Silkwood. Mike Nichols
Ficha tçecnica:
Tçitulo original: Silkwood.
País: Estados Unidos.
Año: 1983.
Duración 128 minutos.
Dirección: Mike Nichols
Guión: Nora Eprhon y Alice Arlen.
Casting: Mary Goldberg.
Director de fotografía: Miroslav Ondricek.
Música: George Delerue.
Edición: Sam O'Steen.
Productor: Mike Nichols y Michael Hausman.
Productores ejecutivos: Buzz Hirsch y Larry Cano.
Diseño de producción: Patrizia Von Brandenstein.
Productores asociados: Joel Tuber y Tom Stovall.
Director artístico: Richard James.
Vestuario: Ann Roth.
ABC Motion Pictures
Intérpretes:
Meryl Streep: Silkwood,
Kurt Russell: Drew Stephens,
Cher: Dolly Pelliker,
Craig T.Nelson: Winston,
Diana Scarwid: Angela,
Fred Ward : Morgan,
Ron Silver: Paul Stone,
Charles Hallahan: Earl Lapin,
Josef Sommer: Max Richter,
M. Emmet Walsh: Walt Yarborough,
Les Lannom: Jimmy.
Premios:
1983: 5 nominaciones al Oscar: Director, actriz (Streep), guión, actriz sec., montaje
1983: Globos de Oro: Mejor Actriz de Reparto (Cher) 5 nominaciones
Sinopsis:
Alegato antinuclear basado en hechos reales. En el año 1974, Karen Silkwood (Meryl Streep), trabajadora y sindicalista de una central nuclear de Oklahoma, recoge pruebas e indicios que demuestran la ineficacia de las medidas de seguridad de la planta. Esta actitud la enemistará tanto con sus compañeros de trabajo como con los dirigentes de la central.
Críticas:
Fernando Morales del diario 'El País' :
"Maravilloso filme de denuncia ecologista que se sitúa dentro de la corriente crítica del cine norteamericano de los setenta. Excelente trabajo de Meryl Streep (...) un drama comprometido y técnicamente perfecto."
Comentario:
Una jovencísima Meryl Streep interpreta a Silkwood, una muchacha sensual y un tanto descerebrada que, como Norma Rae ( Martin Ritt, 1979) va tomando conciencia política y sindical hasta llegar a convertirse en un riesgo para la central nuclear de Oklahoma, en la que trabaja, que acabará provocando la animadversión de sus compañeros en la empresa, que, conscientes del riesgo que corre su salud, no pueden permitirse perder el empleo.
El film denuncia la esclavitud que padecen amplios sectores de la población que sustentan el desarrollo económico, las cloacas de Wall Street, por un puñado de dólares. Mike Nichols lo ilustra con una muchacha vital, sin complejos, que convive con una 'boyera', como a sí misma se denomina Dolly Pelliker (Cher), y con su novio Drew (Kurt Russell), unos jóvenes que creen en su país, que cantan el himno americano a la mínima ocasión y que cuelgan la bandera de las barras y estrellas en una de las puertas interiores de su casa; el pago que reciben de la colectividad es una actitud pasiva ante la reacción de los poderes públicos por la posible denuncia de intoxicación radioactiva en los medios de comunicación, que pude hacer descender el valor de sus acciones y, como consecuencia, devaluar su cuenta de resultados.
En un contexto duro, pobre e inadecuado para quien se juega la vida para producir una energía que los lobbys financieros mundiales defienden como la más limpia, económica y propicia para la autosuficiencia energética de los países, Mike Nichols sitúa a una Meryl Streep desconocida: ingenua, sexual, ignorante, atractiva y solidaria con sus compañeros de trabajo; una joven que tuvo tres niños, siendo casi adolescente, con un chico con el que no pudo casarse por falta de apoyo paterno, pero que más adelante consiguió un divorcio basado en el derecho consuetudinario, que la privó de la custodia de sus hijos. Todo es sombrío, desde la casa en la que viven,el atrezzo, el vestuario, del que se encarga con sabiduría Ann Roth, pasando por coches muy aparentes pero viejos, algo muy americano, un lugar de trabajo poco acogedor, en el que el hábito relaja las normas y los trabajadores olvidan chequear el nivel de contaminación de sus manos cuando pasan de unas estancias a otras. Miroslav Ondricek capta este ambiente sórdido con una fotografía sin brillo, de tonos fríos y apagados, que contribuye a trasladar al espectador la realidad de trabajadores teóricamente 'privilegiados', si los comparamos con los white trash americana, cuya situación denuncia Debra Granik en Winter's bone, (2010). protagonizada por la oscarizadaJennifer Lawrence.
