Criadas y señoras. Tate Taylor.
Ficha técnica:
Título original: The help.
País: EE.UU.
Año: 2011.
Duración: 146 minutos.
Dirección: Tate Taylor.
Guión: Tate Taylor, basado en una novela de Kathryn Stockett.
Música: Thomas Newman.
Edición: Hughes Winborne.
Edición: Hughes Winborne.
Director de fotografía: Stephen Goldblatt.
Diseño de Producción: Marck Ricker.
Productores:Michael Barthan, Chris Columbus, y Brunson Green.
Diseño de Producción: Marck Ricker.
Productores:Michael Barthan, Chris Columbus, y Brunson Green.
Compañía productora: Dream work Pictures, Participant Media, 1492, Harbinger Pictures, Reliance Entertainment Imagenation Abu Dhabi.
Intérpretes:
Emma Stone: Eugenia Skeeter.
Viola Davis: Aibileen Clark.
Bryce Dallas Howard: Hilly Holbrook.
Sissy Spacek:: Missus Walker.
Octavia Spencer: Minny Jackson.
Jessica Chastain: Celia Footer.
Ahna O'Reilly: Elizabeth Laefolt.
Allison Janney: Charlotte Phelan.
...
Emma Stone: Eugenia Skeeter.
Viola Davis: Aibileen Clark.
Bryce Dallas Howard: Hilly Holbrook.
Sissy Spacek:: Missus Walker.
Octavia Spencer: Minny Jackson.
Jessica Chastain: Celia Footer.
Ahna O'Reilly: Elizabeth Laefolt.
Allison Janney: Charlotte Phelan.
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Sinopsis.
Situada en Mississippi en los años 60, narra la
historia de Skeeter, una chica de la sociedad sureña de Estados Unidos
que regresa de la universidad decidida a convertirse en escritora,
pero que revoluciona la vida de sus amigos –y la de una pequeña ciudad
de Mississippi— cuando se propone entrevistar a las mujeres negras que
han pasado su vida cuidando a prominentes familias de la zona. Aibileen,
el ama de llaves de la mejor amiga de Skeeter, será la primera en
hablar, para consternación de sus amigos de la cerrada comunidad negra.
A pesar del peligro que esto significa para las antiguas amistades
de Skeeter, la colaboración entre ella y Aibileen continúa, y pronto
más mujeres se atreverán a contar sus historias. En este camino, se
forjarán nuevos lazos y hermandades, pero no sin antes atravesar con
esfuerzo y sufrimiento los cambios que llevarán a una nueva época.
Comentario.
Film
independiente muy bien acogido por la prensa en general, que dirige la
mirada a ese sector de la población femenina, generalmente negra en
EE.UU., que ha realizado trabajos de servidumbre fuera del hogar
propio, y al que pocas veces se cede el protagonismo de un film.
Aunque estoy de acuerdo con ciertas críticas y especialmente con la que hace Tonio L. Alarcón (Dirigido por..., noviembre 2011) acerca de una puesta en escena y un modo de representación convencional, con una cámara que intenta pasar desapercibida, cosa que no consigue del todo pues se perciben pequeños travellings, panorámicas y sobre todo grúas, que ayudan a que luzca la labor del diseño de producción, y del maniqueismo sin concesiones de negro/blanco, bueno/malo, sustentado en momentos de exceso melodramático o irónico con el fin de atraerse al gran público, hay algo en lo que disiento. Más que de maniqueismo o de abuso de lugares comunes, yo hablaría de una exagerada presentación de arquetipos para hacer reconocible al espectador medio ciertos perfiles que se dan en la vida real, a menudo con tintes más dramáticos. Esa es su virtud.
Tate Taylor, un buen storyteller, hace un film coral, excesivamente local, - en eso estoy de acuerdo con Tonio L. larcon-, por el color de las criadas, cuando probablemente hubiera podido universalizar más el tema, pero es una película hecha por americanos que reflejan en el cine o en cualquier otra manifestación literaria o plástica y visual la mala conciencia por el trato que han dado a la raza negra en su país y eso es algo que comprende todo el mundo, porque está ya incorporado en el imaginario colectivo universal. La forma en que el mundo saludó la llegada de un hombre de color, (eufemismo que no gusta a los negros), a la 'Casa Blanca' es una evidencia de la importancia que tuvo para la humanidad el que este pueblo diera ese paso.
El film de Tate Taylor nos retrotrae a la América de los años 60 en la que el Ku-Klux-Klan estaba operativo y los movimientos pro derechos viviles daban pasos de gigante para sacar a los negros de la ignominiosa discriminación a que estaban sometidos, que fijaba los roles y condenaba a generaciones sucesivas a desempeñar el papel de siervos o criados, a cuidar a los hijos de los blancos y descuidar a los suyos, a cultivar afectos a niños, que cuando se hacían mayores se comportaban como sus progenitores.
La virtud de Señoras y criadas de que hablaba antes es precisamente la de llenar los cines y lograr que ningún espectador se quiera identificar con esos arquetipos de hombres y sobre todo mujeres blancos, dignos representantes de una sociedad patriarcal, en la que las féminas, arrinconadas en el ámbito privado del hogar, hacen pasteles y obras benéficas, ademas de arruinar la vida de sus criadas, mientras ellos se dedican a trabajos productivos para mantenerlas. Skeeter, (Emma Stone) se transforma en una rara avis local que quiere ejercer el periodismo y no busca el matrimonio como forma de emplearse per in saecula.
