De vuelta en Samdal-ri. Cha Yeong-hoon. Ficha de identificación y breve reseña

 

UNA HAENYEO: LA PROTAGONISTA

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CUANDO EL AMOR MATERNO-PATERNO FILIAL SÍ QUE IMPORTA. UNA DE LAS DECLARACIONES DE AMOR MÁS INTENSA Y EMOCIONANTE DE LA HISTORIA DEL CINE

Ficha de identificación:

Título original: Welcome to Samdal-ri

País: Corea del Sur

Año: 2023, fecha de lanzamiento en España:  2 de diciembre de 2023

Serie TV. Temporada 1; episodios 16. emitidos 14, 15 y 16 los fía 20 y 21 de enero; duración: 70 minutos aprox.

Género: Comedia romántica

Plataforma: Netflix

Edad recomendada: Mayores de 15 años

Dirección: Cha Yeong-hoon

Guion: Kwon Hye-joo

Compañías productoras y distribuidoras conocidas: Netflix

Casting:

Ji Chang-wook: Cho Yong Pil

Shin Hye-sun: Cho Eun-hye

Kim Mi-kyung: madre de tres hermanas

Kang Mi-na: Jo Hae-dal

Shin Dong-mi: Jo Jin-dal

Kang Young-seok: Boo Sang-do

SINOPSIS:

Tras perder a su madre, una pescadora submarina, debido a un informe meteorológico erróneo, Jo Yong Pil decido dedicarse a pronosticar el tiempo para proteger a personas como su madre, pero su precisión en el trabajo bloqueando cualquier información errónea tiene como consecuencia una mala reputación de alborotador testarudo que discute constantemente con el jefe. Su amiga Jo Sam Dal, desea desde siempre abandonar su ciudad e instalarse en Seúl, donde se dedica a la fotografía de moda, tiene éxito y cambia su nombre por  Eun Hye. Sin embargo, conseguido el éxito regresa a Samdal-ri

LO QUE SE DICE:

El film ha sido muy bien valorado por la crítica profesional y el público, pero también por los blogueros expertos en el kdrama. La página Imdb felicita a la serie con un 8,1, basado en el voto de 875 usuarios. Rotten Tomatoes todavía no ofrece datos. Es demasiado pronto, aunque ya se han emitido 14 episodios de los 16, y ya se adivina con facilidad lo que puede suceder en los dos que restan, ya que, a la manera de las clásicas series norteamericanas de la década de los 80, entre ellas Falcon Crest, Los Colby o Dinastía, cada capítulo termina con un epílogo, bien señalado,  que enlaza con un prólogo que introduce el siguiente, y el último episodio emitido ya anuncia algo importante que hace deseable estar pendiente de su difusión los días 20 y 21 del mes en curso.

Si algo hace memorable, más allá del guion y el discurso que subyace, estas series es la entrega de los actores a sus diferentes papeles; actúan con las manos, con las pestañas, con las piernas, el rostro y el cuerpo entero, y si las que se contextualizan en territorio urbano nos informan sobre el sorprendente desarrollo de  Corea del Sur tras conseguir una democracia parlamentaria plena a finales de la década de los 80, tras años de sumisión a otros países, especialmente Japón, y como conviven las nuevas generaciones, independientes y misógamas, con residuos del pasado, como el poder en decadencia de unos padres que todavía pretenden condicionar el futuro de los hijos en las conocidas  citas a ciegas, cuando la acción se traslada a zonas rurales, en este caso la turística isla de Jeju, la narración se torna deliciosa, amable, llana, un poco naïf, y, como no podía ser de otra manera, cede gran parte del protagonismo a las Haenyeo, buceadoras, en ocasiones octogenarias, que se sumergen hasta 10 metros de profundidad, sin máscaras de oxígeno con el objetivo de pescar mariscos como abulones o erizos de mar, provistas de una boya que señala su situación. Estas mujeres protagonizarán la tragedia humana de quien tiene que batirse el cobre con un mar, no siempre tranquilo.

CRÍTICA: 

Una de las líneas argumentales más importante es la de la cada vez más extendida cancelación de personas que, merced a su trabajo, han conseguido con su solo esfuerzo cierta notoriedad, como es el caso de Jo Sam Dal interpretada por Shin Hie-sun, que al desplazarse desde Jeju a Seúl adopta el nombre de Cho Eun-hye y que es destrozada en las redes por una joven subordinada, recientemente incorporada que la acusa de acoso laboral coaccionando a periodistas, empresas publicitarias y todo el universo en que se inscribe la tarea de un fotógrafo. Todos empezamos a sentir el zarpazo de los creadores de rumores de nefastas consecuencias para gente muy cualificada. Los habitantes de su pueblo le avisan, cuando regresa humillada que hay que sumergirse en el agua hasta donde uno sea consciente de que es capaz de aguantar la respiración, ya que, aunque las aguas parezcan tranquilas el mar es muy peligroso. La forma de tratar esta cuestión por parte de los coreanos es tan envolvente y persuasiva, que muchos de los aficionados a su cine repetimos emulando (yo me incluyo) a la protagonista de 'La rosa púrpura de El Cairo' de Woody Allen: por muchos golpes que nos de la vida, siempre volvemos a sentarnos ante la pantalla para renacer gracias a las historias que estos directores y su elenco de actores nos cuentan.

Una vez en el medio rural, Cho Yong Pil nos hace una advertencia respecto a algo que siempre situamos en segundo plano y olvidamos rápidamente: un sueño no tiene que estar relacionado siempre con el trabajo. Quizás los sueños no tienen que cumplirse, sino protegerse. Lo olvidamos tanto que identificamos como la mayor aportación norteamericana a la era contemporánea el constantemente traído y llevado sueño americano, que no es otra cosa que recorrer en sentido ascendente la escalera social. No concebimos la felicidad como la viven estas mujeres Haenyeo, que bendicen al mar que les dio lo que tienen, sin tener que competir por ello ni retirarse para seguir viviendo. Les ha dado de comer y les ha permitido educar con dignidad a sus hijos, aunque a veces se trague a una de estas pescadoras. De los 14 episodios vistos, la mayoría se centran en el análisis de la sociedad de Jeju y los malentendidos, que haberlos también los hay, y la tensión se va polarizando en torno a los padres de los amantes. Una serie que aconsejo encarecidamente, que nos cuenta una historia de las que hacía tiempo nos hacía mucha falta para creer en la humanidad, bien contada y bien interpretada.