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ANÁLISIS COMPARATIVO: LA LIBERACIÓN Y EL EXORCISTA
Ficha de identificación:
Título original: The Deliverance
País: Estados Unidos
Año: 2024
Formato: Película; duración: 113 minutos
Género: Terror
Plataforma: Netflix
Edad recomendada: mayor 16 a 18 años, según los países
Dirección: Lee Daniels
Guion: David Coggeshallm Elijah Bynum
Casting: Billy Hopkins, Ashley Ingram
Dirección de fotografía y cámara: Eli Arenson
Música: Lucas Vidal
Dirección artística: Carlton Lee Jr., Ella Thompson
Diseño de Vestuario: Paolo Nieddu
Estilista de peluquería: Rachel Busby
Jefe de Departamento de maquillaje: Beverly Jo Pryor
Productores: Todd Crites, Lee Daniel (p.g.a.), Jackson Nguyen, Tucker Tooley, Pamela Oas Williams
Productores ejecutivos: Gregoire Gensollen, Greg Renker, Janckie Shenoo, Hilary Shor
Compañías productoras: Tucker Tooley Entertainment, Lee Daniels Entertainment, Tum Left Productions; distribución: Netflix
REPARTO:
Andra Day: Ebony
Glenn Closse: Alberta
Aunjanue Ellis-Taylor:
Mo'Nique: Cybthia Henry
Caleb McLaughin: Nate
Anthony B-Jenkins: Andre
Demi Singleton: Shante
Omar Epps: Melvin
Miss Lawrence: Asia
SINOPSIS:
Una familia que vive en una casa en Indiana descubre sucesos extraños y demoniacos que los convencen a ellos y a la comunidad de que la casa es un portal del infierno. Una historia de posesión demoniaca combinada con casa encantada, que sitúa el mal en el sótano, en el subconsciente, aunque el cerebro, como ocurre en este tipo de casas, está en su sitio, en las habitaciones de los hijos, que son dominados por un espectro que se cuela en las habitaciones de los hijos y los trastorna.
LO QUE SE DICE:
El film no ha sido bien valorado por la prensa y el público como revela que publica Imdb: una nota media de 5,1, basada en el voto de 28000 usuarios.. Filmaffinity rebaja esta media a 4,4, según el voto de 1.634 lectores de la página.
Los críticos que Filmaffinity llama profesionales hablan de errático horror espiritual de Lee Daniels (Lovia Gyarkye, The Hollywood Reporter; película ominosa y espeluznante , aunque cumple su cometido sin menospreciar al público; la típica película que funciona a varios niveles a la vez (Andrew Parker, The Gate)...
CRÍTICA DEL BLOG:
Una historia de posesión demoniaca combinada con casa encantada, que sitúa el mal en el sótano, en el subconsciente, aunque el cerebro, como ocurre en este tipo de casas demoniacas, está en su sitio, en las habitaciones de los hijos, que son dominados por un espectro que se cuela en sus aposentos y los trastorna. No me parece espeluznante, ya que recorre lugares muy comunes del género. Habla del hombre negro, -la protagonista, hija de Glenn Closse es mestiza -, aunque es una vuelta más de tuerca a la superstición religiosa, mezclada con la drogadicción y el alcoholismo de una mujer joven que cuida de tres hijos, todos ellos negros. El padre, al que no se le ve nunca, está en Irak, y manda subrepticiamente dinero al hijo mayor. Descontextualizada y con poca información, ni siquiera tangencial, del pasado de esta madre joven (el relato comienza in media res), que vive con una madre enferma a la que la situación remata, no provoca tensión ni otro tipo de sensaciones, aunque unas leyendas, que funcionan como epílogo, hacen referencia a Latoya Ammons, en la vida real, que en la ficción se convierte en Ebony Jackson, que, finalmente hace esfuerzos por recuperar una familia estructurada, a pesar de que la última expresión en pantalla de la mujer, introduce más inquietud que tranquilidad.
COLABORACIÓN CON GEMINI IA
Veo de difícil encaje los dos o tres niveles del film. Ari Aster, en Hereditay, nos presenta primero una casa que ya tiene distintos niveles. La madre, trabaja en una réplica del hogar, y en el desván guarda un secreto, que se hace explícito en una casa construida en un árbol. Exacto. Se me ha cortado el relato, pero iba a decir exactamente eso. La observación de lo que ocurre en la casa es el hilo conductor de una historia de terror. Aquí el problema reside en que se quiere denunciar la pobreza de los afroamericanos menos favorecidos por la fortuna, que acaban consumiendo drogas y emborrachándose a menudo, sin atender debidamente a sus hijos, de los que tienen un buen montón. El padre huye de los problemas y se va a la guerra. Insertar ahí una posesión demoniaca ajena a la historia de la familia, no mostrar nunca al demonio, es algo que no se puede hacer sin consecuencias como lo hace William Friedkin, que trae el demonio de una excavación en África. Un relato también basado en un hecho real, revelado en una columna del Washington Post: como en 'El exorcista' El artículo conmovió a muchos jóvenes entre los que se encontraba Blatty, a la sazón estudiante de Georgetown, que había pasado por más de veinte escuelas, viajando con su madre sin rumbo fijo, una mujer muy religiosa abandonada por su marido, hecho que le originó una fijación especial en estos temas, en un momento trascendental en que se estaba forjando su personalidad.
Consciente de esta realidad él mismo afirmaba que aunque Dios se apareciera en el Empire State Building los creyentes seguirían siendo creyentes y los ateos y agnósticos seguirían siendo ateos y agnósticos; las ideas que se introducen en el imaginario de los jóvenes son muy difíciles de erradicar. Poco a poco van entrando en acción todos los elementos del género: padres separados y establecimiento de una familia monoparental constituida por la madre y su hija; recelo de la niña ante los posibles amantes de la progenitora y breves charlas por teléfono con el padre; sacerdotes cultos... Esto escribí yo sobre 'El exorcista', y fíjate lo que se parece, pero hay algo diferente, que puede ser otro nivel: hablar de negros que han pasado por la cárcel y no tienen dinero ni para pagar la casa en la que viven con sus hijos es en sí un drama que denuncia la segregación.
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