Si Quentin Tarantino se dio el gustazo de dejar una marca indeleble en la frente del oficial de la gestapo en Malditos Bastardos, Tate Tailor se da la misma satisfacción haciendo comer mierda a la perversa lider de la liga de mujeres, Hilly Holbrook (Bryce Dallas Howard), en un pastel confeccionado por su criada Minny Jackson (Octavia Spencer), a la que había impedido utilizar el water de la casa en un momento de máxima urgencia. El público ha reido y ha llorado, pero se ha ido a su casa satisfecho y con la copla. Es posible que haya rebajado algo sus presupuestos, pero ha llegado a más gente con un mensaje que vale la pena; pocas películas habían convertido en protagonistas a estas mujeres, que habían avanzado tanto que algunas podían escribir un bestseller inédito desde Lo que el viento se llevó. Debe serle reconocido este mérito, además de la buena dirección de los actores, en ocasiones de gran brillantez.
La madre de Skeeter se desquita de las presiones de las mujeres de su comunidad que le habían obligado a despedir a su criada negra con una frase lapidaria: " A veces el valor se salta una generación. Gracias por volverlo a traer a esta casa ".
Los hombres hacen un papel muy secundario en la cinta y las mujeres, blancas y negras, están todas magníficas.
Aunque estoy de acuerdo con ciertas críticas y especialmente con la que hace Tonio L. Alarcón (Dirigido por..., noviembre 2011) acerca de una puesta en escena y un modo de representación convencional, con una cámara que intenta pasar desapercibida, cosa que no consigue del todo pues se perciben pequeños travellings, panorámicas y sobre todo grúas, que ayudan a que luzca la labor del diseño de producción, y del maniqueismo sin concesiones de negro/blanco, bueno/malo, sustentado en momentos de exceso melodramático o irónico con el fin de atraerse al gran público, hay algo en lo que disiento. Más que de maniqueismo o de abuso de lugares comunes, yo hablaría de una exagerada presentación de arquetipos para hacer reconocible al espectador medio ciertos perfiles que se dan en la vida real, a menudo con tintes más dramáticos. Esa es su virtud.
Tate Taylor, un buen storyteller, hace un film coral, excesivamente local, - en eso estoy de acuerdo con Tonio L. larcon-, por el color de las criadas, cuando probablemente hubiera podido universalizar más el tema, pero es una película hecha por americanos que reflejan en el cine o en cualquier otra manifestación literaria o plástica y visual la mala conciencia por el trato que han dado a la raza negra en su país y eso es algo que comprende todo el mundo, porque está ya incorporado en el imaginario colectivo universal. La forma en que el mundo saludó la llegada de un hombre de color, (eufemismo que no gusta a los negros), a la 'Casa Blanca' es una evidencia de la importancia que tuvo para la humanidad el que este pueblo diera ese paso.
El film de Tate Taylor nos retrotrae a la América de los años 60 en la que el Ku-Klux-Klan estaba operativo y los movimientos pro derechos viviles daban pasos de gigante para sacar a los negros de la ignominiosa discriminación a que estaban sometidos, que fijaba los roles y condenaba a generaciones sucesivas a desempeñar el papel de siervos o criados, a cuidar a los hijos de los blancos y descuidar a los suyos, a cultivar afectos a niños, que cuando se hacían mayores se comportaban como sus progenitores.
La virtud de Señoras y criadas de que hablaba antes es precisamente la de llenar los cines y lograr que ningún espectador se quiera identificar con esos arquetipos de hombres y sobre todo mujeres blancos, dignos representantes de una sociedad patriarcal, en la que las féminas, arrinconadas en el ámbito privado del hogar, hacen pasteles y obras benéficas, ademas de arruinar la vida de sus criadas, mientras ellos se dedican a trabajos productivos para mantenerlas. Skeeter, (Emma Stone) se transforma en una rara avis local que quiere ejercer el periodismo y no busca el matrimonio como forma de emplearse per in saecula.
Si Quentin Tarantino se dio el gustazo de dejar una marca indeleble en la frente del oficial de la gestapo en Malditos Bastardos, Tate Tailor se da la misma satisfacción haciendo comer mierda a la perversa lider de la liga de mujeres, Hilly Holbrook (Bryce Dallas Howard), en un pastel confeccionado por su criada Minny Jackson (Octavia Spencer), a la que había impedido utilizar el water de la casa en un momento de máxima urgencia. El público ha reido y ha llorado, pero se ha ido a su casa satisfecho y con la copla. Es posible que haya rebajado algo sus presupuestos, pero ha llegado a más gente con un mensaje que vale la pena; pocas películas habían convertido en protagonistas a estas mujeres, que habían avanzado tanto que algunas podían escribir un bestseller inédito desde Lo que el viento se llevó. Debe serle reconocido este mérito, además de la buena dirección de los actores, en ocasiones de gran brillantez.
La madre de Skeeter se desquita de las presiones de las mujeres de su comunidad que le habían obligado a despedir a su criada negra con una frase lapidaria: " A veces el valor se salta una generación. Gracias por volverlo a traer a esta casa ".
Los hombres hacen un papel muy secundario en la cinta y las mujeres, blancas y negras, están todas magníficas.
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