Drive: Nicolas Winding Refn
Ficha técnica:
Título original:
País: EE.UU.
Año: 2011.
Duración: 100 minutos.
Dirección: Nicolas Winding Refn.
Guión: Hossein Amini, basado en la novela homónima de James Sallis.
Montaje: Mat Newman.
Dirección de Fotografía: Newtom Thomas Sigel.
Música: Cliff Martínez.
Producción: Marc Platt, Michael Litvak, Gigi Pritzker, Adam Siegel y John Palermo.
Diseño de producción: Beth Mickle
Producción: Bold Films, Odd Lot Ent.; Distribución: Walt Disney Studios.
Intérpretes:
Ryan Gosling :Driver,
Carey Mulligan :Irene,
Ron Perlman :Nino,
Christina Hendricks :Blanche,
Bryan Cranston :Shannon,
Oscar Isaac :Standard,
Albert Brooks : Bernie Rose,
Kaden Leos :Benicio,
James Biberi : Chris Cook.
Premios:
2011: Festival de Cannes: Mejor director
2011: Globos de Oro: Nominada a Mejor actor secundario (Albert Brooks)
2011: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor actor de reparto (Albert Brooks)
2011: Satellite Awards: 4 premios, incluyendo director y actor (Gosling). 8 nominaciones
2011: Asociación de Críticos de Los Angeles: Nominada a mejor banda sonora
2011: Independent Spirit Awards: 4 nominaciones, incluyendo mejor película y director.
Sinopsis:
Driver (Gosling) es un conductor especialista de cine por el día y un conductor para fugas por la noche. Pero no importa el trabajo que tenga que hacer porque siempre se siente a gusto al volante. Shannon (Cranston), mentor y jefe de Driver, desde que se dio cuenta de su talento conduciendo, le busca directores de cine y televisión para sus películas o criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose comisión en ambos casos. Pero el mundo de Driver cambia el día que conoce a Irene (Mulligan).
Crítica:
La historia del conductor sin nombre, de índole violenta, que lleva un escorpión bordado en la espalda de su cazadora, metáfora de su condición de héroe trágico (Eulalia Iglesias. Cahiers du Cinema, Diciembre 2011), se sitúa en un no man's land entre el cine de género y el de autor, y por lo tanto el film estaba en principio condenado, como ha ocurrido con otras películas del director (Pusher, 1996,Bleeder, 1999;Bronson, 2008 o Valhalla Rising, 2009) a la invisibilidad y la indiferencia, de la que le han salvado certámenes como el Festival de Cine de Terror de Sitges, el de Gijón o el Cinema Jove. El director danés, empeñado en revisar la figura del anti-héroe, al que su pulsión violenta lo define, pero a la vez lo condena, alcanza su plenitud en el conductor innominado, que interpreta Ryan Goslin, que se define desde la primera secuencia por su trabajo. Un hombre sin pasado, que se mueve por el deseo de venganza.
Drive rebosa tradición americana de thriller y cine negro en todos los fotogramas: los interiores filmados como si de un cuadro de Edward Hopper se tratara, con el empleo constante de tonos azules y granas; el paisaje conformado por carteles publicitarios, luces de neón, diners, garajes y casas empeños; los planos cenitales de un Los Ángeles nocturno identificado por sus calles y autopistas; los automóviles convertidos en mucho más que medios de transporte, verdaderos iconos de una forma de entender la vida...(Eulalia Iglesias).
Drive mira por el retrovisor hacia el cine de finales de los setenta, de coches, persecuciones, acción y emoción. Con una marcada estética retro, Drive homenajea al pasado, al Driver de Walter Hill; mientras, Winding Refn apuntala el cine del futuro. (http://sitgesfilmfestival.com)
Constantes planos cenitales sobre la ciudad de Los Ángeles van situando al espectador y obligándole a ubicarse desde planteamientos más generales de una sociedad en la que detrás de muchos negocios se ocultan los mafiosos, hasta el particular e individual de un hombre que sólo quiere ser conductor, como el mariachi de Roberto Rodriguez, y no implicarse en nada que no le concierne. El romance con una vecina alterará sus normas de conducta, y dará los momentos más prescindibles del film, con cámaras lentas y músicas ñoñas que contrastan con el distanciamiento del conductor capaz de realizar los actos más violentos si se ve acosado. La sonrisa juvenil del protagonista es lo único humano en un personaje contenido en todos sus movimientos, y tomado en planos forzados, contrapicados extremos, congelados de larga duración, etc., en los que siempre predomina la racionalidad geométrica que se corresponde con la actuación calculada y pensada minuciosamente de un hombre que no se deja arrastrar por la pasión. Siempre hace lo que le conviene a él o a las personas que quiere, aunque deba aparcar sus sentimientos.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Deja tu comentario aquí!