John Ford. La taberna del Irlandés





Ficha técnica:

Título original: Donovan's Reef.
País: Estados Unidos.
Año: Julio  1963.
Duración: 109 minutos.
Dirección: John Ford.
Ayudante de dirección: Wingate Smith.
Guión: Frank Nugent y James Edward Grant, basado en un relato de  Edmund Beloin adaptado por James Michener.
Dirección de Fotografía: William H.Clorhier.
Música: Cyril J. Mockridge.
Montaje: Otho Lovering.
Dirección artística: Hal Pereira y Eddie Imazu.
Decoración: Sam Comer y Darrel Silvera.
Productor: John Ford.
Vestuario: Edith Head.
Paramount Pictures.

Intérpretes:

John Wayne: Michael Patrick 'Guns' Donovan,
Elizabeth Allen: Amelia Sarah Dedham,
Lee Marvin: Thomas Aloysius 'Boats' Gilhooley,
Jack Warden: Doctor William Dedham,
César Romero: Marqués André de Lage,
Dorothy Lamour: Miss Lafleur,
Jacqueline Malouf: Leilani Dedham,
Mike Mazurki: sargento Menkowicz,
Marcel Dalio: padre Cluzeot,
Jon Fong: Mr. Eu,
Cheryline Lee: Sally Dedham,
Tim Stafford: Luki Dedhman,
Carmen Strabeau: hermana Gabrielle,
Yvonne Peattie: hermana Matthew,
...

Sinopsis:

Con objeto de adueñarse por completo de la compañía de navegación Dedham, Amelia debe demostrar ante el notario de Boston que su padre, el doctor William Dedham, vive indecorosamente en las islas de  los Mares del Sur. Amelia odio a su padre porque la abandonó siendo sólo una niña. Al llegar a Haleakaloa, la isla en la que vive su padre, Amelia se encuentra con un  universo que no podía imaginar: los amigos de su padre son ex-soldados de la marina que se pegan para celebrar su mutuo cumpleaños y beben sin cesar, y el gobernador francés, un peligroso Don Juan. Amelia va enamorándose de Michael Donovan, quien parecer ser el líder espiritual de la isla . Entonces desubre el fervor que se siente por la difunta princesa Manulani y averigua que su padre y la princesa tuvieron tres hijos, sus hermanos mestizos. Amelia renuncia a su compañía de navegación y se establece en la isla con Donovan.(John Ford. Francisco Javier Urkijo. Cátedra)


Comentario:

Este film ha sido el más atacado y menospreciado de Ford, y es cierto que es irregular en su realización, con momentos a la altura de su director y otros menos conseguidos, por decirlo suavemente. Aun a costa de ser considerada simple mi argumentación, eran tiempos en los que al hombre sólo se le exigía ser un buen actor y John Wayne lo era, pero ya no daba la talla de un galán del que podía enamorarse una jovencita, aunque por esta razón favorecía el imaginario masculino de una sociedad marcadamente patriarcal.





Dicho ésto, y olvidando el encantador precedente de hombre tranquilo, el  film es profundamente fordiano . Las tradiciones hay que respetarlas, aunque consistan en pegarse cada cumpleaños, costumbre que se encargarán de mantener viva los personajes interpretados por John Wayne y Lee Marvin ; a ello hay que sumar  el cariño con el que trata las relaciones familiares, sea cual sea la condición... Una bellísima imagen es la de la hija nativa del Dedham cantando a la diosa del valle, no por convicción sino como reverencia a las creencias de sus antepasados.

 También hay gestos demagógicos, como el hecho de que el Doctor, un ex-soldado de la Guerra Mundial, tuviera hijos mestizos, pero la madre fuera una princesa Manulani, y recibieran una  educación  estrictamente  occidental, con piano incluido . Todas las convenciones sociales en orden. El único personaje loco, el Peter Pan del film es el que interpreta Lee Marvin. Todo lo demás son lugares comunes. Amelia, hija del primer matrimonio del doctor debe demostrar ante el notario de Boston que su padre vive indecorosamente en las Islas de los Mares del Sur para quedarse con la empresa, la Compañía de Navegación Dedham, pero al llegar a la isla se siente atraida por el ambiente y se enamora del amigo de su padre Michael Donovan dueño de una taberna irlandesa. La condición para el matrimonio es que abandone la vida de perdulario y se desprenda del local de ocio. No faltan las palmadas en el culo a la mujer indómita y con personalidad hoy políticamente incorrectas. Simpáticas para algunos. Con el amor para toda la vida llega el fin del paraíso masculino, la vida de taberna, las relaciones promiscuas con las mujeres y las peleas sin ton ni son.

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