Hermanas de sangre. Creador: Temidato Makanjuola. Ficha de identificación y crítica

 

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THELMA Y LOUIS A LA NIGERIANA, CON FINAL  APOCALÍPTICO, DE ACUERDO CON LAS CIRCUNSTANCIAS DEL PAÍS CENTROAFRICANO

Ficha de identificación:

Título original: Blood Sisters

País: Nigeria

Año: 2022

Temporada 1; episodios 4: duración 58 minutos

Género: Thriller

Creador: Temidayo Makanjuola

Directores: Biyi Bandele y Kenneth Gyang

Guion: Craig Freimond, Temidayo Makanjuola, Zelipa Zulu 

Música: Kulanen Ikyo, Spyce Bro

Edición: C.A.van Aswegen, Andrew Webber

Dirección artística. Abisola Omolade

Prouctores: Mo Abudu, Heidi Uys

Diseño de producción: Surisa Surisa

Compañías productoras: EbonyLife Films, Spyce Bro; distribución: Netflix

Reparto:

Onidima Okojie: Sarah

Nancy Isime: Kemi

Jahdiel Olaouluwa Akinrowo: FJ Ademola

Deyemi Okanla: Kola Ademola

Kehinde Bankole: Olayinka

Kate Henshaw-Nuttal: Uduak

Genoveva Umeh: Timiyen Ademola

Wale Ojo: Inspector Slo Jo Abassanjo

Tope Tedala: Dr. Adoboye

SINOPSIS:

Cuenta la historia de dos amigas, Sarah y Kemi. Sarah está comprometida con el hombre de sus sueños, Kola. Sin embargo, su unión aparentemente idílica tiene un lado oscuro.

LO QUE SE DICE:

La miniserie no ha convencido ni en España, que ni siquiera la aprueba, con una nota media de 4,7, basada en el voto de 47 lectores, una media que sube a 5,5 en la norteamericana Imdb, según las valoraciones de 1000 usuarios.

Los críticos norteamericanos que se han manifestado en torno a esta serie sostienen que, aunque sea un poco melodramática, carezca de un buen guion y las actuaciones sean mejorables, merece la pena verla, para poder entender, gracias a esta oportunidad que nos da Netflix, cómo va avanzando el respeto a la diversidad y los obstáculos que van oponiendo al desarrollo las clases pudientes del país. (Joel Keller, Decider, y Jonathon Wilson, Ready Steady Cut).

CRÍTICA:

El guionista, el creador y sus directores, nos hablan en 'Hermanas de sangre' de una sociedad matriarcal en la práctica, de facto, en la que arrebatar el poder al que lo tiene no parece muy difícil. Aunque es el hombre el poderoso, el que posee la fuerza física y maltrata a las mujeres, y si es jefe de un clan empresarial a todos los subordinados, sean funcionarios del estado o no, ya que todos son hombres y mujeres que están a sus órdenes y a los que es fácil comprar, incluso en un control de carretera. Un país que Blood Sister presenta como fallido a causa de una corrupción que lo envenena todo, y en la que se puede, si se forma parte de la clase dominante, deshacerse de quien resulte molesto, ya sea el marido, el hijo o el subordinado, incluso ante la presencia de las fuerzas del orden, que se desplazan por los caminos en jeeps amenazantes, con uno de los números de pie, sobresaliendo del techo del vehículo con un fusil cargado y dispuesto para disparar. Si a un hombre o una mujer no les tiembla el pulso para apretar el gatillo, acaba dominando a todos los demás que tiemblan en su presencia. En la serie juega este papel la madre de Kola, una temible matriarca. La población civil (Nigeria tiene 200 millones de habitantes, más de 50 millones más que Rusia) vive en palafitos sobre el agua insalubre, en cabañas prácticamente neolíticas o en casas muy pequeñas y amontonadas, y responden con humildad a quienes, perteneciente a las clases altas, se cruzan en su camino. Esta sensación de inseguridad y temor se incremente por la supervivencia de tribus ancestrales que practican ritos funerarios primitivos que obligan a los aldeanos a meterse en casa para evitar ser secuestrados e inmolados con el jefe muerto.

Las mujeres de clase media y alta se caracterizan por sus tipos muy cuidados, de acuerdo con la moda que algunas siguen y que comenzaron las Kardasian, ahora mucho más exagerada en la zona de caderas y pechos; enormes pestañas postizas, con independencia de la edad, uñas postizas, largas, afiladas y pintadas de colores vivos, y altísimos tacones de castigadoras. Esta es la imagen que venden realizadores autóctonos, como se puede observar bien en los créditos que incorporamos arriba. Ignoramos si es una mirada crítica o complaciente porque no conocemos suficientemente la idiosincrasia nigeriana (Netflix incorpora ya muchas series realizadas en este país), aunque su observamos que las mujeres más pobres prescinden de estos accesorios. A la inversa, en celebraciones importantes para la familia, como la boda con la que comienza la serie que denuncia el maltrato del futuro marido y sus consecuencias, las mujeres usan indumentaria y tocados que las relacionan con sus ancestros y con la mayoría de la población, como muestra algún plano cenital, que sobreviven de mala manera en las zonas más pobres de todo el país.

Una serie que yo también creo que hay que ver, para no hablar tan frívolamente como lo hacemos del estadio de desarrollo en que se encuentra el Continente Africano, que algunos siguen llamando Negro.