Footloose. Craig Weber. Ficha de identificación y crítica

 






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CADA ETAPA DE LA VIDA CONLLEVA UNAS RESPONSABILIDADES, PERO HAY UNOS POCOS AÑOS EN QUE EL HOMBRE PUEDE PERMITIRSE SER MÁS FRÍVOLO: CUANDO ES UN ADOLESCENTE QUE SE ESTÁ FORMANDO COMO ADULTO. EL BAILE ES SIMPLEMENTE UNA METÁFORA.


Ficha de identificación:


Título original: Footloose

País: Estados Unidos

Año: 2011

Duración: 113 minutos

Género: dramedia romántica


Dirección: Craig Weber

Guion: Dean Pitchford y Craig Weber, basado en una historia de Dan Pitchford

Casting: Laray Mayfield, CSA

Música: Deborah Lurie

Director de Fotografía: Amelia Vincent, ASC

Coreografía Jamal Sims

Edición: Billy Fox, ACE

Dirección artística: Chris  Cornwell

Decorador del set: Dena Roth


Diseño de Vestuario: Laura Jean Shannon

Jefe Departamento de maquillaje: Vivian Baker

Jefe de Departamento de peluquería: Emanuel Millar


Productores: Craig Zadan, Neil Meron, Dylan Sellers, Brad Weston

Productores ejecutivos : Timohy M. Bourne, Gary Barber, Roger Birnbaum, Jonathan Glickman

Diseño de producción: Jon Gary Steele

Compañías productoras: Paramount Pictures, Spyglass Entetainment, Westo Pictures Production; distribuye Netflix


Reparto:  


Kenny Wormald: Ren

Julianne Hough: Ariel

Andie McDowell: Vi Moore

Miles Teller:  Willard

Ray McKinnon: Wes Warnicker

Patrick John Flueger: Chuck

Kim Dickens: Lulu Warnicker

Dennis Quaid: Reverendo Shaw Moore


SINOPSIS:


Remake de la película homónima  DE 1984, que narra la historia de un pueblo donde se prohíbe bailar rock & roll a los jóvenes. El motivo está relacionado con una tragedia ocurrida tiempo atrás, cuando cuatro jóvenes murieron en un accidente tras una fiesta con baile y alcohol. A ese pueblo tres años después llega un chico apasionado por el baile, que hará que los jóvenes del lugar se rebelen contra esa situación y reivindiquen su derecho a disfrutar de la vida, mientras no estén obligados a asumir las responsabilidades que conlleva ser padres.


LO QUE SE DICE:


La película ha sido relativamente bien valorada por la página norteamericana Imdb, con cierta limitación del entusiasmo, una realidad que se refleja en una nota media de 5,8, de acuerdo a la valoración de 50.000 usuarios del sitio; esta nota se rebaja en España, un país en el que da la impresión de que el público se mete en la sala equivocada, y rebaja esta media  a 4,4, de acuerdo con el voto de 3,76 lectores.

La prensa es muy exigente con este tipo de películas que los americanos hacen como churros de acuerdo con unos patrones técnicos muy bien trabajados, por lo que es difícil cuestionar la factura fílmica de estos films que te mantienen atado a la butaca mirando la evolución de los bailarines en contrapicados menos castos que los del baile del film de Chabrol en su adaptación de Madame Bovary y convirtiendo en mágicas las evoluciones de los pies de los danzantes con un ritmo frenético y muy cuidado. Luego hablaremos de lo que hay en el background de este espectáculo. 

Los críticos se han desmelenado hablando de un redundante fast-food visual 8 de verdad que no sé lo que quiere decir el periodista, aunque sí se lo que es u fast-food visual) . -Jordi Costa, Diario El País- ;  esplendorosa basura que envuelve un producto aborrecible (Norl Ceballos, Fotogramas); un mensaje más mojigato que el original ( Irene Crespo, Cinemanía)...


CRÍTICA:


Se puede aceptar que el subtexto del film ha retrocedido a pasos agigantados en dirección a 1984. Realizado en 2011, en plena recesión económica, aún faltaban algunos años para que se produjera el movimiento reivindicativo del 11M de 2015, que ha acabado con sindicatos sustituidos por mareas, asociaciones vecinales por movimientos ad hoc contra los desahucios, partidos a la izquierda de la izquierda que han sustituido militantes por inscritos...y sobe todo han formado a una juventud transversal que se interesa de lo que cree que son sus problemas, como el protagonista de la película y se reivindican frente a unos padres paralizados por el miedo, que recurren a endurecer las medidas de control que protejan a sus hijos de accidentes como el ocurrido en el pueblo. Pues todavía tenía que producirse una pandemia global para que estos jóvenes se hicieran más transversales todavía, se alejaran de sus mayores y se erigieron en portadores de la nueva política. ¿De qué nos extrañamos? El film es un buen testimonio de los años en que se hizo.

Los jóvenes no pueden salir de noche porque se lo impiden las leyes, no pueden correr con la música muy alta en los coches, deben entrar en casa a las 9 los dias de la semana y a las 11 los fines de semana. Pero eso no quiere decir que se dobleguen a la sociedad patriarcal. Bailan por supuesto, y no e forma casta y modosita (hacen con sus cuerpos lo que quieren), pierden su virginidad, ellos y ellas, se pegan, beben y hacen lo mismo que quienes los precedieron y murieron en el accidente que se quiere evitar. Pero, eso sí, van a misa, que para eso se han preocupado los padres de que recibieran una formación religiosa y aparentemente decente, aunque sean conscientes que eso es una pura entelequia. ¿De qué nos extrañamos? ¿Acaso ignonan esto los que critican el film? ¿Miran a su alrededor? ¿Les gusta a sus hijos? A algunos sí, porque son tan líquidos, transversales, e hipócritas como los del film. El argumento del protagonista para que les dejen bailar es como poco egoísta (no quiero decir que no les dejen bailar; hay que ver el film para saber de lo que hablo). Pronto entenderán por qué muchos no quieren tener hijos y desciende la natalidad. El final del film, en el que todo el pueblo colabora con ilusión a montar el lugar donde se va a celebrar el baile ya permitido, es una buena crónica de que cuando se reúnen unos cuantos jóvenes para divertirse, su forma de actuar tiene poco que ver con el mojigato discurso del protagonista, que carece por completo del don de la empatía.

Esto es así, pero es igual de interesante proponer esta reflexión a la sociedad y preguntarse si es posible demostrar a la humanidad que el progreso de hombre es real y que cada vez se aleja más de su antepasado el chimpancé. Porque los jóvenes que mueren no sufren el accidente por haber bailado, sino por haber bailado, bebido hasta reventar y volver a casa cantando y besándose en el coche, sin mirar a la carretera. Y en este aspecto, la película no es en absoluto mojigata, pero sí muy hipócrita. Pero eso ya lo denunciaron otros directores, con la diferencia de que ahora, esos jóvenes que se proclaman detentadores del derecho a la libertad y la diversión hasta que les llegue la hora de las responsabilidades, quieren asumirlas soplando y sorbiendo al mismo tiempo. Tampoco de esto son culpables, pero ese es otro asunto. Yo creo que el film está bien hecho, y a la vez muestra de tal forma las contradicciones que permite a más de uno decir que el producto es aborrecible. Yo la recomiendo, y a la vez invito a pensar que el film es de 2011 y estamos en 2022, y es probable que lo que a muchos no les ha gustado, se ha agudizado más todavía.


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