El cuento de la criada. (Serie TV). Revisión y crítica

 

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SERIE DRAMÁTICA BASADA EN EL BEST-SELLER DE MARGARET ATWOOD. UNA DISTOPÍA DE UN FUTURO MARCADO POR EL RETROCESO DE LA SOCIEDAD.

Ficha de identificación:

Título original: The Handmaid' Tale (Serie TV)

País: Estados Unidos

Año:2017

Temporada  1: episodios  10 ; duración : en torno a los 50 minutos

Ficha técnico-artística: 

Creador: Bruce Miller

Directores: Reed Morano, Mike Barber, Kate Dennis, Floria Sigismundi, Kari Skogland, Daina Reid, Jeremy Podeswa, Dearbhla Walsh, Amma Asante, Deniz Gamze Ergüyen

Guion: Bruce Miller, Ilene Chaiken, Dorothy Fortenberry, Lynn Renee Maxcy, basado en la novela de Margaret Atwood

Casting: Sharon Bialy, Robin D.Cook, Russell Scott, Sherry Thomas

Dirección de Fotografía: Colin Watkinson, Zoe White, Stuart Widdlecombe

Música: Adam Taylor

Edición: Wendy Hallam Martin, Christopher Donaldson,  Julian Clarke, Aaron Marshall , Ana Yavari

Dirección artística: Martha Sparrow, Evan Webber, Adriana Bogaard, Nicolas Lepage, Larry Splitter...

Decoración del set: Rob Hepburn, Andre Nicolas Malouf, Christina Kuhnigk, Caroline Gee, Sophie Neurdorfer

Diseño de Vestuario: Anne Crabtree, Natalie Bronfman

Jefe de Departamento de maquillaje: Burton LeBlanc

Estilista de peluquería: Antoinette Julien

Productores: Kyra Snyder, Dorothy Fortenberry

Productores ejecutivos: Warren Littlefield, Bruce Miller, Elisabeth Moss, Mike Barker, Fran Sears, Daniel Wilson, Ilene Chaiken, Reed Morano, Steve Stark

Diseño de producción: Elisabeth Williams, 

Compañías productoras: MGM Television, Hulu, , emitida por Hulu; distribuida por HBO Max

Reparto:

Elisabeth Moss: June Osborne

Joseph Fiennes: Fred Waterford, 

Max Minghella: Nick Blaine,

Yvonne Strahovski: Serena Joy Waterford,

Alexis Biedel: Emily Malek,

Ann Dowd: Tía Lidya Clements, 

Madeline Brewer: Janine Lindo,

Amanda Brugel: Rita Blue,

OT Fagbenie: Luke Bankole,

Samira Wiley: Moira Strand,

Nina Kiri: Alma,

Bahia Watson: Brianna,

Bradley Whitford: Joseph Lawrence,

Stephen Kunken: Warren Putman,

Ever Carradine: Naomi Putman,

Sam Jaeger: Mark Tuello,

Jenessa Grant: Dolores

Sinopsis:

Serie de TV (2017 ). 3 temporadas. 36 episodios. En un futuro distópico donde se ha implantado una dictadura fundamentalista, una joven se ve forzada a vivir como una concubina para dar hijos a su señor. Tras el asesinato del presidente de los Estados Unidos y la mayoría del Congreso, se instaura en el país un régimen teocrático basado en los más estrictos valores puritanos. Los Estados Unidos de América, desde ese momento, pasan a ser conocidos como la República de Gilead. En esa nueva sociedad, la mayor parte de los valores modernos occidentales han quedado desterrados. La mujer pasa a un segundo plano, siendo prácticamente un objeto cuyo único valor está en sus ovarios, pues hay un problema de fertilidad en Gilead. Adaptación de la novela de Margaret Atwood.

Lo que se dice; decae en las siguientes temporadas según Leonardo D'Esposito .

El film ha sido muy bien valorado por la prensa, un hecho que reflejan la página española Filmaffinity, que publica una nota media  de 7,7, basada en el voto de 24,240 lectores, una media que la norteamericana Imdb eleva a 8,4, según las valoraciones de 206,000  usuarios. Los argumentos que da la prensa son que  la serie es una historia desconcertante y magistral de un futuro no muy lejano (Leah Greenblat, Entertainment Weekly); una serie que con la llegada de Donald Trump logró una gran actualidad (Diego Lerer, Micropsiacine.com); decae en las siguientes temporadas (Leonardo D'Espósito, Revista Noticias).

