Respira. Creador: Carlos Montero. Ficha de identificación y crítica
El copyright de las imágenes pertenece a sus autores
y/o las compañía productoras y distribuidoras
MINISERIE DE NETFLIX ESPAÑOLA: OCHO CAPÍTULOS
DE 50 MINUTOS DE DURACIÓN.
Ficha de identificación:
Título original: Respira
País : España
Año: 2024
Formato: Miniserie; episodios 8; duración 50 minutos
Género: drama médico
Edad recomendada: mayores de 18 años
Directores: David Pinillos, Marta Font Pascal
Guion: Guillermo J.Escribano, Carlos Montero, Pablo Paiz, Carlos Ruano
Casting: Blanca Javaloy
Dirección de Fotografía: Óscar Durán, Raquel Fernández Núñez
Música: Lucio Godoy
Edición: Christina Laguna, David Pelegrín, Noelia Aguilera, Juan Sebastián Ordoñez
Dirección artística: Carlota Casado
Jefe de Departamento de maquillaje: Genoveva Gámez
Estilista de peluquería: Ane Martínez
Productores ejecutivos: Diego Betancor, Carlos Montero, Carlos Ruano
Compañías productoras: El desorden crea; distribuidora: Netflix
Casting:
Manu Rios : Biel
Najwa Nimri: Patricia Segura
Blanca Suárez: Jésica
Aitana Sánchez-Gijón: Pilar Amaro
Alfonso Bassave: Lluís Jornet Blasco
Abril Zamora: Neus
SINOPSIS:
Biel lleva meses dedicando su vida a convertirse en médico. Debido a una huelga en protesta por los recortes en la sanidad pública, Biel y los residentes se plantean apoyar la huelga, que podría tener consecuencias fatales.
LO QUE SE DICE:
La serie ha sido relativamente bien valorada por la prensa norteamericana. Imdb la califica con un 6.4, una media basada en 1,200 lectores. Rotten Tomatoes no da todavía datos de este producto , que se está anunciando con un matiz: sólo se podrá ver esta semana. Veremos.
CRÍTICA:
Esta serie es un buen ejemplo de que para tratar ciertos temas hay que alejarse del repetido lema de 'basado en hechos reales', por muy distorsionados que estén. Es mejor acercarse a la ficción si uno no quiere mojarse en un acercamiento veraz ala realidad que parece esta tratando. Y esto es el error que ha cometido todo el equipo productivo de 'Respira', que solo ha conseguido buena nota en EE.UU. donde apenas conocen la realidad de nuestro país, y ni siquiera se aproximan cuando en su focalización de la partida política que se juega en el tablero entre unos políticos del partido conservador español y un sindicalista radical en una estratagema en la que se dirime entre el bien de los servicios públicos, en este caso la sanidad, y la vida de los pacientes (así de drástico). De este modo no sabemos de qué nos habla o qué mensaje nos intenta hacer llegar a través del subtexto. Si hubiera comenzado como El Quijote diciendo que su historia se sitúa en un lugar del país de cuyo nombre no quiere acordarse y hubiera construido una buena metáfora, siriviéndose de los usos del traslado del lenguaje disponibles, hubiera convencido más, aunque la crudeza del tema que intenta vender se lo pone muy difícil, porque estamos en un lugar en el que la dinámica de los grupos políticos es fácilmente reconocible por los espectadores que están bien informados del tema. Esto explica que su background sea difícil de encajar por los espectadores, especialmente valencianos, y españoles en general.
El creador y sus adláteres han querido despistar al público, satisfacer a todos, ignorando que no existen acciones de ningún signo, ya sean económicas políticas, sociales o incluso de entretenimiento que satisfagan a todos. La cámara, actuando como sujeto de la enunciación, como narrador omnisciente, pone su foco sobre dos protagonistas con actitudes más poco convincentes que el empeño en mezclar el agua el aceite, por la diferencia de densidad entre ambos elementos. Dentro del hospital el texto se enmaraña más en un relato basado en la cultura woke de una complejidad que hace imposible descodificar que nos están queriendo decir; algunas historias son tan surrealistas que ni tan siquiera sabemos qué nos quieren contar, en especial la del paciente muy grueso al que hacen un tac o una resonancia en una máquina diseñada para animales rotundos, que ni siquiera intuyen los espectadores con qué intención. Entre el personal del hospital público, al que ni más ni menos llaman Sorolla, han dado visibilidad a todos los grupos que figuran en la Ley de Igualdad de Trato, entre los que hay parejas más que cuestionables, como la protagonista, que dan ganas de jubilarse como espectador al más pintado, situaciones que contrastan con las de intentar comprender cómo acaba todo esto, aunque solo sea por morbosa curiosidad. Prefiero Spiderman: No Way Home, un relato es que el castigo del héroe sea olvidado por todos.
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