Preparadas, listas, amor. Miniserie TV. Dirección: Yanyong Kuruangkura. Ficha de identificación y crítica.

 

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UNA MIRADA DIFERENTE, UN PUNTO DE VISTA TAILANDÉS, ACERCA DEL FEMINISMO TRANSVERSAL DE LA LLAMA CUARTA OLA, DE CARÁCTER TRANSVERSAL EN LO IDEOLÓGICO.

Ficha de identificación:

Título original: Ready, Set, Love

País : Tailandia

Año : 2024

Género: comedia romántica

Temporada 1; episodios 6: duración: entre 60 y 70 minutos

Plataforma: Netflix

Edad recomendada: mayores de 18 años

Dirección: Yanyong Kuruangkura

Casting

Protagonistas:

Pongtiwat Tangwangcharoen:  Son Methapitak

Kemisara Paladesh: 'Day' Darika Chokwithee

SINOPSIS:

Ambientada en un mundo surrealista en el que la mayoría de las que nacen son niñas y los niños se convierte en un producto deseable por la sociedad , las mujeres deben competir para alcanzar a los hombres que el gobierno forma en una granja.

LO QUE SE DICE:

Aunque la participación es escasa, es obvio que la serie ha sido acogida muy favorablemente, como refleja la nota media de 7,3, resultado de una participación de 333 lectores de la página.

CRÍTICA:

La historia está narrada con un lenguaje cinematográfico modesto, acorde con la posición económica de  Tailandia y su posición en el mundo, una realidad que se refleja tanto en los decorados, ya sean cromas o  consecuencia del  trabajo de un director artístico apoyado en un decorador de los sets, como en una puesta en escena de un subtexto intelectualmente muy sencillo sobre la posición de los que pueblan un mundo imaginario, basado en una distopía excesivamente primitiva, casi pedestre, sobre un estado a cuyo frente hay una mujer que tiene el perfil de una villana de cuento, y que no logramos saber con precisión si forma parte del gobierno (en caso de ser así pone al país entero a disposición de su familia; el epílogo es muy confuso: la señora aparece sentada en un sofá barroco en un jardín...) o de una familia adinerada que controla la vida de los ciudadanos del país. Esta circunstancia puede explicar quizá el éxito de la serie, apoyado en un contexto muy extendido, por lo que se ve tanto en oriente como en occidente, el de un Reality Show, en el que una serie de mujeres seleccionadas previamente, competirán por un puñado de hombres educados al margen de la sociedad, a los que se califica de 'recursos humanos'. en un ambiente exquisito. La distopía se basa en el hecho de que no han sido cedidos por las madres con este fin, sino que han sido robados por el gobierno al nacer; en realidad no llegamos a saber dónde está el negocio, ya que los hechos que se explicitan no tienen pies ni cabeza.

El acierto de guionista y director reside en una premisa muy simple: al plantear de manera radical la división de la sociedad con un mayor peso de las mujeres (nacen muy pocos hombres),  que están presentes en todos los niveles en que se estratifica la sociedad, se favorece la promiscuidad dentro de los  dos ámbitos, lo  que les permite, con esta receta tan sencilla abordar diferentes modos de relacionarse en ambos grupos, sin escandalizar a sus espectadores ni abordar el tema de forma radical, algo que es obvio que ha calado en amplios sectores, intuyo que en franjas de edad bastante amplias. El resto, el concurso y sus diferentes juegos para ir subiendo escalones que lleven a los concursantes a la cima rosa en demasiadas ocasiones al ridículo, perdiendo toda fuerza reivindicativa, porque incluso las 'malotas' , las villanas, carecen de fuerza. Nada que ver con películas fantásticas como 'El hombre de mimbre' de Robin Hardy, 1973, o su remake  'The Wiker Man' de Neil Labute, 2006. Eran otros tiempos en los que al pan se le llamaba pan y al vino, vino. Si a eso añadimos la contextualización  de estas historias en un proceso de cambio de modo de producción el relato pierde toda la fuerza.