Ficha de identificación:
Título original: Poison
País: Estados Unidos
Año: 2023
Duración: 17 minutos
Género: Fábula, fantástico
Recomendación de edad: con supervisión de los padres
Dirección: Wes Anderson
Guion: Wes Anderson, basado en un relato de Roald Dhal
Director de fotografía: Robert Yeoman, A.S.C.
Editores: Andrew Weisblum, A.C.E., Barney Pilling, A.C.E.
Dirección artística: Claire Peerles
Decoración del set: Anna Pinnock
Diseño de vestuario: Kasia Walicka Maimone
Diseño de maquillaje y peluquería: Frances Hannon
Productores: Wes Anderson, Steven Rales, Jeremy Dawson
Diseño de producción: Adam Stockhausen
Compañías productoras: Netflix & Indian Paintbrush presentan a American Empirical Pictures; distribuye Netflix
Casting:
Dev Patel: Woods
Benedict Cumberbatch: Harry
Ralph Fiennes: Roald Dhal
Ben Kingsley: Doctor Garderbai
Eliel Ford: tramoyista
Benoît Herlin: tramoyista
SINOPSIS:
Un hombre descubre una serpiente venenosa dormida en su cama y se desliza sobre su vientre; un médico y su socio acuden para salvarlo. Adaptación del cuento de Roald Dhal incluida en la colección de cuatro cortos de Wes Anderson.
LO QUE SE DICE:
El público ha acogido de forma muy positiva este corto, lo que se refleja en la página norteamericana Imdb que publica una nota media de 6,9, basada en 6.000 votos de sus lectores. Rotten Tomatoes publica un indice de aceptación de la prensa del 89%, basado en 9 reseñas, y de un 80% de los espectadores, pulsada la opinión de 50 usuarios.
CRÍTICA:
La adaptación más fácil de leer de los cuatro cuentos adaptados de Roald Dhal, que genera en pocos minutos una gran tensión que se disuelve como un azucarillo. Los efectos de extrañamiento son los mismos que en los otros tres cortos, en los que un hombre blanco de ojos claros acaba despreciando a quienes han intentado salvarle la vida, denigrándolos por el color de su piel. Una fábula en la que el espectador descubre la verdadera esencia de la serpiente, en cuyo discurso Anderson rompe con todas las convenciones cinematográficas utilizando un narrador que rompe constantemente la cuarta pared dirigiéndose a los espectadores, al tiempo que se abren las entrañas de los decorados con grietas por las que entran y salen los tramoyistas, enfrentando constantemente la ficción que se representa en la pantalla con la realidad ficcionada que se desarrolla entre bastidores. En esta ocasión el director distingue entre los exteriores y los interiores, muy sencillos por otra parte, en los que discurre la acción.
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