Amor. Michael Haneke. Ficha técnica.







Ficha técnica:

Título original: Amour/Love. Inglés: Coming soon.
País: Francia. Co-producción Franco/Germana/Austria: France 3, Art Degeto, Bayerischer Rundfunk, Westdeutscher Rundfunk; Canal +,Cine + (Francia), ORF Film/Fernseh-Abkommen,
Año: 2012.
Duración:  127 minutos.
Dirección: Michael Haneke.
Guión: Michael Haneke.
Dirección de Fotografía:  Darius Khondji, A.S.C., A.F.C.
Música: Franz Schubert, Ludwig Van Beethoven y Johan Sebastian Bach.
Montaje: Monika Willi y Nadine Muse.
Decoración: Jean-Vincent Puzos.
Diseño de Vestuario: Catherine Leterrier.
Sonido: Guillaume Sciama, Jean-Pierre Laforce.
Productores: Margaret Menegoz, (París), Stefan Arndt, (Berlin) y Veit Heidushchka/Michael Katz, (Viena).
Compañías: Les Films du Losange, X-Filme Creative  Pool.  Distribución: Golem, Cameo.

Intérpretes:

Jean-Louis Trintignant,
Emmanuelle Riva,
Isabelle Huppert,
William Shimell,
Rita Blanco,
Laurent Capelluto.
Alexandre Tharaud: Alexandre,
William Shimell: Geoff,



Premios:

Palma de Oro del Festival de Cannes. 2012.
Premio Sekección Europea del Festival de Sevilla, 2012.
Oscar a la mejor película de habla no inglesa, 2012.

Sinopsis:

Georges y Anne, los ochenta cumplidos, son dos profesores de música clásica jubilados con una gran cultura.Su hijo también se dedica a la música y vive fuera de Francia con su familia.Un día, Anne sufre un ataque. Al volver del Hospital un lado de su cuerpo está paralizado. Es entonces cuando el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba.

Amour es una reflexión sobre el amor, la vida, la enfermedad y la muerte, basada en la historia de un matrimonio mayor, Georges (Jean-Louis Trintignant) y  Anne (Emmanuelle Riva), que vive plácidamente hasta que la mujer enferma, lo que a su edad, conduce necesariamente a la degenarción definitiva.


Críticas.

Esta cinta, dura como el cine de Haneke, muestra los efectos destructivos del proceso de envejecimiento y especialmente la pérdida de la memoria, en el afectado y en los que viven a su alrededor, incluidos los hijos, que visitan poco, evitando enfrentarse con el fin necesario que nos espera,  y critican mucho. Carlos Boyero recoge el espíritu que destila el cine del director: "Atractiva película (...) Te deja abrumado, con el cuerpo y el espíritu revueltos, deseando que se acabe y volver a respirar en la calle. O sea, Haneke ha vuelto a lograr lo que se propone con su cine sombrío, retorcido y perverso." (Filmaffinity).

Haneke evita todo tremendismo, combinando las duras imágenes con otras más relajadas de humor, ternura y cierta humanidad, capaz de aglutinar a la crítica de las diferentes tendencias ideológicas ante una realidad  universal, que no diferencia entre la riqueza y la pobreza. El realizador austriaco repite la jugada que le llevó a la obtención de la Palma de Oro de Cannes, con la esperanza de volver a conseguir el preciado galardón.

Comentario:

De todas las críticas que recoge Filmaffinity de la prensa especializada de Estados Unidos y de España, la que comparto en mayor medida es la de Gregorio Belinchón en el diario 'El País': "Duro y sobresaliente drama. (...) Michael Haneke ha hecho su película más sutil y tierna –hasta donde puede llegar Haneke en ternura, claro- con 'Amor'". Es  muy difícil de entender qué nos ha querido transmitir Michael Haneke en estas dos horas de representación de la  degeneración del ser humano previa al desenlace fatal, y ante qué escenario  nos coloca finalmente: ¿crimen piadoso? ¿eutanasia activa y compasiva? Quien ha sufrido la desgracia de ver morir a sus mayores tras una larga enfermedad conoce bien los síntomas, y a lo mejor no les gusta que se los recuerden porque quieren seguir viviendo.

Haneke no reflexiona sobre la muerte, nos muestra el proceso, durante dos horas, desde que Anne manifiesta su primera ausencia, hasta que muere absolutamente degradada, pasando por una fase intermedia en silla de ruedas, en la que todavía puede realizar una labor intelectual, como leer en la cama o en el sofá. Una de las primeras imágenes del film nos muestra a la pareja en un concierto, en el que una cámara fija examina a un público que, en general, está a punto de iniciar el mismo proceso. No sólo es el fin de una generación, sino de unas élites intelectuales muy alejadas del tiempo en que les ha tocado acabar sus vidas. La casa, una vivienda burguesa bien acondicionada, se muestra en su apariencia más decadente y triste, iluminada con luz empobrecida, paredes amarillentas y sabor a ocaso, declive de una forma de vida. El joven músico, ex-alumno de la mujer, que acude a la casa  para visitar a su vieja profesora, lanza una ojeada a la habitación en la que descansa el piano con el que un día aprendió. Acabado todo, la cámara vuelve a entrar en la vivienda y recorre sus estancias vacías, imágenes que tiene pleno sentido para el espectador porque son un epílogo de las que abren la cinta.

Haneke milita en la política del cine de encuadre, con planos muy largos, obtenidos con cámaras fijas, que van creando el significado dentro de cada fotograma y el respeto del racord entre ellos,  más que con el montaje y el juego de planos contra planos. Con esta elección estética el film va avanzando y  mostrando una decadencia progresiva de la mujer, evaluable en el terreno, por ejemplo, del aseo personal, que va evolucionando desde un interés por mantener la apariencia de Anne antes de enfermar, a simplemente mantenerla aseada, sin  un mimo que no soportan sus fuertes dolores. Pero ¿qué sentido tiene prolongar esta visión durante casi dos horas? ¿hubiera sido una obra más maestra todavía si se hubiera convertido en una serie que siguiera a tiempo real la evolución de la decadencia humana? Hay una secuencia en la que Georges compra unas flores, y la cámara nos muestra como corta las pequeñas 'margaritas' y las echa en la pila de la cocina, una a una, hasta cercenarlas todas ¿?

¿Está acaso haciendo de esta decadencia una metáfora de la de la sociedad en la que vivimos, emblematizada con esa primera y terrible imagen del público que acude a la audición de un concierto de un pianista clásico? Quizás nos estemos pasando de frenada por el interés de encontrar una respuesta razonable  a una película tan dura para los sentidos. Salvo que quiera justificar la eutanasia, y ahí, si lo hubiera expresado claramente, quizás no hubiera encontrado tanta unanimidad. Esta mujer, en otro tiempo culta y refinada, no está sometida a un proceso de distanasia; el marido no ha querido llevarla a un hospital de paliativos. Simplemente 'vive', lo que hace mucho más difícil la solución del dilema, al que no quieren enfrentarse los hijos, y que está socavando moralmente al marido. ¿Es ésta la única forma de abordar el tema para concienciar al público? Al menos es la más dura y menos complaciente.

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