Holocausto Canibal II.Roy Garret

Ficha técnica:

Título original: Natura contro ( Cannibal Holocaust 2).
País: Italia. Co-Producción Italia/España.
Año: 1985.
Duración: 90 minutos
Dirección: Roy Garret.
Guión: Franco Prosperi,  (basado en la historia de Catherine Miles)
Director de Fotografía: Silvano Ippoliti.
Música: compuesta y dirigida por Franco Campanino.
Edición: Gianfranco Amicucci.
Producción manager: Antonio Almeida.
Maquillaje: Fraco di girolamo.
Efectos especiales: Aldo Gasparri
Cinevega, S.R.L.(Roma), Grandi Produccioni Italiani (GPI),  Industrial Cinematográfica Tripoli Caracas.


Intérpretes:

Elvire Audray
Will Gonzales
Dick Marshall
Andrew Louis Coppola
Dick Campbell
Alma Vernon
Grace Williams
Sara Fleszer
Mark Cannon
James Boyle
Peter Robins
Jessica Bridges
Stephanie Walters
Nel Berger
Deborah Savage
Kim Arnold



Sinopsis:

Una estudiante universitaria viaja a la plantación familiar del Amazonas, para pasar unos días. Mientras dan un paseo plácido en un barco, son atacados por un grupo de caníbales, siendo ella la única superviviente. Es adoptada por los indígenas, y viviendo junto a ellos descubrirá que el ataque no fue tan accidental como ella creía .

Comentario:

Roy Garret hace un film que parece no haberse tomado en serio ni él mismo: tiene vocación de  narrar hechos reales que se materializa en la elección de un estilo pseudodocumental, pero realiza un producto increíble e inverosímil. Traslada a una tribu, que al parecer no es de caníbales sino de cortadores de cabezas, todo el esquema intelectual del occidente desarrollado, incluido el amor romántico. Hombres y mujeres son de una belleza extraordinaria, incluida la que habla inglés porque se había criado en una misión, mucho más atractiva que la protagonista, por muy rubia que ésta  sea, una mujer que nada tiene que ver con el cartel que anuncia el film, en el que los atributos sexuales, concretamente los pechos están muy desarrollados, mientras que la actriz que interpreta el papel tiene los senos de una pre-púber, cosa que no parece importar demasiado.

Es inverosímil  que exista una claro en la Amazonia  de hoy  repleto  de feroces caníbales y reductores de cabezas, ya que con frecuencia sobrevuelan el territorio helicópteros oficiales o de caza-recompensas, que realizan auténticas masacres entre los indios, algo también difícil de creer. No parece que la escasez de todo afecte a este colectivo que vive una especie de comunismo primitivo, en una única gran cabaña circular;  siempre están limpios, guapos, perfumados, (les repele el olor de los blancos), y castigan con la muerte el adulterio. De vez en cuando un gepardo nos recuerda que estamos en la Amazonia, y que allí impera la ley de la selva, por lo que toca comerse a algún que otro mono indefenso. Curiosamente la película deshace un malentendido sin querer: subirse a un árbol no es un procedimiento adecuado para huir de estos bichos. Trepan hasta la copa, más rápido de lo que se pueda uno imaginar. Los caza-recompensas blancos también cortan las cabezas de los indios, como prueba de su masacre, con lo que el 'y-tú-más' queda explícito y funciona como una especie de justificación a la que ya estamos acostumbrados.

Ni secuela, ni holocausto ni caníbal. En su lugar chicas de muy buen ver semidesnudas, chicos atléticos y muy cuidados, que dejan al descubierto casi toda su musculatura (a veces toda), algo de violencia para dar sabor y ritmo al relato, y un tratamiento maniqueo de los salvajes y los civilizados, que acaba de mala manera. Un juicio en un aula cutre de colegio, con un magnetofón del pleistoceno, redunda en la idea de la soledad de una mujer, que acabó en medio de la selva y se integró en la comunidad, a medida que fue entendiendo que los asesinos de sus padres no estaban precisamente en aquel lugar. Música e imagen  propia de film de bajo presupuesto, con el objetivo de atraer a sectores de público cautivados por este tipo de cine.

La idealización de estos 'canibales' no les hace ningún favor,  ya que los convierte en divertimento propio de un parque de atracciones, en el que no falta de nada: insectos carnívoros, serpientes, fieras salvajes, ríos caudalosos con espectaculares rápidos y saltos de agua, románticas cabañas, y algún que otro caníbal suelto cuya misión es asustar un poco a los extraños, como la bruja del tren de las ferias. Alguien se lo puede pasar bien por eso de que 'érase una vez un lobito bueno al que al que maltrataban todo los corderos'; hay momentos en los que el pobre indio, mucho más cortés que la mayoría de los gentlemen, enamorado de la estudiante de Londres, da auténtica pena.