Amor al cuadrado. Filip Zylber. Ficha de identificación y crítica

 


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UN ROMANCE UBICADO EN LA POLONIA CATÓLICA


Ficha de identificación: 


Título original : Miłość do kwadratu
País : Polonia
Año: 2021
Duración: 101 minuto
Género: comedia romántica
Plataforma: Netflix
Recomendación de edad: desde los 7 años en Francia, hasta los 14 en EE.UU.

Dirección: Filip Zylber
Guion: Wiktor Piatkowski, Marzanna Polit
Director de Fotografía: Maciej Lisiecki
Música: Michal Kush
Edición: Krzysztof Boron

Diseño de vestuario: Anna Meczynska
Maquillaje artistas: Ewa Kowalewska

Productor: Magdalena Szwedkowicz
Productores ejecutivos: Ewa Jastrzebska, Ryszard Sibilski
Compañías productoras: Netflix, Endemol Polska; distribuye Netflix


Casting:

Adrianna Chlebicka: Monika
Mateusz Banasiujk: Enzo
Agnieszka Zulewska: Alicjia
Krysztof Czeczot: Jacek Sczepanski
Miroslaw Baka: Padre de Klaudia
Tomasz Karolak: Director Instituto
Bartolomiej Kotschedoff: Szymon 
Jack Knap: Andrezej 
Anna Smolowick: Ilona
Helena Mazur: Ania


SINOPSIS:



Un periodista famoso y mujeriego duda de las decisiones que ha tomado en la vida cuando se enamora de una modelo misteriosa que lleva una doble vida.


LO QUE SE DICE:



El film no ha sido bien recibido por la prensa, una realidad que se pone de manifiesto en la nota media que ofrece la página española Filmaffinity, 3,6, basada en  los votos de 480 lectores, una media que Imdb eleva cualitativamente a 5,1, superando la barrera del aprobado, según las valoraciones de 3,700 usuarios de la página. Rotten Tomatoes publica unos índices de aceptación catastróficos: un 17% de la prensa, consultadas tan solo 6 reseñas, un índice que sube hasta el 33% del público, pulsada la opinión de 50 espectadores.

Las escasas reseñas no aportan datos de interés para ofrecer al lector.


CRÍTICA:


El film es ligero, luminoso, colorista y brillante, un discurso atractivo con un background  que, en apariencia, carece de interés, que si sirve de algo, y lo hace, es para ofrecer un testimonio de la tutela que ejerce la iglesia católica sobre los ciudadanos desde la revolución del Lech Walesa, activista en pro de los derechos humanos que fundó el primer sindicato obrero en el bloque del Este, en Polonia, Solidaridad,  y recibió el Premio Nobel en 1983. Algo que todos habíamos olvidado, y ahora nos viene en forma de un lenguaje de comedia relajada y paternalista, con un mensaje de buenismo, semejante al que hacen los Javis en España, con curas divertidos, tanto como las monjas españolas, verdaderos padres de sus feligreses, a los que imponen condiciones extravagantes para llevarlos al altar, pero que en el fondo son cachondos mentales muy simpáticos y cercanos. Se podría hablar de propaganda política, en la que lo que se vende es completamente bizarro, sirviéndose de un relato en el que los personajes más racionales se muestran como faltos de empatía, incapaces de sonreír y con expresión amargada,  finalmente derrotados por los más bondadosos que se mueven en el área de influencia de la iglesia católica. Por otra parte, el film invita a repasar la historia de esta época en la que comenzó un proceso que ha llevado a los polacos a sus posiciones actuales, poniendo el foco en una clase media, informatizada y con recursos económicos suficientes para convertir su vida en una especie de Feel Good Movie, en la que, incluso quien ha tenido que huir del país, acosada por las deudas que genera su dedicación al arte, puede cubrir una apariencia de gente bonita. Nada de clochards u homeless como los que pueblan las calles europeas.

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