El día más largo. Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki.





Ficha técnica:

Título original: The longest day.
País: Estados Unidos.
Año: 1962.
Duración:  180 minutos.
Dirección: Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard  Wicki.
Guión: Cornelius Ryan, basado en su libro homónimo;  episodios adicionales: Romain Gary, James Jones, David Pursall y Jack Seddon.
Director asociado y coordinador de las secuencias de la batalla:  Elmo Williams.
Episodios exteriores rodados en Gran Bretaña y dirigidos por Ken Annakin.
Episodios esteriores rodados en Estados Unidos y dirigidos por Andrew Marton.
Episodios esteriores rodados en Alemania y dirigidos  por Berhard Wicki.
Director de Fotografía: Jean Bourgoin y Walter Wottitz (B & W). Blanco y negro.
Música: Maurice Jarre; tema musical de Paul Anka, arreglos de Mitch Miller.
Edición: Samuel E. Beetley, A.C.E.
Dirección de sonido: Jo de Bretagne, Jacques Maumont, William Sivel.
Dirección  artística: Ted Aworth y Leon Barsaco, Vincent Korda
Productor: Darryl F. Zanuck.
Productor asociado: Elmo Williams.
Twentieth Century Fox/Darryl/F.Zanuck Production.

Intérpretes.

Eddie Albert: Coronel Thompson,
Paul Anka: marine,
Arletty:  Madame Barrault,
Jean-Louis Barrault: Padre Louis Rouyant.
Richard Beymer: Pvt.Dutch Schultz,
Hans Christian Blech: Mayor Werner Pluskat,
Bourvil: Mayor de Colleville,
Richard Burton: Oficial de vuelo David Campbell,
Wolfgang Büttner: General Dr. Hans Speigel,
Red Butons: Pvt. John Steele,
Pauline Carton: Maid,
Sean Connery: Pvt. Flanagan,
Ray Danton:  Capitán Frank,
Irina Demich: Janine Boitard,
Fred  Dur:  mayor marines (U.S.Army Ranger Maj.)
Fabian: (U.S.Army Ranger)
Robert Wagner (U.S.Army Ranger)
Mel Ferrer: Mayor General Robert Haines,
Henry Fonda: General de la Brigada Theodore Rossevelt, Jr.
Curt  Jürgens: Mayor General Gunther Plumentritt
Bill Nagy: Majpr in Ste.Mère Eglesy.
Sal Mineo: Pvt. Martini,
Robert Mitchum: Brig.Gen.Norman Cota,
Peter Lawford: Nill Millin, Gaitero,
John Wayne : Coronel Benjamin Vandervoort.


Sinopsis:

El 16 de  junio de 1944, la invasión aliada de Francia marca el comienzo del fin de la dominación nazi sobre Europa. Este ataque implicó a 3.000.000 de hombres, 11.000 aviones y 4.000  barcos, siendo ésta la mayor armada que el mundo jamás hubiera visto. La película supone una recreación exacta de estos hechos; al estar contada desde ambas perspectivas, aporta una mirada fascinante sobre  una de las más grandes epopeyas del  hombre, sus errores y los acontecimientos fortuitos que determinaron el resultado de una de las batallas más grandes de la historia.

Ganadora de dos Premios Oscar, se encuentra entre las películas de guerra más increíbles y fantásticas dentro de la Historia de Hollywood.

Comentario:

Dominique  Villain , (Encuadre cinematográfico), distingue tres fases en el proceso de fabricación de las películas: el guión, la sinopsis y el découpage, es decir la construcción en planos y secuencias, el cortar y pegar, que se puede hacer en posproducción o de forma más esquemática, y no necesariamente peor,  durante el rodaje. El mejor encuadre no basta  para dotar a la imagen de todo su significado. En último término éste depende de la posición de una imagen en el interior de las otras." Los teóricos del montaje - Eisenstein y Godard - cuestionan la  función del encuadre en el cine, y atribuyen la misma importancia a la composición de las imágenes de sus películas que al ritmo de su sucesión, ya que se monta lo que se ha rodado.Tarkovsky mantiene una posición divergente en su política de autor.

