Ficha técnica:
Título original: Che: The Argentine.
País: Estados Unidos.
Año: 2008.
Duración: 140 minutos.
Dirección Steven Soderbergh.
Casting: Mary Vernieu, C.S.A., J.C.Cantu y Rodrigo Bellott.
Dirección de Fotografía: Peter Andrews.
Score Musical: Alberto Iglesias.
Asesor histórico: Jon Lee Anderson.
Guionista: Peter Buchman, inspirado en El Diario Boliviano, ' Pasajes de la Guerra Revolucionaria', de Ernesto Cge Guevara.
Montaje: Pablo Zumárraga.
Productores: Laura Bickford y Benicio Del Toro.
Productores ejecutivos;; Álvaro Agustín, Álvaro Longoria, Belén Atienza, Frederic W. Brost, Gregory Jacobs.
Diseño de producción: Antxón Gómez.
Diseño de Vestuario: Bina Daigeler.
Wildbunch, Telecinco Cinema, Morena Films.
Intérpretes:
Benicio del Toro: Che,
Demian Bichir: Fidel Castro.
Santiago Cabrera: Camilo Cienfuegos.
Elvira Minguez: Celia Sánchez,
Jorde Perugorría: Joaquín,
Edgar Ramírez: Ciro Redondo,
Victor Rasuk: Rogelio Acevedo,
Armando Riesco: Benigno,
Catalina Sandino Moreno: Aleida Guevara,
Rodrigo Santoro: Raúl Castro,
Unax Ugalde: Pequeño Cowboy,
Yul Vázquez: Alejandro Ramírez.
Sinopsis:
En 1952, el General Fulgencio Bautista orquestó un golpe de estado en Cuba, tomando el control del gobierno del país. Su corrupta y cruel dictadura, respaldada por 40.000 hombres, era ajena a un breve encuentro en México entre el rebelde Fidel Castro y Ernesto 'Che' Guevara que cambiaría el rumbo de la historia para siempre.
Unidos y arropados por un pequeño grupo de revolucionarios cubanos, los dos líderes, familiarizados con la guerra de guerrillas, se encaminarán hacia Cuba para intentar ganarse el apoyo de la gente, derrocar al dictador y devolver al pueblo la ansiada libertad.
Comentario:
Ben Affleck termina su película Argo con una pequeña y cómica controversia sobre la famosa máxima de Carlos Marx, que los hombres de Hollywood no conocen bien: " La historia se da una vez como drama y la siguiente como farsa". Las condiciones que favorecen un acontecimiento singular no se repiten y los esfuerzos por reproducirlas artificialmente pueden tener un resultado patético. La mayor reflexión que uno debe hacerse ante los hechos que analiza el film de Steven Soderbergh, que se conforma con el hecho de que se proyecte en los cines, aunque no tenga beneficios, es cómo es posible que Fidel Castro tomara el poder con un puñado de hombres, frente a un ejército de 40.000 soldados bajo el mando de un dictador, Fulgencio Bautista; ¿ de dónde salieron hombres formados académicamente como Ernesto Che Guevara, médico de profesión, que murió en Bolivia, intentando hacer la revolución con veinte hombres? ¿Cómo no han podido los poderosos norteamericanos, derribar al pequeño David, tras años de aislamiento económico?...
Las condiciones en que vivían los cubanos, sus niveles de paro, que hoy ya han superado muchas potencias capitalistas, la ignorancia de las masas, con altos grados de analfabetismo, la quiebra del sueño americano, ante el que se alzan barreras invisibles, y el fracaso de la huelga general del 9 de abril de 1958, fueron circunstancias que hicieron que las masas desfavorecidas depositaran su confianza en el movimiento revolucionario '26 de julio'. Choca que en los albores de la década de los 60 del siglo XX Cuba tuviera pendiente su reforma agraria, y una economía basada en el monocultivo predominante de la caña de azúcar para la exportación, sin que existiera la más mínima preocupación por elevar el nivel económico, social y cultural de los cubanos
Soderberg articula el film alternando el docudrama y la ficción, semantizando el color: blanco y negro para el primer género, color para el segundo, combinando escenas de guerra de guerrillas en Cuba con la intervención de Ernesto Guevara ante las Naciones Unidas en 1964, en la que el famoso revolucionario lanzó su proclama de ¡Patria o muerte!, algo que nadie imagina que se pudiera producir ahora. Si a ello añadimos el ataque frontal a las dictaduras del centro y el sur de América y la expresión pública de su creencia en que se puede llegar al poder a través de una lucha armada, apoyada por el pueblo, creo que entenderíamos bien que algo ha cambiado y muy seriamente en la sociedad occidental. La diferencia entre el 'Che' y Fidel Castro, lo que convirtió al primero en un mito reconocible por toda la humanidad, es que Guevara abandonó pronto el poder como Ministro de Industria, para volver a las montañas y morir como guerrillero, siempre bajo la creencia de que cuando un pueblo odia a sus gobernantes es muy fácil tomar el poder.
Soderbergh, el cineasta que ha probado suerte en todos los géneros (ciencia-ficción: 'Solaris', thiriller economía: El soplón', el espectáculo: 'Magic Mike...), y que ha anunciado más de una vez el deseo de abandonar la actividad como cineasta, pero que realiza varias películas al año, quiso probar también en el terreno del cine político con una guerra y un personaje muy controvertido y que provocan sentimientos muy encontrados en Estados Unidos, donde se refugian muchas élites corruptas, como denuncian otros cineastas americanos, con gran poder económico .Hizo una película de cuatro horas, que se programó para ser proyectada en dos partes: la primera Che: El Argentino, y la segunda 'Guerrilla', comercializándose los DVD con el mismo planteamiento.
