El hijo de Bridget Jones. Sharon Maguire. Crítica.









SIGUE LA HISTORIA DEL TRÍO  MAS FAMOSO



Ficha técnica, sinopsis, críticas, cartel y trailer. (Pinchad aqui)


Primeros carteles y fotografías.



COMENTARIO:



La nueva entrega de la saga basada en una joven 'gordita', que busca novio, es un poco patosa, pero encandila a los hombres con los frecuentes mohines que iluminan la expresión del rostro de la encantadora actriz que forma parte indisociable de la franquicia: Renée Zelwegger. Han pasado 14 años y alguna que otra cirugía correctora  para atenuar los estragos que hace en el rostro el paso del tiempo que acaban convirtiendo los gestos aniñados e inocentes de Bridget en muecas que nos recuerdan a cada paso  el aserto clásico de que el  'tempus fugit' y es imposible detener su recorrido. Pero, a medida que el film avanza, la inteligencia de Sharon Maguire, asociada al talento de que hace gala Emma Thomson nos va haciendo olvidar que los protagonistas no son ya unos niños para jugar al amor romántico de otros tiempos, cuando una jugada, no tanto del destino como del capricho del escritor, ha decidido quitar del medio al personaje que representaba Hugh Grant, Daniel Cleaver, el pícaro de la historia, que enfrentaba su carisma al  circunspecto y elegante Marc Darcy (Colin Firth). Cleaver es sustituido por Jack, (Patrick Dempsey). un matemático que defiende que se puede conquistar a las mujeres con fórmulas matemáticas y que emula, en cierta medida, el carácter abierto y sin complejos de su predecesor.

El mundo ha cambiado, como afirma Javier Ocaña en su artículo para 'El País', pero no en la dirección de películas como la de James Foley y sus 'Cincuenta sombras más oscuras de Grey', sino precisamente en la que plantea Emma Thomson. Todos nos hemos vuelto más tolerantes y aceptamos con mayor normalidad que la gente sea consecuente con sus inclinaciones y orientaciones personales y sexuales, el hecho de que haya matrimonios de hombres, de mujeres, madres de alquiler, etc. y que todas esas circunstancias vayan entrando en las campañas políticas de partidos de todos los colores, porque están enraizadas en la vida misma. A ello hay que añadir que las dos mujeres que se colocan al frente saben aligerar la gravedad de los contenidos, rebajar el ridículo de ciertas situaciones y conseguir la ironía y el humor con la paradoja y el contrasentido, de tal manera que, al final, el espectador olvida que los dos protagonistas principales son quince años más mayores que cuando fueron dirigidos por primera vez por Sharon Maguire.

Una comedia agradable , que mantiene el ritmo de la saga y de otras comedias británicas en las que, de alguna manera, interviene Emma Thompson.





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