El poder. Creada por Naomi Alderman, Sarah Quintrell, Raelle Tucker. Ficha técnica y crítica
El copyright de las imágenes pertenece a sus autores
y/ o las compañías productoras y distribuidoras
UNA METÁFORA POCO ATRAYENTE DE LA REVOL***ON DE LAS MUJERES.
Ficha de identificación:
Título original: The Power
País: Reino Unido, según Wikipedia. Hay agujeros de información)
Año: 2023
Formato: Serie; temporada 1; episodios 9; duración 55 minutos aprox.
Género: ciencia-ficción, drama fantástico
Plataforma: Prime video
Edad recomendada: entre 14 y 16 años, según los países
Creadores: Naomi Alderman, Sarah Quintrell, Raelle Tucker
Dirección: Reed Morano, Shannon Murphy, Neasa Hardiman, Ugla Hauksdóttir, Lisa Gunnin, Logan Kibens
Guion: Claire Wilson, Sarah Quintrell, Stacy Osei-Kuffour, basada en la novela de Naomi Aldemar
Casting: Carmen Cuba, Nina Gold
Dirección de Fotografía: Carlos Catalán, Ollie Dwney, Ruiari O'Brien, Colin Watkinson, Giulio Biccari
Música: Morgan Kibby
Edición: Johnny Rayner, Beverly Mills, Dominic Strevens, Stephen Evans, Fiorello Santaniello
Dirección artística: Eli Best, Juan Cámara, Kirk Doman, Saeta Lingman, Owen Mann, Patrick O'Connor, Joss Richardson, Blair Barnette, Charis Baleson, Richard Field
Atrecistas: Claire Levinson -Gendler, Gary Middlewick, Gav Morris, Victoria Pearson, Tracy Perkins, Jo Stuart Fox
Diseño de Vestuario: Lorraine Carson, Suzanne Cave
Diseño de maquillaje: Vickie Lang
Estilista de peluquería: Chris Bennet
Productor Tim Bricknell; en 2022 Morano se desligó de la serie y pidió no figurar en los créditos, como director y productor ejecutivo
Productores ejecutivos: Featherstone, Naomi de Pear, Alderman, Claire Wilson y Raelle Tucker
Compañías productoras: Amazon MGM Studios, Sister Pictures; Compañía distribuidoras: Amazon MGM Studios, Prime Video,
REPARTO:
Toni Collette: Margot Cleary- López
Toheeb Jimoh: Tunde Ojo
Halle Bush: Allie
Riza Zmitrowicz: Roxy Monke
Auli'i Cravalho: Jos Cleary-Lopez
John Leguizano: Rob López
Adina Porter: La voz
Eddie MarsanMarsan: Bernie Monke
Gerrison Machado: Matty Clearly-Lopez
Nico Hiraga: Ryan
Archie Rush: Darrell Monke
Jluliet Cowan: Barbara Monke
SINOPSIS:
De repente, las mujeres desarrollan una capacidad extraordinaria de electrocutar a voluntad, lo que provoca una extraordinaria inversión global del equilibrio de poder.
LO QUE SE DICE:
La serie ha sido calificada con un 6,7 por 10,000 lectores de Imdb, media que desciende 5,7 según las valoraciones de 497 usuarios de Filmaffinity. Rotten Tomatoes da un índice de aceptación de la prensa del 75%, y del público del 80%, aunque no aporta datos de la muestra, como hace habitualmente.
La prensa, salvo raras excepciones, no ha recibido esta distopía con entusiasmo. Se deslizan conceptos como 'pesada' , (Cristina Escobar, rogerebert.com) ; como serie no funciona muy bien (Lucy Mangam, The Guardian); 'gigante dormido' (Brian Lowry, CNN); no aprovecha su potencial (Angie Han, The Hollywood Reporter); echa chispas, pero nunca llega a encenderse del todo (Joshua Alston, Variety) ; carece de potencial para sugerir un nacimiento de una sociedad patriarcal (Belen Edwards, Mashable)....
CRÍTICA:
El reciente estreno de 'The Power' ha desatado una curiosa polarización en el panorama audiovisual. Lejos de generar un consenso, la serie que imagina un mundo con un nuevo equilibrio de poder ha provocado desde la perplejidad hasta la defensa apasionada ¿Reside la clave de esta recepción tan dispar en la forma en que aborda temas tan sensibles como la femineidad y el poder, o en sus propias limitaciones narrativas? Sumérgete con nosotros en un análisis que busca entender las claves de este debate, sin caer en las trincheras de las ideas preconcebidas, y desentrañar las múltiples aristas de esta controversia.
La nueva serie,The Power, es una serie con vocación casi documental, distópica, que pone el foco en la orientación que ha tomado la cuarta ola feminista, protagonizada, ahora, por las jóvenes centennials, nacidas con el nuevo siglo, empoderadas, inmersas en la era de internet, que introduce la interseccionalidad, que depende en gran parte de la clase social a que se pertenezca. Las Millennials, nacidas entre 1981 y 1996, no sólo pertenecían a una generación anterior, sino que militaban en la modernidad líquida, descrita por Zigmun Bauman, en la que su discurso se adaptaba a discursos diversos, como el líquido al recipiente que lo contiene. Hablaré de eso, pero adelanto algunos conceptos que presiden la opinión de periodistas norteamericanos especializados en lenguaje audiovisual, concretamente en cine y TV: La prensa, salvo raras excepciones, no ha recibido esta distopía con entusiasmo. Se deslizan conceptos como 'pesada' , (Cristina Escobar, rogerebert.com) ; como serie no funciona muy bien (Lucy Mangam, The Guardian); 'gigante dormido' (Brian Lowry, CNN); no aprovecha su potencial (Angie Han, The Hollywood Reporter); echa chispas, pero nunca llega a encenderse del todo (Joshua Alston, Variety) ; carece de potencial para sugerir un nacimiento de una sociedad patriarcal (Belen Edwards, Mashable), citados arriba.
