X-Men. La decisión final. Brett Ratner.






Ficha técnica:

Título original: (X-Men 3: The Last Stand)
Año: 2006 .
Duración: 105 min..
País: EE.UU.
Dirección: Brett Ratner.
Guión: Zak Penn, Simon Kinberg
Música: John Powell
Fotografía: Philippe Rousselot, James Muro

Ficha artística:

Reparto: Hugh Jackman, Patrick Stewart, Ian McKellen, Halle Berry, Famke Janssen, Anna Paquin, Rebecca Romijn-Stamos, Kelsey Grammer, Vinnie Jones, James Marsden, Ellen Page, Daniel Cudmore, Shawn Ashmore, Ben Foster, Cameron Bright, Dania Ramírez, Aaron Stanford, Anthony Heald, Stan Lee, Ken Leung.

El núcleo significativo de la película es la invención por parte de los humanos de una cura para los mutantes que les da la posibilidad de ser 'normales', y aunque la mayoría quiere ser reconocida con sus rasgos diferenciales, otros están cansados de luchar y desean ceder. El núcleo duro gira en torno a Magneto. Sin duda es el film con el planteamiento más incongruente de la saga, a pesar de sus buenas intenciones. Bellos paisajes, desafiantes efectos especiales, de los que hablaremos más tarde, y trío de mujeres espectacular, no son condimentos suficientes para lograr un buen guiso, si falla la trama argumental. Comienza con un planteamiento maniqueo, en el que los malvados humanos asocian diferencia a enfermedad e inventan una cura, que parte de un niño con poderes protegido en Alcatraz; se considera la diferencia una enfermedad, una degeneración de la actividad celular sana. Los mutantes ven en el intento de curarlos la posibilidad del exterminio, el genocidio, como ya ocurriera en la Alemania de Hitler, que ha dejado marcado para siempre el brazo de Eric Lensherr (Magneto) con el número de presidiario, que denuncia la indiferencia de la gente ante el peligro que les acecha y el abuso de los poderosos.

En la escuela de talentos se debate sobre la ética de ciertos avances científicos y su posterior aplicación a seres humanos o mutantes. Creen que la llegada al poder de un Presidente que los comprende y que ha creado la figura de un Secretario de Asuntos Mutantes, Hank, Bestia, (la primera vez que aparece en la saga, a pesar de la relevancia que tiene en la precuela), aunque Xavier considera que aún no ha llegado el momento de salir del anonimato. En su afán por canalizar las energías de sus alumnos él también ha creado un monstruo, Jane Grey, una mutante del máximo nivel, cuyo excesivo control ha generado en ella una doble personalidad y su alter ego, Fenix, es muy difícil de dominar. El protagonista es consciente de que vive en una era de oscuridad, llena de miedo, odio e intolerancia, pero aún tiene esperanza en los que luchan por unir a este mundo dividido; su destino, 'aparente', es el de los grandes hombres: morir sin haber hecho realidad sus sueños de ese mundo unido.

Lo más bello del film es el respeto de Magneto por su valerosos contrincante, advirtiendo a un joven que celebra su desaparición, que Xavier ha hecho por los mutantes mucho más de lo que imagina y ha tenido que morir para que su sueño viva. Es una imagen clásica que recuerda la actitud de Alejandro Magno y Julio César ante los que asesinaron a sus contrincantes para adularlos. Cuando cambia la orientación del puente Golden Gate de San Francisco para dirigirlo hacia la Isla de Alcatraz, recuerda a su antiguo amigo y compañero partidario de tender puentes, aunque con otra finalidad.

Hasta ese momento hay cierta coherencia, pero la refriega final en la que participan seis mutantes, acusados de traición a los suyos, frente a todos los demás comandados por Magneto no tiene demasiado sentido, y menos la utópica convivencia de mutantes y humanos de la noche a la mañana. Terminados los títulos de crédito y cuando la mayor parte de los espectadores han abandonado el cine o han apagado el video, una secuencia nos anuncia que Charles Xavier no ha muerto, aunque su oponente ya no es tal, sino que se 'ha curado' y se ha convertido en humano. ¿Después de ésto cabía otra cosa que no fuera una precuela?

¿De qué lado estás? ¿De la Hermandad o de los X-Men? Difícil pregunta y patética respuesta del film con ese ángel salvando a su padre, inventor de la cura, de la eliminación de las diferencias en pro de la 'normalidad'. Frente a él el malvado transexual, peón de élite del ambiguo Magneto. Cada cual que saque sus consecuencias.

En cuanto a los efectos especiales, rejuvenecieron con un programa llamado Lola, los rostros de El Profesor y Magneto. Se localizó en Vancouver, Canadá, y se utilizó todo tipo de animación por ordenador para las transformaciones y las espectaculares explosiones., aunque se utilizaron otros recursos no virtuales. En una de las primeras secuencias aparecen Stan Lee y Chris Claremont, guionistas de Marvel y creadores de X-Men.

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