Recambio de princesa.

 


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LA EXTENSIÓN DE LA BANALIDAD HASTA UN SEGUNDO GRADO...HAY TERCERO. LA NAVIDAD COMO EXCUSA PARA MANIPULAR  Y POTENCIAR EXPERIENCIAS VICARIAS


Ficha de identificación:


Título original: The Princess Switch; Switched Again

País: Estados Unidos

Año: 2020

Duración: 96 minutos

Género: Comedia romántica navideña


Dirección: Mike Rohl

Guion: Robin Bernheim, Megan Metzger

Dirección de Fotografía: Fernando Arguelles

Música: Alan Ari Lazar


Compañías productoras: Brad Krevoy Television; compañía distribuidora: Netflix


Reparto:


John Jack: Locutora

Vanessa Hudgens: Stacy

Sam Palladio: Edward

Mark Fleischmann: Frank

Mia  Lloyd: Olivia

Nick Sagar: Kevin

Suanne Braun: Mrs, Donatelli

Lachlan Niebo: Antonio.


SINOPSIS:


Se acerca la coronación de Margaret, pero su relación con Kevin está pasando por una mala racha. Ahora le toca a Stacy ayudarla antes de que otra doble lo fastidie todo.


LO QUE SE DICE:


Si la primera no gustó, la secuela reduce todavía más el entusiasmo. La página española Filmaffinity  baja la nota media  de 4,4 en 'Cambio de princesa' a 3,4, basada en 529 votos de sus lectores, y la norteamericana Imdb de 6 a 5,4, de acuerdo con la valoración de 12000 de sus usuarios. Los críticos no son tan duros, aunque la tachan de empalagosa, (Helen T. Verongos, The Hollywood Reporter), otros nos dan la razón y la tildan de agradable secuela del éxito de 2018, una fantasía trivial, sí, pero que satisfará a los espectadores con ganas de algo vistoso navideño (Dennis Harvey, Variety); tiene cierto encanto (Jonathon Wilson, Ready Steady Cut); película navideña sorprendentemente amable, dulce y sentimental que se pasa volando ( Gabriela Geisinger, Digital Spy); se ha conseguido que la fórmula vuelva a funcionar (Brett Whiter, Decider). Pero también, por el contrario, hay quien la considera una secuela chapucera , más convencional que su predecesora (Deordre Molumby, entertainment.ie); tonta y predecible, aunque probablemente eso es lo que espera la audiencia a la que va dirigida (Jennifer Green, Common Sense Media).


CRÍTICA:


Siguiendo con un relato tan absurdo como en la película original de 2018, hay algo más pretencioso y  casposo en esta secuela que incorpora personajes bizarros, y una protagonistas intercambiables, interpretadas ambas por Vanessa Hudgens un poco más vulgares, más metidas en sus papeles rancios y más asentadas en sus roles de princesas condescendientes que conservan un amigo pastelero. La diégesis de cuento de purpurina se desliza hacia un relato más cercano a la saga de Sissi, salvando las distancias y con bastante menos magia y credibilidad. Pero además aparece una prima que no encaja en una familia real y que protagoniza alguna secuencia pretendidamente graciosa que no provoca ni una media sonrisa, al tiempo que se establecen una serie de complicidades y medias verdades que intentan que no se tambalee el statu quo creado en el relato de partida. Netflix asume la distribución de estos productos que, no nos equivoquemos, tienen su público, por eso hay que ser cuidadosos y no tratar obras que han revolucionado el cine y tienen un sustrato de interés que acaba consolidándose con el tiempo, mientras caen en el olvido consideradas maestras, como si se tratara de estos bodrios que tienen el mismo contenido intelectual que una cena de empresa: pasarlo bien sin calentarse la cabeza. La forma, convencional en extremo, se corresponde a un fondo superficial y complaciente con un mundo inamovible.



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