los hechos que llevaron a la revolución de  1905, en la que los mencheviques, (POSDR) la facción moderada del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, que jugó un papel importante en la creación de los soviets, pero que abandonó la lucha armada, entrando en otro capítulo de la historia que no tiene relación con este relato, podemos ver la conexión estilística entre Eisenstein, el considerado creador del montaje ideológico y Pudovkin, y dada la proximidad en el tiempo de las películas que hemos citado al principio, es difícil determinar quién influyó en quién, aunque el director de 'La madre' es más comedido en su discurso visual. Pero tanto en uno como en otro, el montaje, el cortar y pegar, la edición, es el sujeto de la enunciación. Los planos, muy cortos, se van sucediendo sin solución de continuidad, pasando de generales, a primeros planos y planos de detalle, cuando se quiere orientar al espectador en torno a un giro determinado, o simplemente embellecer el relato con un movimiento delicado de la pata de un caballo, cuyo jinete acaricia el cuello y las crines que se deslizan por él suavemente con una mano enguantada, y, como si quisiera su realizador acelerar el relato recurre con frecuencia a los fundidos encadenados, muy de moda en las transiciones, que se combinan con breves secuencias más placenteras de parajes naturales, capa de hielo del rio fragmentada, cantos del gallo o niños jugando en primavera.

Tanto la madre como el hijo ocupan poco espacio de la filmación, pero su presencia es constante, y la tensión del amor de la madre por el hijo y de este por ella es permanente y a veces dolorosa y tensa. Una madre que, como muchas otras, se equivoca cuando quiere ayudar al hijo y provoca su destrucción. Las primeros planos, con frecuencia con la cabeza de los personajes cortada, ignoro si era así en la cinta original y no tengo documentación para comprobar este hecho, que de ser deliberado convierte a los retratados en iconos de los representantes de los grupos que van a intervenir en las revueltas, bien como obreros que se levantan contra el poder o bien como integrados en los cuerpos de policía o el ejército encargados de restablecer el orden, al servicio de un régimen corrupto que no duda en hacer caer todo el peso de la Ley sobre los más desfavorecidos; de haberse respetado el formato original, dbemos cuestionarnos el hecho de que la primera cabeza cortada en un primerísimo primer plano fuera la de Marilyn en Bus Stop. Unos y otros están representados por hombres toscos, malcarados, sin afeitar, o mujeres que no tienen como prioridad cuidar sus rostros y su cuerpo, excepto algunas burguesas, como la que compromete a Pavel, y las que asisten al juicio para ver cómo se aplasta a los obreros. El final, apoteósico, emocionante, con las masas avanzando en pro de su libertad, cantando tanto La Marsellesa como La Varsoviana Soviética ( en español 'A las barricadas') lo vamos a ver después en mucho cine, tanto oriental como occidental, y está claro que éste es uno de sus primeros referentes. En esta ocasión sin happy end.

Disponible en YouTube. Muy recomendable.