D.P.; El cazadesertores 2. Ficha de identificación y crítica

 


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TEMPORADA 2 DE UNA SERIE MASCULINISTA, HECHA PARA HOMBRES, PUESTO QUE SON LOS ÚNICOS RECLUTADOS OBLIGATORIAMENTE EN LOS EJÉRCITOS DE TODO EL MUNDO. LA EXCEPCIÓN ES UNA MUJER QUE APARECE EN EL RELATO, MÁS CRUEL Y DURA QUE ELLOS


Ficha de identificación;

Título original: D.P. (Serie TV, temporada 2)
País: Corea del Sur
Año: 2023
Temporada 2; episodios 6; duración; en torno a los 50 minutos de duración
Género: drama militar, acción
Plataforma: Netflix
Edad recomendada: TV-MA, mayores de 17 años; en España a partir de los 16 años

Guion y dirección Han Jun-hee, basada en la webtoon de Kim Bo-Tong: "D.P, Dog Day"
Compañías productoras: Lezhin Studio, Climax Studio, Homemades Films; distribución: Netflix


Casting:


Kim Seong-gyoon: Park Bum-Soo
Sukku Son: Im Ji-sup
Kim Bum-Soo: Kim Il Seok
Hyun Chul-cho: Cho Seok Bong
Jung Hae-in (Something in the Rain): Ahn Joon-ho
Choi Hyun-wook: Shin Ah-wi
Ji Jin-hae: Goo Ja-woon
Kim Ji-hyeon: Seo Eun
Kwon Hae-hyo: Ahn Tae-hyung
Koo Kyo-hwan: Han Ho-yul
Park Mi-hyeon: Madre de Joon Ho
Park Se-joon: Heo Gi-yeong
Moon Sang-hoon: Kim Ru-ri
Yoo Su-bin Parg Se-woong
Jung Suk-yong: Oh Min-woo


SINOPSIS:


Jun Ho descubre el alcance de los secretos militares y toma una decisión crítica. Oh Min U busca pruebas cruciales para evitar que se publique. Quien ha visto la primera temporada sabe que An Joon-Ho (Jung Hae-In) es un soldado, callado y tranquilo, pero inflexible. El sargento Park Beom-Goo (Kim Sung-Kyun) se da cuenta de su tenacidad y capacidad de observación y lo transfiere al equipo D.P. (Deserter Pursuit/Persecución en el desierto) con la misión es atrapar a los desertores...


LO  QUE SE DICE:



El film ha sido bien valorado por los espectadores, aunque, al ser estrenado el 28 de julio pasado el primer episodio en muchos países, en pleno periodo vacacional, son pocos los que han accedido a la nueva temporada y menos los que han votado. Imdb  publica una nota media de 8,5, muy elevada, aunque basada en las valoraciones de 42 lectores; Rotten Tomatoes ofrece un índice de aceptación de la audiencia del 92%.


CRÍTICA:


Los seguidores de la plataforma de streaming, son perfectamente conscientes de que, como afirma el mag.elcomercio.pe, las series coreanas se han apoderado del "Top 10 de las producciones más populares de Netflix, por lo tanto, no es una sorpresa que esta plataforma apueste por otra temporada de “D.P.: El cazadesertores”, basada en el webtoon  de Kim-Bo Tong. El resultado de la adaptación de la webtoon de Kim Bo-tong, llamada "D.P, Dog Day".  La serie es oscura, distópica, en la onda de 'La chaqueta metálica', de Stanley Kubrick, en muchos momentos difícil de soportar por su dureza. Soldados entrenados con el rigor y la crudeza de quien debe enfrentarse a situaciones de supervivencia, desarrollan actitudes violentas de acoso a los reclutas más jóvenes, algunos de los cuales, impotentes, acaban desertando. La mayor parte de las veces el desenlace final es trágico.

La serie está bien realizada, el reparto, encabezado por Jung Hae-in es de lo mejor que puede  ofertar el brillante cine coreano, e ignoro si el relato sigue provocando la misma fascinación que las violentas historias militares del cineasta norteamericano, nacionalizado británico, Stanley Kubrick,  consagradas en sus películas. La ola de Denis Gansel /2008) es un film que adapta una 'historia real'  de  un profesor que quiere convertir su aula, a través de un experimento, en una célula de autocracia; busca la cohesión del grupo, la hermandad, mediante unos signos, -un uniforme, un saludo...-, cosas que tiene en demasía un cuerpo como el de los marines norteamericanos, que además dispone en abundancia de munición dentro de su cargador, lo que el recluta que se suicida en el filme de Kubrick  llama su  'chaqueta metálica'. D.P. quizá sea demasiado oscura y logre el efecto contrario.