Las jóvenes que se ponen al frente de movimientos centenarios, que habían conseguido el sufragio universal para las féminas, el derecho al divorcio, al aborto, a la defensa jurídica ante los maltratadores e impulsado la creación de estadísticas de mujeres asesinadas y de los delincuentes sexuales sometidos al veredicto de la justicia, e inmersas en los últimos tiempos en la lucha por romper el techo de cristal, se han enfrentado a sus mayores con reivindicaciones que pasan desde su derecho a ir tranquilas por la noche, con los auriculares, sin llevar las llaves en la mano, algo que planteó Ana Lily Amirpous en 'Una chica vuelve sola a casa de noche' (2014). El problema surge de la ambiciosa ampliación a todo el globo de un discurso que pretende basarse en la interseccionalidad en un mundo con procesos de desarrollo económico y social de los diferentes continentes que, de momento, conocemos en la Tierra. El caos que algunos previeron animó a Morano y desligarse de la serie como director y productor, pidiendo ser eliminado en los créditos, una prueba de la escasa unanimidad para llegar a un acuerdo,
Quienes han luchado y han padecido la sociedad patriarcal ahora se ven apartadas del movimiento por unas jóvenes que, hasta ahora, han vivido en la era de la abundancia, y que en la actualidad se rebelan contra sus propios padres, aunque todo su bienestar siga dependiendo de ellos. Pertenecientes a la que Solaris llama sociedad gaseosa, en la que los discursos se evaporan apenas han cumplido su modesta función, romper el techo de cristal, la revolución pendiente, ya no está al alcance de su mano, cuando se prevé que, incluso muchos ejecutivos, bien formados, van a perder su empleo y no están capacitados en las nuevas tecnologías. Se han quedado sin otro discurso que la oposición al otro, en este caso, los de sexo masculinos, a los que su mayor potencia corporal se atribuye una fuerza superior que usan para maltratarlas. El único chico del grupo protagonista, es una trans. Su rabia, su odio contra el diferente (no hay mayor diferencia que la que existe entre el hombre y la mujer: ella es reproductora, él no) impone unas características enfrentadas; la lucha viene definida por la naturaleza. Se ve más de un parto en la serie. La radicalización de los discursos de odio las lleva a tal extremo de ira, que no toman las armas, ellas se convierten en arma, ya que sus manos despiden rayos que pueden electrocutar al enemigo, llegando a una auténtica guerra civil.
Algunas de estas chicas, norteamericanas, implantan este poder en sus propias madres, lo que es un riesgo muy grande en las personas adultas, en un mundo en el que ellos y ellas ya son productores y gestores del bienestar de las familias. En un arrebato de furia, Margot(Tony Colette) la madre de familia, dedicada a la política, electrocuta a su contrincante en un debate. Antes de que este hecho se produjera, su oponente político exigir a pruebas específicas a las mujeres funcionarias con el objetivo (al menos esto temen ellas) de expulsarlas más tarde del puesto. El colectivo LGTBI/trans se agrupa, metafóricamente, en una congregación de monjas de corazón, (una buena metáfora de la autodeterminación de género), es decir de mujeres con toca que no están bajo la égida de ninguna iglesia. Pero esta burguesía tan desarrollada no existe en Rusia, ni en Arabia, ni en África ..., en las que las jóvenes que desarrollan esta arma en su propio cuerpo no son burguesas, ni viven en casa con piscina, ni van a Institutos libres, sino que muchas son prostituidas, o sometidas por ministros y jerarcas. No podemos, pues, hacer un análisis global, sio quizá hubiera sido más conveniente dedicar capítulos, bien señalados, a las diferentes culturas. Las Centennials del primer mundo han desplazado a las Millennials, a lasque, como mucho, generosamente, les traspasan su poder, aunque luego son más violentas, pues las alumnas de Instituto todavía no han abandonado el vientre materno, algo que se hace explícito cuando la hija de Margot es introducida en un aparato de resonancia magnética, que activa su reacción eléctrica. En esta situación grita: "¡Mamá!" . Lo mismo ocurre con su hermano, que se alía a una organización radical en defensa de los hombres, siendo un niño todavía.
En la reaccióndel público y la prensa puede que haya pesado más temor de los miembros del equipo técnico a que se le acusara de promover una rebelión entre los adolescentes (en la película se llega a una guerra civil, en la que los muertos son casi todo hombres) la posible cancelación de los defensores o detractores de la cultura Woke, como indican las páginas que aportan datos cuantitativos (Imdb, Rotten Tomatoes o Filmaffinity). Por otro lado el uso de la violencia en un terreno tan desigual, que obliga a convertir a las mujeres en armas, quizá no ha sido la mejor idea. He debatido estas ideas con la IA y hemos llegado a un acuerdo muy productivo.
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