Insidious: La puerta roja. Patrick Wilson. ficha técnica y crítica.

 


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EL ACTOR PROTAGONISTA, PATRICK WILSON, DA UN SALTO Y SE PONE DELANTE Y DETRÁS DE LA CÁMARA, LO QUE EXPLICA MUCHAS COSAS


Ficha de identificación: 


Título original: Insidious: The Red Door
País: Estados Unidos
Año: 2023
Duración: 107 minutos
Género: Terror (viajes astrales)
Hoy en cines
Edad recomendada:  mayires de 16 años

Dirección: Patrick Wilson
Guion: Scott Teems, basado en una historia de Leigh Whannel, creador de los personajes
Dirección de Fotografía: Autumn Eakin
Música: Joseph Bishara
Edición: Michel Aller, Derek Ambrosi
Dirección artística: Abraham Chan, Zebah Pinkham
Decoración del set: Beth Kushnick

Diseño de vestuario: Dajia Milan
Jefe de Departamento de maquillaje: Ashley Levy
Estilista de peluquería: Vanessa Davis

Productores: Jason Blum, Oren Peli, James Wan, Leigh Whannell
Productores ejecutivos: Derek Ambrosi, Charles Layton, Steven Schneider, Ryan Turek
Diseño de producción: Adam Reamer
Compañías productoras. Blumhouse Productions, Sony Pictures, Stage 6 Films, Screen Gems, Alliance Films; distribuye SONY Pictures


Casting:


Ty Simpkins: Dalton Lambert
Patrick Willson: Josh Lambert
Rose Byrne: Renai Lambert
Sinclair Daniel: Chris Winslow
Hiam Abbass: Profesora Armagan
Andrew Astor: Fister Lambert
Juliana Davies: Kali Lambert
Steve Coultor: Carl
Peter Dager: Nick
Justin Sturgis: Alec Anderson
Joseph Bishara: Lipstick Demon
David Call: Smash Face
Stephen Gray: Sick niño
Robin S.Walker:  Supervisor Robbins
Leigh Whannell: Specs
Angus Sampson: Tucker
Kin Shaye: Elise Rainier


SINOPSIS:



El Capítulo 5 continúa con la familia Lambert casi diez años después de los eventos del Capítulo 2. Para poner finalmente a sus demonios a descansar; Josh (Patrick Wilson) y su hijo Dalton (Ty Simpkins), ya un universitario, deben de ir más profundo hacia el Más Allá de lo que nunca habían ido, encontrándose con el pasado oscuro de su familia y un sin número de espantosos terrores que se esconden detrás de la puerta roja.


LO QUE SE DICE:


El film no ha entusiasmado al público, como evidencian las notas medias de la página española Filmaffinity, 5,1, basado en el voto de 1,277 lectores, una media que Imdb eleva a 5,7 , de acuerdo con las valoraciones de 23,000 usuarios. Rotten Tomatoes publica un índice desastroso de aceptación de la prensa, 39%, consultadas 109 reseñas, y del 69% del público, pulsada la opinión de  1000 usuarios.

Las reseñas hablan de que el film no da mucho miedo, debido a un mal sentido del ritmo (Bob Strauss, San Francisco Chronicle); a pesar de durar menos de dos horas, la película resulta ser un suplicio de más de tres horas, un pecado capital en el género de terror trepidante  (Valerie Complex, Deadline); tan aburrido como un clavo en un ataúd antes de romperse (David Ehrlich, Indiewire)...Resulta simpática, aunque cruel, la crítica de Andrew Parker (The Gate) : Los espectadores deberían preguntarse por qué pagarían casi 15 dólares por la misma recompensa emocional  que uno podría obtener mirando una pared durante 105 minutos, mientras alguien deja caer al azar objetos en el fondo.


CRÍTICA:



Lo cierto es que el film parece más interesado en satisfacer a los millennials y centennials que en atraerse al público del género. Dalton, el niño que estuvo en coma en la entrega original, accede a la Universidad y sin mayor explicación (digo sin explicación no porque me importe mucho, sino por la forma en que se suceden las situaciones) aparece una chica negra americana que va a compartir la cama de al lado de la del joven en su misma habitación, pero cambia de ubicación al día siguiente, tampoco se sabe por qué, ambos no tendrán compañero en adelante. Esta joven empoderada contribuye con su protagonismo secundario a cumplir las nuevas exigencias de los guiones. Como  la institución es de prestigio, predominan los pijos, y la pareja acude a una fiesta de bienvenida de la Hermandad, ya demodé, a la Dalton que accede a ir siguiendo el consejo del padre, Josh Lambert (interpretado por Patrick Wilson) y la presión de la chica; allí encontrarán algún arquetipo más. Cumplidos estos mandamientos de las nuevas generaciones, empieza una sucesión de sustos respecto a la que el espectador adopta dos posturas posibles: o mantenerse a la expectativa confiado para ver donde lo quieren llevar, o pensar que el mayor interés de realizador, guionista y personajes es darse miedo a sí mismos, pasando de su público. Los recursos manidos para aterrorizar se suceden atolondradamente y en torno a una causa que da poco pie para el suspense y que no genera la tensión necesaria que suscite la emoción del que mira. Todo funciona de acuerdo con lo esperado, con las cámaras mirando debajo de las camas, con las puertas rotas a hachazos como en 'El resplandor' de Kubrick, pero a lo bestia, muchos cristales rotos, y apenas una pequeña intimidación a través de una cristalera. Una decepción que lamentamos que corra a cargo de Patrick Wilson, que nos dio, dirigido por Wan, horas de diversión intimidante terrorífica. El background es de carácter familiar, y ni siquiera funciona la aparición/desaparición de una de los personajes más emblemáticos de la saga. La música que, en otro tiempo, sonaba tan amedrentadora, ahora me ha dejado fría. Ya no se puede estirar más el chicle, ahora hecho de recortes de las entregas precedentes.


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