Por otra parte, no estamos hablando de un cuerpo de mercenarios, sino de uno de los escasos residuos del servicio militar obligatorio, una herencia de la revolución francesa, que ha desaparecido en la mayor parte del mundo. Todos sabemos lo que ha ocurrido en la guerra con la que convivimos cuando el gobierno llamó a los reservistas, que fueron arrancados de sus familias, mientras huían del país los que tenían posibilidades de hacerlo e iniciaron una diáspora. El éxito del kdrama y el kpop surcoreano, y la obligatoriedad de prestar este servicio a la patria, un residuo feudal sin la contrapartida de un beneficio ni para el recluta, ni para su familia (una de las historias más rotundas de la serie nos muestra los estragos del acoso militar en un joven y su pobre madre), una institución que obliga a los que están en la cumbre de la ola del prestigio, como, en este momento, dos miembros de la universalmente famosa banda BTS a abandonar su actividad durante dos años. Esto conlleva una elección difícil: o prestar el servicio antes de conseguir el éxito profesional (tienen de tiempo para incorporarse hasta los 30 años), o esperar a haber conseguido el triunfo social. Una elección difícil. D.P. no es el mejor escaparate, porque no se sitúa en un plano metafísico, en el que el hombre gana en madurez y tiene la posibilidad de volver a casa convertido en un héroe, o por lo menos en un 'hombre', como decían nuestros antepasados, sino que se coloca en un plano muy real, y contextualiza la historia de An Joo-ho en un medio hostil a cualquier ser humano que todavía no haya perdido la empatía.  

La obligatoriedad del servicio militar que afecta a tanto joven surcoreano está penetrando en el amplísimo mundo de su fandom, que atraviesa varios continentes; algunos de sus idols más sobresalientes, como Cha Eun-woo tiene pendiente su ingreso en el ejército, que le apartará dos años de la música y el cine; de momento se ha fotografiado en un cuartel en el que ha visitado al primer miembro de su grupo Astro, que cumple esta obligación. Esto es tangible, no es manipulable, y la cara de la institución que ofrece D.P. es triste y nada ejemplar del trato que reciben muchos jóvenes de acuerdo con su sensibilidad, su entereza o incluso su bondad, aunque también su aspecto físico, con independencia de que este sea normativo o no. Negarse, declararse objetor puede conllevar penas de cárcel que empeoraría la situación del soldado. An Joon-ho ingresa en un cuerpo de la policía militar, D.P. (Deserter Pursuit), encargado de perseguir a los desertores, de darles caza al precio que sea, lo que supone una contradicción ética importante entre los valores que teóricamente se defienden y las prácticas que lo sustentan.

Como he dicho antes, la serie coloca a los jóvenes en una encrucijada muy distinta a la que plantea Kubrick desde los propios títulos de sus películas que llevan una importante carga subliminal, ya se trate de odiseas del espacio, senderos de gloria o chaquetas metálicas. No se habla de jóvenes que han optado por dedicar su vida a la milicia, sino de reclutas forzosos que deben cumplir un servicio entre los 20 y 30 años, que va e interrumpir la opción vital y profesional que han elegido. Y el resultado, en algunos casos, como los que plantea D.P. no es la gloria, sino la destrucción moral, el acoso y en ocasiones la muerte del inadaptado y sus graves consecuencias familiares. Por esta razón algunos califican la serie como antimilitarista, aunque quizá sería mejor hablar de vicios desarrollados en el seno de la institución en la que el soldado raso no se puede defender de sus superiores. Los villanos en este caso no son los mandos superiores, sino los que están en contacto directo con los soldados y se hacen cómplices de sus acosadores, generalmente veteranos, que colocan a su víctima en una situación sin salida a causa de la escalada emocional de los maltratadores y el arrinconamiento de quien padece su acorralamiento. La única mujer que tiene protagonismo en la serie no es menos arbitraria que este grupo de hombres que confunden su papel en el ejército; su misión es acallar los rumores al precio que sea. 

Una serie muy interesante, contextualizada en un país ocupado hasta hace poco, Corea del Sur, que poco o nada tiene que ver con los planteamientos que se elevan por encima de los hombres, a que nos tenía acostumbrados el cineasta británico, empezando por su 'Naranja mecánica', y que tanto convencían a las elites de cualquier ideología. D.P. es dura, y quizá no sea tan atractiva para muchos jóvenes a los que se les pone en la tesitura de seguir con las opciones vitales que he elegido, ingresar en el ejército y unirse a los acosadores o a los acosados. Colocarse en un terreno neutral, incluso con poderosos 'enchufes' no es nada fácil. Un buen ejemplo es el del compañero de An Hoon-jo Han Ho-yul. interpretado por Koo Kyo-hwan que nada con mucha dificultad en estas aguas pantanosas; hay quien ha querido ver en la presencia de esta pareja (en realidad las policías militares suelen ir en grupos de dos) una buddy movie, aunque lo cierto es que en el ejército esta no es una opción fácil de elegir, al menos hasta ahora, ya que, por el contrario, es difícil encontrar una mujer, aunque aquí Kim Ji-hyeon, interpreta a una oficial de alto rango con capacidad de decidir el destino de sus hombres, uno de ellos su ex-marido. Esta situación nos coloca en una pantalla bien diferente a la de las películas sobre la milicia que precedieron a la serie de D.P., y nos traslada a un país oriental con una idiosincrasia muy diferente a la nuestra.

Muy aconsejable.

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