¿Por qué decimos ésto? Porque adquiere la mayor importancia en  un film dirigido por tres realizadores, uno de Inglaterra, otro de Estados Unidos y el último de Alemania, sometidos a la disciplina de un coordinador de las secuencias de batalla Elmo Williams, con el objetivo de recoger el testimonio y la sensibilidad de los contendientes. Pero luego hay que dar coherencia al discurso cinematográfico y esta cuestión se va a resolver con una política a medio camino entre la política del encuadre y del montaje, la de género y la de autor. Es la generosidad que se permite el vencedor, que en la batalla que se conmemora, el 'Desembarco de Normandía' se jugó la victoria con todos sus recursos; del mismo modo Darryl Zanuck desembarcó con una cinta en la que se habían enrolado los actores que ocupaban el Olimpo cinematográfico de su respectivo país, -Curd Jürgens, Chichard Burton, Robert Mitchum,  Sean Connery, Mel Ferrer o Henry Fonda, entre otros muchos  que enriquecen el  reparto. Todos quisieron participar en este homenaje a los caidos de uno y otro bando, que estaban allí, la mayoría de ellos enrolados a la fuerza. Y así se lo dice abiertamente un prisionero al oficial alemán.

En la posproducción se optó, pues,  por una camino intermedio entre la política del encuadre y el montaje, una edición casi invisible en la que predominan los planos largos e incluso los planos-secuencia, el corte directo para ensartar secuencias alternas, abandonando toda transición y las  clásicas cortinillas de las que se servirá George Lucas en su 'Guerra de las Galaxias', que de este modo rendía culto al cine clásico; travellings elegantes y entradas y salidas de campo muy cuidadas, llenas de fotogramas de gran belleza y serenidad, a pesar del tema que trata. A diferencia de Eisenstein en 'El acorazado Potemkin' los realizadores de El día más largo no intentan levantar pasiones, ni  provocar ningún tipo de emoción. Han ganado la guerra y les gusta el mundo que ha surgido tras la derrota del fascismo y del nazismo, regímenes de los que sólo quedó una isla: España. Eisenstein hizo su película cuando la revolución no estaba consolidada y había que enardecer los ánimos .Tan sólo habían pasado ocho años de la caida del Ancien Regime, que había sido el dominante casi durante el largo túnel de la Edad Media. Franco decía que había dejado todo atado y bien atado, y la verdad es que los sistemas tiránicos dejan una amplia clientela que se extiende en el tiempo.

Una imagen muy repetida, icónica, que recuerda al héroe de 'Los fusilamientos de La Moncloa' de Goya, es la del soldado que levanta los brazos antes de morir. Como soy lerda en este tema no se si es un impulso reflejo  o un tópico visual propia de las artes plásticas. El film no está exento de humor negro, como  la triste muerte de los paracaidistas, muchas veces  fusilados antes de llegar al suelo,  en el centro de una dehesa poblada  de troros,  no sabemos si bravos o no, o  caidos en profundos pozos, graves incidentes que han animado a los ejércitos más modernos a desprenderse de  estas fuerzas aéreas, que van siendo sustituidas por helicópteros de transporte táctico,  como los Black Hawks, mucho más operativos a la hora de colocar soldados en una zona y retirarlos inmediatamente en caso de peligro; es terrible ver lo vulnerables que eran estos cuerpos en la Segunda Guerra Mundial. También es significativo la actitud de los franceses ante las fuerzas aliadas que invadían su país y bombardeaban sus casas, pero que les libraban del terror de los ejércitos de Hitler; los soldados eran recibidos com champagne del bueno, por las autoridades del lugar.

Un film interesante que se queda a medio camino entre la objetividad y la subjetividad, el enaltecimiento herócio de las tropas que participaron en la contienda y   los daños causados a jóvenes de ambos bandos, en la plenitud de su vida. Richard Burton describe así la situación a un camarada: ese alemán,  muerto;  tu , perdido y yo,  inválido. Esto es la guerra. Pero  la película no tiene la carga de denuncia que años después impregnaría la película de Oliver Stone, Platoon. ¿Cuál es la diferencia? En  la Segunda Guerra Mundial la intervención del ejército americano fue decisiva para librar a Europa de las garras del nacionalsocialismo; Oliver Stone fue testigo de la cruel masacre,  con napalm y otras armas de destrucción masiva, de vietnamitas por parte de su país,  y la primera derrota bélica de los Estados Unidos, a la que siguió una depresión emocional  de su población ,   el triunfo del comunismo en la zona y  el desprestigio internacional de la primera potencia occidental en plena Guerra Fría,  panorama que se repite tras la guerra ilegal que se declaró contra Irak de forma unilateral por tres países, de la que dan buena cuenta realizadores como  Kathryn Bigelow, Paul Greengrass o Ridley Sott.  

Una gran película y una buena crónica para el futuro.








Hay una versión en color circulando por You Tube, de la que no he podido extraer información.






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