El cambiazo. David Dobkin.

Ficha técnica:

Título original: The change-Up.

País: USA.

Año: 2011.

Dureción:  112 minutos.

Dirección: David Dobkin.

Guión: Jon Lucas y Scott Moore.

Dirección de Fotografía: Eric Alan Edwards, en color.

Diseño de Producción:  Barry Robison.

Música: John Debney.

Montaje: Greg Hayden y  Lee Haxall.

Productores:  Neal H.Moritz y David Dobkin.

Vestuario: Betsy Heimann.

Compañías. Producción: Original Film, Relativity Media, Big Kid Pictures; distribución: Universal Pictures International.

Intérpretes:

Ryan Reynolds :Mitch Planko,

Jason Bateman :Dave Lockwood,

Leslie Mann :Jamie Lockwood,

Olivia Wilde :Sabrina MackArdie,

Alan Arkin  Sr. Planko, :padre de Mitch,

Mircea Monroe: Tatiana,

Gregory Itzin: Flemming Steel,

...

Sinopsis:

Mitch y Dave, amigos inseparables,  han emprendido caminos distintos en la edad adulta:  Dave  ejerce la abogacía, está casado y tiene tres hijos; Mitch, un actor fracasado, soltero, juerguista e irresponsable, continúa una vida de soltero, sin obligaciones ni ataduras. Ambos creen que el otro ha elegido el modo de vida más acertado, hasta que descubren que nada es perfecto, al cambiar un día sus cuerpos.

Críticas y comentario.

Aurelien Le Genissel acusa  al film de David Dobkin, basado en un historia de los  guionistas  de Resacón en  Las Vegas,  de simplista, maniqueo y dual, con algunos gags que la  hacen en cierto modo resistible.( El cambiazo. Otra resaca para olvidar. Dirigido por...diciembre 2011). José Arce ("El cambiazo": al alimón. La Butaca) sostiene que consigue hacer pasar el rato, aunque no se le puede pedir demasiado por su  falta de riesgo y originalidad.

Aunque nos pongamos un poco trascendentes,  si mantenemos la tesis de que el cine es una ventana abierta al mundo, no podemos pasar por alto que éste es muy amplio  y que estos productos de comedia americana se basan en estudios exhaustivos sobre extensos sectores sociales, que quedan emblematizados en las primeras secuencias del film mediante arquetipos reconocibles: un hombre que se levanta a medianoche para atender a sus hijos pequeños y por la mañana está dispuesto a asistir a una importante reunión de trabajo, frente a otro que se levanta fumado. Son prototipos muy reconocidos por un  público, dispuesto a admitir ligeras modificaciones de la conducta de ambos, reirse un rato de ellos y  continuar su vida cotidiana. Este es el secreto del éxito de estas comedias: satisfacer a un nutrido grupo de espectadores que no quiere complicarse la vida.