Living.Oliver Hermanus. Ficha de identificación y crítica,

 


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BILLY NAGHY SEÑOR DE PRINCIPIO DE SIGLO


Ficha de identificación:


Título original: Living
País: Reino Unido, Coproducción Reino Unido/Suecia/Japón
Año: 4 de enero de 2023,estreno en cines.
Duración: 102
Género: Drama, enfermedad, remake
Plataforma: Filmin
Sin recomendaciones de edad

Dirección: Oliver Hermanus
Guion: Kazzuo IshiguroAkira Kurosawa, adaptación del su película  Ikiru, Shinobu  Hasimoto, Ideo Oguni
Casting: Kahleen Crawford
Dirección de Fotografía: Jamie Ramsay
Música: Emile Levianaise-Farrouch
Edición: Chris Wyatt
Dirección artística: Andrea Stern, supervisor Adam Marshall
Decoración del set: Sarah Kane

Diseño del vestuario. Hombres: Connor Dalton; mujeres: Eva Roeles. Supervisor: Ashleigh Lennox
Maquillaje y peluquería: Ellen D'Andrade Brown; supervisor: Carolyn Cousins

Productores: Elizabeht Karlsen, Stephen Woolley
Productores ejecutivos: Daniel Battseck, Emma Berkofsky, Peter Hampden, Kazuo Ishiguro, Ko Kurosawa, 
Diseño de producción: Helen Scott
Compañías productoras: Ingenious, Film4 Productions, Film I Väst, Filmgate Films, Kurosawa Production Co., Number 9 Films, County Hall, Lipsync Productions. Distribuidora: Lionsgate UK; plataforma de Streaming: Filmin.


Casting:


Bill Nighy: Williams
Aimee Lou Wood: Margaret Harris
Alex Sharp: Peter Wakeling
Adrian Rawlins; Middleton
Hubert Burton: Rusbridger
Oliver Chris: Hart
Michael Cochrane: Sir James
Anant Varman
Lia Williams: Mrs. Mcmasters


SINOPSIS:



El estreno más emocionante del año. El escritor Kazuo Ishiguro y el director Oliver Hermanus adaptan el guion de una de las películas más recordadas de Akira Kurosawa para trasladarlo al Londres de la postguerra. Un Bill Nighy brillante pone el broche de oro a la que, sin duda, será recordada como una de las grandes actuaciones de su carrera, pues le valió su primera nominación al Óscar. 1950, Londres. Williams es un veterano funcionario que vive enterrado bajo el papeleo de la oficina mientras en el mundo exterior la ciudad se reconstruye tras la II Guerra Mundial. Al recibir un demoledor diagnóstico médico, vacía su cuenta de ahorros y se dirige a la costa. Se promete hacer de sus últimos días un tiempo significativo, pero se percata de que no sabe cómo hacerlo. Después de que un misterioso desconocido lo lleve a la ciudad, Williams se siente intrigado por una joven compañera de trabajo que parece poseer la vitalidad que él había perdido. Con la ayuda de su optimista colega, Williams pone todo su empeño en hacer feliz, de un modo sorprendente, a su entorno.


LO QUE SE DICE:

El film ha gustado mucho al público, un hecho que se pone en evidencia en las medias que publica Filmaffinity, 6,6, basada en el voto de 2,589 lectores, una media que Imdb eleva a 7,3, de acuerdo con las valoraciones  de 22.000 usuarios.

Los críticos han calificado esta película de Oliver Hermanus en ocasiones de forma superficial, lo que produce cierta tristeza, algo que hace Carlos Boyero cuando afirma que más allá del trabajo de Bill Nighy no ocurre nada grandioso o que te produzca especial emoción (diario El País). Más acertado está Luís Martínez cuando afirma que su resultado no puede por menos que enamora (Diario 'El Mundo'). Para David Ehrlich (IndieWire) nada es especialmente memorable. 


CRÍTICA:



El film, multigalardonado en los certámenes de cine más importantes tanto de Estados Unidos como de Inglaterra, en cuyo reconocimiento se han implicado no solo los críticos sino las compañías y los productores, supone un homenaje al reconocido actor Billy Nighy, estando vivo. Todos han querido hacer un reconocimiento a este actor británico que tanto nos ha conmovido y nos ha hecho soñar, incluso en comedias como Love Actually (2003), y lo han hecho tomando como referente a Akira Kurosawa y su película Ikiru, ambientada en Living en el Londres de posguerra, cuyos protagonistas son verdaderos Gentlemen, compañeros de trabajo con 'bombin', estirados, trajeados, con corbata, pero que padecen del mismo mal que muchos hombres actuales de todas las edades: la tendencia a procrastinar, o dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, lo que provoca que los papeles, los informes de todo tipo  y los proyectos, se amontonen encima de sus mesas de trabajo.

La cámara se torna antiedadista y mira a un hombre mayor que, precisamente por esta razón, recibe menos atención que un mueble. La nuera atornilla al hijo para que lo presione, venda la casa y les de su parte, con la que la pareja pueda comprar una casa nueva; su desprecio por este hombre que tiene una enfermedad marginal y confía más en una compañera de trabajo que en aquellos con los que convive, le impide explayarse, mostrar su soledad y su miedo ante el otrora nño que fue objeto de sus cuidados y que, cuando ya no haya posibilidad de cambiar de actitud, lamentará no haberse podido despedir de su padre como hubiera deseado. Las familias no son siempre el lugar donde un hombre mayor y solo reciba el cariño que reclama en su interior y que lo empuja a una soledad no deseada.

Este es el verdadero background de un film narrado de manera lineal, con una imagen austera, contenida, que da poco pie para explayar los sentimientos, hasta que, cuando se produce el desenlace previsto desde la primera secuencia, el director opta por recurrir al flashback para contarnos cómo fueron los últimos momentos de vida de Williams, y cómo será recordado por los vecinos de un barrio modesto que quieren un pequeño parque para que se explayen sus niños. De esta manera, Oliver Hermanos, con una sensibilidad semejante a la que muestra nuestro cantautor Juan Manuel Serrat, opta por hacer hablar a esas pequeñas cosas que nos humanizan: un parque, unos columpios y una canción que  evoca al protagonista el tiempo perdido, su infancia, a su madre..., una forma de acercarse al final de la vida que inspirará respeto a un joven Bobby, que le deja permanecer en un columpio infantil, consciente de que Williams está en otra parte.

Billy Nighy es homenajeado y cumple sobradamente su papel, nos deja un bonito testimonio de su trabajo, pero, a la vez, él mismo homenajea a todas aquellas personas que se hacen mayores y sufren la soledad y la incomprensión de los suyos, buscando en personas más sensibles la comprensión que no encuentran en su hogar. Sus compañeros recogen su legado y se comprometen a seguir sus pasos, pero pronto se dejarán llevar por su tendencia a procrastinar, hasta que un joven, narrador subjetivo que alterna con el objetivo de la cámara, les recuerde discretamente el pacto a que habían llegado: seguir los pasos del jefe desaparecido y aferrarse a la vida en vez de desaprovecharla. Me parece un texto interesante, bien contextualizado y con un subtexto muy actual.







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