CRÍTICA:

Ayer, 8 de marzo, se celebró en todo el mundo 'El Día Internacional de la Mujer Trabajadora', una efemérides que aconseja a todas las mujeres revisar este relato cinematográfico, pero también a los hombres, por lo que pueda afectarles, algo muy aconsejable en los momentos que estamos viviendo. Atravesamos tiempos convulsos, en los que se está produciendo una revolución tecnológica de importantes consecuencias económicas, con una profunda transformación de los medios de producción  y, como consecuencia en un reajuste en el modo de reparto de la riqueza y la conformación de las nuevas clases sociales. Todos vemos la rapidez con que se arruinan los comercios de las grandes ciudades y comienzan a proliferar, en su lugar, los almacenes en los que los 'riders' cargan y descargan los productos que transportan en sus bicicletas y comienzan a aparecer tuc-tucs con todo tipo de funciones, incluida la de viajes turísticos por las calles de los núcleos urbanos visitados, todo ello agravado por la aparición de una pandemia mundial, que cierra el ciclo de la crisis. Son momentos en los que priman las emociones, se anteponen los sentimientos, y se menosprecia la razón, en una sociedad que ya no es la sólida de antaño, ni la líquida que tan bien describía Bauman, sino la ahora llamada gaseosa, en la que un escándalo es sustituido en la prensa y las mentes de los ciudadanos de un día para otro. Hemos dejado atrás esos momentos de solidez, esos periodos que Giulio Carlo Argán definía como clásicos, de escasa brevedad, que iban hilvanando otros de más larga duración, románticos, en los que lo que domina es la sinrazón; algunos pensábamos que el conocimiento era irreversible, que la sociedad podía tener momentos de retroceso, pero que los avances enraizados no tenían vuelta atrás. Desgraciadamente, Margaret Arwood viene a sacarnos de nuestro error en su 'Cuento de la criada'.

El relato es verdaderamente estremecedor, una distopía que recuerda mucho al proceso mental e intelectual que estamos experimentando, y que nos demuestra que podemos retroceder, rodeados de la tecnología y las comodidades, al Medioevo. La atmósfera creada por Bruce Miller es absolutamente gótica, hasta el extremo que causa extrañeza ver a los personajes escribiendo en un ordenador en estancias en las que puede aparecer el propio Drácula, que disponen de estancias subterráneas para la tortura, y en cuyos muros se cuelgan los cadáveres de los ajusticiados. El terror que respiramos es mucho peor que el de las historias propias del género, porque es real; estamos ante un relato de ciencia-ficción sólo porque hoy todavía pensamos que lo que ocurre en la pantalla no es posible, pero lo tremendo es que puede ser. Elizabeth Moss, estupenda en su papel, está caracterizada, junto a las demás esclavas reproductoras, como un personaje extraído de una pintura flamenca del renacimiento, las famosas mujeres con cofia. Una transición rápida e incomprensible la ha llevado hasta ahí, y su vida ha cambiado profundamente. La tortura se ejerce con instrumentos actuales, reconocibles por cualquier aficionado al cine de acción, pero hay algo muy preocupante: estas mujeres que padecen en su cuerpo la opresión más cruel, se lanzan sobre un hombre, al que sus torturadoras acusan de violador, sin pruebas, y lo liquidan. Esta es una de las secuencias más preocupantes, unida a la cotidianidad  de una vida en la que se las ha reducido a la calidad de objeto al servicio de los señores de la casa.

La serie, basada en el libro, pone en evidencia, como se han esforzado en demostrar teóricas feministas, entre ellas Teresa de Lauretis, que no se puede emplear el genérico 'mujer', sino hablar de mujeres. Por la pantalla vemos desfilar esclavas reproductoras, sirvientas, torturadoras, señoras de la casa, etc., (una diversidad bien representada en el cartel que encabeza el texto), y cada cual cumple con el rol de la clase a que pertenece. Una tremenda lección, porque el papel del patriarca es el del hombre culto, refinado y amable, al que le allanan el camino otras mujeres, incluida su esposa. Una serie estremecedora, que en la temporada 1 está dividida en 10 episodios, (la mejor clasificada de las temporadas que han venido a continuación), que viene a advertirnos de que debemos estar en guardia frente a cualquier maniobra que haga retroceder a la humanidad a tiempos que parecen superados. Estupenda en el fondo y en la forma, en el texto, el contexto y el subtexto; una serie que merece la pena ver, disponible en HBO Max