Benicio del Toro tiene un físico poderoso, creible, mucho más que el de Omar Shariff, entre otras razones porque nació y se crió en Puerto Rico, aunque pronto se integró en los Estados Unidos. El actor más adecuado para encarnar a un revolucionario, que se convirtió en ídolo de los adolescentes de todo el mundo, porque encarnó el ideal de la rebeldía contra toda injusticia, renunció al poder, a las comodidades y murió joven, dejando el recuerdo de un cadáver en plenitud de formas físicas; el hombre que nunca envejeció, ni física ni intelectualmente, lo que le proporcionó paradójicamente la inmortalidad. Esta y no otra es la clave de la popularidad de un revolucionario , cuya imagen han llevado inscrita en sus camisetas jóvenes de todas las latitudes y todas las culturas del mundo, especialmente tras el desarrollo de los medios audiovisuales de comunicación.
Comentario:
Ben Affleck termina su película Argo con una pequeña y cómica controversia sobre la famosa máxima de Carlos Marx, que los hombres de Hollywood no conocen bien: " La historia se da una vez como drama y la siguiente como farsa". Las condiciones que favorecen un acontecimiento singular no se repiten y los esfuerzos por reproducirlas artificialmente pueden tener un resultado patético. La mayor reflexión que uno debe hacerse ante los hechos que analiza el film de Steven Soderbergh, que se conforma con el hecho de que se proyecte en los cines, aunque no tenga beneficios, es cómo es posible que Fidel Castro tomara el poder con un puñado de hombres, frente a un ejército de 40.000 soldados bajo el mando de un dictador, Fulgencio Bautista; ¿ de dónde salieron hombres formados académicamente como Ernesto Che Guevara, médico de profesión, que murió en Bolivia, intentando hacer la revolución con veinte hombres? ¿Cómo no han podido los poderosos norteamericanos, derribar al pequeño David, tras años de aislamiento económico?...
Las condiciones en que vivían los cubanos, sus niveles de paro, que hoy ya han superado muchas potencias capitalistas, la ignorancia de las masas, con altos grados de analfabetismo, la quiebra del sueño americano, ante el que se alzan barreras invisibles, y el fracaso de la huelga general del 9 de abril de 1958, fueron circunstancias que hicieron que las masas desfavorecidas depositaran su confianza en el movimiento revolucionario '26 de julio'. Choca que en los albores de la década de los 60 del siglo XX Cuba tuviera pendiente su reforma agraria, y una economía basada en el monocultivo predominante de la caña de azúcar para la exportación, sin que existiera la más mínima preocupación por elevar el nivel económico, social y cultural de los cubanos
Soderberg articula el film alternando el docudrama y la ficción, semantizando el color: blanco y negro para el primer género, color para el segundo, combinando escenas de guerra de guerrillas en Cuba con la intervención de Ernesto Guevara ante las Naciones Unidas en 1964, en la que el famoso revolucionario lanzó su proclama de ¡Patria o muerte!, algo que nadie imagina que se pudiera producir ahora. Si a ello añadimos el ataque frontal a las dictaduras del centro y el sur de América y la expresión pública de su creencia en que se puede llegar al poder a través de una lucha armada, apoyada por el pueblo, creo que entenderíamos bien que algo ha cambiado y muy seriamente en la sociedad occidental. La diferencia entre el 'Che' y Fidel Castro, lo que convirtió al primero en un mito reconocible por toda la humanidad, es que Guevara abandonó pronto el poder como Ministro de Industria, para volver a las montañas y morir como guerrillero, siempre bajo la creencia de que cuando un pueblo odia a sus gobernantes es muy fácil tomar el poder.
Soderbergh, el cineasta que ha probado suerte en todos los géneros (ciencia-ficción: 'Solaris', thiriller economía: El soplón', el espectáculo: 'Magic Mike...), y que ha anunciado más de una vez el deseo de abandonar la actividad como cineasta, pero que realiza varias películas al año, quiso probar también en el terreno del cine político con una guerra y un personaje muy controvertido y que provocan sentimientos muy encontrados en Estados Unidos, donde se refugian muchas élites corruptas, como denuncian otros cineastas americanos, con gran poder económico .Hizo una película de cuatro horas, que se programó para ser proyectada en dos partes: la primera Che: El Argentino, y la segunda 'Guerrilla', comercializándose los DVD con el mismo planteamiento.
Benicio del Toro tiene un físico poderoso, creible, mucho más que el de Omar Shariff, entre otras razones porque nació y se crió en Puerto Rico, aunque pronto se integró en los Estados Unidos. El actor más adecuado para encarnar a un revolucionario, que se convirtió en ídolo de los adolescentes de todo el mundo, porque encarnó el ideal de la rebeldía contra toda injusticia, renunció al poder, a las comodidades y murió joven, dejando el recuerdo de un cadáver en plenitud de formas físicas; el hombre que nunca envejeció, ni física ni intelectualmente, lo que le proporcionó paradójicamente la inmortalidad. Esta y no otra es la clave de la popularidad de un revolucionario , cuya imagen han llevado inscrita en sus camisetas jóvenes de todas las latitudes y todas las culturas del mundo, especialmente tras el desarrollo de los medios audiovisuales de comunicación.
Hasta tal extremo esto es cierto que Andy Warhol uso su imagen para demostrar en esta pintura pop que el Che es uno de esos personajes reconocibles por cualquiera, se presente la fotografía en positivo, en negativo, con cuatro rasgos, etc., porque ha ingresado en el imaginario colectivo a escala mundial, independientemente de la ideología, la cultura o la formación de las gentes.
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