Cuando una compañera, cuya hija está gravemente enferma, lleva peluca, no se explica por qué, y sufre de hipocondría, resulta contaminada, decide implicarse en la denuncia de la empresa, que esconde las fugas radioactivas, y colaborar con los sindicatos. A partir de ese momento comienza a presentar altos grados de radiación, haciendo saltar las alarmas por donde pasa. Silkwood es un eslabón demasiado pequeño de la cadena productiva que puede ser eliminado sin consecuencias, cuando comienza a tomar conciencia de susituación y a representar un riesgo para todos. ¿Quién no conoce a alguien que desempeña un trabajo con graves consecuencias para su salud, pero lucha por mantener su único modo de supervivencia? Este hecho ya lo denunció John Ford en ¡Que verde era mi valle!
Mike Nichols, (Lo que queda del día, El Graduado o ¿Quién teme a Virginia Wolf? ), no es Ford, pero ha hecho una gran película, un documento de interés para quien quiera pasar una tarde dolido pero profundizando en la obra de un director comprometido.
Comentario:
Una jovencísima Meryl Streep interpreta a Silkwood, una muchacha sensual y un tanto descerebrada que, como Norma Rae ( Martin Ritt, 1979) va tomando conciencia política y sindical hasta llegar a convertirse en un riesgo para la central nuclear de Oklahoma, en la que trabaja, que acabará provocando la animadversión de sus compañeros en la empresa, que, conscientes del riesgo que corre su salud, no pueden permitirse perder el empleo.
El film denuncia la esclavitud que padecen amplios sectores de la población que sustentan el desarrollo económico, las cloacas de Wall Street, por un puñado de dólares. Mike Nichols lo ilustra con una muchacha vital, sin complejos, que convive con una 'boyera', como a sí misma se denomina Dolly Pelliker (Cher), y con su novio Drew (Kurt Russell), unos jóvenes que creen en su país, que cantan el himno americano a la mínima ocasión y que cuelgan la bandera de las barras y estrellas en una de las puertas interiores de su casa; el pago que reciben de la colectividad es una actitud pasiva ante la reacción de los poderes públicos por la posible denuncia de intoxicación radioactiva en los medios de comunicación, que pude hacer descender el valor de sus acciones y, como consecuencia, devaluar su cuenta de resultados.
Mike Nichols
En un contexto duro, pobre e inadecuado para quien se juega la vida para producir una energía que los lobbys financieros mundiales defienden como la más limpia, económica y propicia para la autosuficiencia energética de los países, Mike Nichols sitúa a una Meryl Streep desconocida: ingenua, sexual, ignorante, atractiva y solidaria con sus compañeros de trabajo; una joven que tuvo tres niños, siendo casi adolescente, con un chico con el que no pudo casarse por falta de apoyo paterno, pero que más adelante consiguió un divorcio basado en el derecho consuetudinario, que la privó de la custodia de sus hijos. Todo es sombrío, desde la casa en la que viven,el atrezzo, el vestuario, del que se encarga con sabiduría Ann Roth, pasando por coches muy aparentes pero viejos, algo muy americano, un lugar de trabajo poco acogedor, en el que el hábito relaja las normas y los trabajadores olvidan chequear el nivel de contaminación de sus manos cuando pasan de unas estancias a otras. Miroslav Ondricek capta este ambiente sórdido con una fotografía sin brillo, de tonos fríos y apagados, que contribuye a trasladar al espectador la realidad de trabajadores teóricamente 'privilegiados', si los comparamos con los white trash americana, cuya situación denuncia Debra Granik en Winter's bone, (2010). protagonizada por la oscarizadaJennifer Lawrence.
Cuando una compañera, cuya hija está gravemente enferma, lleva peluca, no se explica por qué, y sufre de hipocondría, resulta contaminada, decide implicarse en la denuncia de la empresa, que esconde las fugas radioactivas, y colaborar con los sindicatos. A partir de ese momento comienza a presentar altos grados de radiación, haciendo saltar las alarmas por donde pasa. Silkwood es un eslabón demasiado pequeño de la cadena productiva que puede ser eliminado sin consecuencias, cuando comienza a tomar conciencia de susituación y a representar un riesgo para todos. ¿Quién no conoce a alguien que desempeña un trabajo con graves consecuencias para su salud, pero lucha por mantener su único modo de supervivencia? Este hecho ya lo denunció John Ford en ¡Que verde era mi valle!
Mike Nichols, (Lo que queda del día, El Graduado o ¿Quién teme a Virginia Wolf? ), no es Ford, pero ha hecho una gran película, un documento de interés para quien quiera pasar una tarde dolido pero profundizando en la obra de un director comprometido.
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