RKO 281. La batalla por el ciudadano Kane. Benjamin Ross




Ficha técnica:

Título original: RKO 281
País: Estados Unidos.
Año: 1999.
Duración: 85 minutos
Dirección: Benjamin Ross.
Guión: John Logan.
Casting: Lora Kennedy y Joyce Nettles.
Dirección de Fotografía:  Mike Southon, B.S.C.
Música:  John Altman.
Edición: Alex Mackie.
Producción: Scott Free. Su Armstrong.
Productores ejecutivos: Ridley Scott y Tony Scott.
Co-productores ejecutivos: Diane Minter Lewis, Chris Zarpas.
Diseño de producción: Maria Djurkovic.
Vestuario: Stewart Meachem.
Compañías: HBO Pictures / WGBH Boston pr. a Scott Free Production


Intérpretes:

 Liev Schreiber: Orson Welles,
James  Cromwell: William Randolph Hearst,
Melanie Griffith: Marion Davies,
John Malkovich: Herman Mankiewicz,
Brenda Blethyn: Louella Parsons,
Roy Scheider: George Schaefer,
Liam Cunningham: Gregg Toland,
David Suchet: Louis B.Mayer,
Fiona Shaw: Hedda Hopper,
Anastasia Hille: Carole Lombard,
Roger Allam: Walt Disney
...


Sinopsis:

Llegado a Hollywood con la vitola de niño prodigio tras una espectacular carrera teatral en Nueva York, incluyendo su famosa representación radiofónica de "La guerra de los mundos", Orson Welles comienza a rodar su primera película con tan sólo 24 años. Fue una cena en la mansión de Randolph Hearst, durante la cual mantuvo una discusión con el gran magnate, lo que le sirvió de inspiración para esta película.

Comentario .

Un interesante film realizado para la televisión, que desvela las tremendas dificultades que tuvo Orson Welles para estrenar su 'Ciudadano Kane' que cuestionaba la trayectoria vital, ética, económica y profesional del magnate de la prensa, Randolph Hearst, en vísperas de la Guerra Mundial, cuando Hitler y su Ministro de Propaganda Goebbles, coqueteaban con los grandes empresarios norteamericanos, que pretendieron impedir que se estrenara la película de Wells, en una reunión en la que estaban presentes desde Disney , O Zelsnick, pasando por Mr. Warner, Mr. Disney o Mr. Goldwin, algunos de ellos judios atemorizados, como el guionista Herman Mankiewicz, hermano de Joseph, hasta que George Stevens  (Un lugar en el sol), captó con su cámara las espantosas imágenes del campo de Dahau, que abrió definitivamente los ojos a lo que estaba ocurriendo en Europa.

Hearst se quejaba del daño que le habían hecho, pero pasaba por alto de todos aquellos a quien él había destruido desde su emporio de la prensa y sus prácticas deleznables para destruir a sus adversarios, acusándolos de comunistas u  homosexuales y difundiendo otras difamaciones que buscaban la destrucción de sus enemigos, convirtiéndolos en muertos vivientes. A veces la líne divisoria que protege a la humanidad del horror, aunque no pueda impedir sus zarpazos, es fina, delgada y muy vulnerable. Wells tuvo la fortuna de que su ataque coincidiera con la ruina de un millonario que no había sabido poner coto a sus excesos, y que debía más de cien millones de cólares, cifra que hoy, en la desmesura de los tiempos, nos puede parecer insignificante.


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