Lazo sagrado. John Cromwell.











Ficha técnica:

Título original: Made for each other
País: Estados Unidos.
Año: 939.
Duración: 92 minutos.
Dirección: John Cromwell.
Guión: Jo Swerling, basado en una historia de Rose Franken.
Dirección de Fotografía: Leon Shamroy, A.S.C.
Dirección artística: Lyle Wheeler.
Efectos especiales: Jack Cosgrove.
Música:  Oscar Levant, dirigida por Lou Forbes.
Edición: James E.Newcom.
Diseño de producción: William Cameron Menzies.
Vestuario: Travis Banton.
Selznick International Picture

Intérpretes:

Carole Lombard: Jane,
James Stewart: John Mason,
Charles Coburn: Joseph M.Doolittle,
Lucile Watson: Harriet, madre de Johnny.
Eddie Quillan: Carter,
Alma Krugen:Eunice Doolittle.


Sinopsis:


Johnny Mason, un joven abogado recién casado, trabaja para el estricto juez Doolittle, del que es imposible conseguir una subida de sueldo. Para colmo, Johnny tiene que interrumpir su luna de miel por orden de su jefe, que está furioso con él porque deseaba casarlo con su hija Eunice..

Comentario:

El film de John Cromwell empieza en tono de comedia alocada, a la que más tarde se llamaría screwball, pero el año de la realización y el estreno obliga a que la historia vaya derivando poco a poco hacia el drama con happy end, después de una dura y larga  travesía  de enfrentamientos cotidianos para los que la tragedia del pequeño funciona como catarsis personal para los tres protagonistas, un triángulo constituido por un matrimonio, Jane y John y la madre de éste, Harriet. La mirada del realizador sobre la convivencia en un pequeño apartamento de estos personajes es tan realista, tan minuciosa hasta en los pequeños detalles, que funciona como un  elemento distorsionador de esta realidad.

El análisis de los personajes incide en los sentimientos de la joven esposa, las aspiraciones de su marido, un abogado  atascado en su carrera profesional,  y frustrado por no poder comprar a su mujer  una joya y un abrigo de pieles, y de apartarla de cualquier tarea, incluso las del hogar. La madre se siente desplazada por la intrusa y comienza a dar serios síntomas del síndrome de la soledad de una mujer de edad avanzada, que se ha quedado sin función en la vida. Todas estas circunstancias se ven agravadas por las  estrecheces  producidas  por  la crisis del 29 que afecta duramente a la clase media. John  debe afrontar un descenso de su salario del 25 por ciento el día que decide enfrentarse al jefe y pedirle que recompense sus esfuerzos. Pero los sacrificios no afectan a todos por igual, y  cuando el letrado  sale destrozado del despacho del Juez Doolittle, 'Cara de Piedra', se puede oír a éste realizando una transacción comercial que consiste en la adquisición de un inmueble a precio de saldo. La ecuación es clara: descenso de los emolumentos de sus empleados y adquisición de bienes de los desahuciados, igual a enriquecimiento del poderoso. Este discurso lo entiende muy bien el espectador actual.

 El papel que la mujer jugaba en la primera mitad del siglo XX, prueba hasta qué punto la revolución  feminista es la que ha conseguido un mayor avance en las relaciones sociales: el matrimonio se considera una carrera y un buen negocio. La mujer no debía  buscar trabajo fuera del ámbito privado del hogar, ni humillar al marido empleándose fuera de casa. Incluso la  sirvienta negra le aconseja despedirla a ella y trabajar en su casa, algo mucho más digno que salir de ella. "Hay que aprender a disfrutar del melón sin que nos molesten las pepitas", le aconseja. Cromwell también nos permite entrar en un hospital privado, en el que el marido disponía de una habitación contigua a la de la esposa. Cuando paga los servicios médicos, la empleada  le despide diciéndole: ahora si que es suyo el niño. ¿Qué hubiera pasado si no hubiese podido pagar la factura?  ¿Se hubiesen quedado con el niño?

Filmada con un modo de representación institucional, según la denominación de Noël Burch, es un magnífico documento  para poder analizar el funcionamiento de un hogar de clase media, sus dificultades en una época de crisis, y las fricciones derivadas de la obligada convivencia en un piso muy pequeño. Es curioso el plante de las sirvientas, que es más que probable que esté muy distorsionado; nadie quiere perder su empleo en momentos críticos.La mujer ha avanzado mucho desde 1939 y ocupa un lugar cada vez más destacado en los sectores productivos, pero algo ha perdido la sociedad: el respeto a sus mayores. Las prisas, la falta de tiempo, dejan cada vez más a los hombres y mujeres de edad avanzada en la cuneta, al menos emocionalmente, ya que el estado de bienestar ha dotado de pensiones a todos los ancianos. Cada vez se valora más lo joven y no es infrecuente la marginación de los mayores, fenómeno al que se ha bautizado como edadismo.

El film se detiene en todos y cada uno de estos aspectos, aunque carga de aspectos melodramáticos, generando la tensión en torno a unas vacunas que deben atravesar más de un estado en medio de una furiosa tormenta de nieve, alargando la situación con torres de control, compañeros del piloto, prensa, hospital, etc.- Finalmente hasta la religión tendrá su pequeño papel.

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