Falsa identidad. Harold Becker












Ficha técnica:

Título original: Domestic disturbance.
País: Estados Unidos.
Año: 2001.
Duración: 92 minutos.
Dirección; Harold Becker.
Guión: Lewis Colick,William S.Comanor y Gary Drucker, basado en una historia de Lewis Colick.
Casting:   Gretchen Renne.
Dirección de Fotografía: Michael Seresin.
Música: Mark Mancina.
Edición:  Peter Honess, A.C.E.
Producción: Donald De Line, Jonathan D.Krane.
Co-producción: James R. Dyer.
Diseño de Producción: Clay A. Griffith.
Diseño de Vestuario: Bobbie Read.
Paramount Pictures  presenta una producción De Line Pictures y Jonathan D.Krane Production.


Intérpretes:

John Travolta: Frank Morrison,
Vince Vaughn: Rick Barnes,
Teri Polo: Susan,
Steve Buscemi: Ray Colman,
Matthew O'Leary: Danny Morrison,
Rebecca Tilney: Laurie,
Debra Mooney: Theresa,
Ruben Santiago Hudson: Sargento Edgar Stevens,
Susan Floyd: Diane,
...

Sinopsis:

Desde que Frank Morrison y su esposa Susan se divorciaron, su hijo Danny se ha convertido en un adolescente problemático y rebelde. Todo se complica un poco más cuando Susan se casa otra vez. Pero su nuevo marido, Rick Barnes, oculta un pasado comprometedor. Para evitar que se desvele, asesina a un antiguo compañero. Lo que o sabe es que Danny ha visto el crimen. Aunque sólo una persona lo creerá: su  padre. Frank hará todo lo posible para protegerle y desenmascarar a Rick.

Comentario:

Falsa identidad  supone  una mirada republicana  sobre una familia desestructurada en un pueblo tranquilo y conservador, un núcleo formado por casas unifamiliares hechas de madera, cuyo emblemático depósito de aguas recibe al viajero, con el nombre de la población inscrito en su superficie: Southport. Harold Becker es un fotógrafo procedente de la televisión que opta por un modo de representación institucional, más propio de la pequeña pantalla, muy poco arriesgado, de imagen limpia, digital, y escasas estridencias en su BSO, con el objetivo de llegar al mayor número de espectadores, no sólo norteamericanos, ya que  las imágenes que reproduce forman parte del imaginario colectivo del consumidor universal de cine americano. Los títulos de crédito están realizados con programas de tratamiento informático, un anticipo de lo que el realizador nos va a presentar; no se busca la vanguardia artística, sino la exhibición de una tecnología avanzada al servicio de un producto correcto.

El subtexto fílmico cuestiona la viabilidad de la reconstrucción de un hogar a partir de los fragmentos de una familia rota, y el resultado es altamente fallido. La mujer mete al diablo en casa y está a punto de perder su vida y la de su hijo; el marido, aunque tiene una pareja  al parecer estable, cuando surgen las verdaderas dificultades es abandonado y  se  reproduce la misma situación que condujo a la separación de su 'mujer verdadera', la primera, la única, la madre de su hijo: vuelve a caer en la bebida. Afortunadamente el equilibrio se restablece y la familia originaria se reconcilia. El único fleco que podía quedar, el hijo que lleva en su vientre Susan, (Teri Polo), se malogra como consecuencia de las agresiones de que es objeto la madre.

En estas pequeñas poblaciones, (y en las grandes también, aunque llama menos la atención), la llegada de un hombre nuevo, siempre que  lleve las maletas repletas de dinero, es acogida con todos los honores, y se favorece el ascenso rápido del individuo a las instituciones más representativas de la ciudad. El film recoge este hecho con alguna que otra imagen, pequeñas pinceladas en el relato.


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