A pleno sol. René Clément




Ficha técnica:


Título original: Plein soleil.
País: Francia. Co-Producción Francia/Italia.
Año: 1960.
Duración: 115 minutos.
Dirección: René Clément.
Guión: Paul Gégauf, Réne Clément, basado en la novela 'El talento de Mr.Ripley' de Patricia Highsmith.
Dirección de Fotografía: Henri Decaë.
Música: Nino Rota.
Edición: Francoise Javet.
Productores: Raymond Hakim y Robert Hakim.
Paris-Films Productions/Titanus

Intérpretes:


Alain Delon: Tom Ripley,
Maurice Ronet: Philippe Greenleaf,
Marie Laforêt: Marge Duval,
Elvire Popesco: Señora Popova,
Erno Crisa : Riccordi,
Ave Ninchi: Signora Gianna,
Frank Latimore: O'Brien,
Billy Kearns: Freddy Miles.

Sinopsis:


Rom Ripley es enviado a Europa por un millonario norteamericano para buscar a su hijo Philip, un playboy mimado y llevarlo de vuelta a Estados Unidos, a cambio de 5.000 dólares. Philip  engaña a Tom fingiendo que va a volver, pero no tiene la más mínima intención de hacerlo para satisfacer a su padre, dejando a su actual compañera.

Comentario:


La célebre  escritora de novela negra Patricia Highsmith redactó cinco relatos en torno a  un oscuro personaje, Mr. Ripley : El talento de Mr.Ripley, 1955, La máscara de Mr.Ripley, 1970,  El juego de Ripley, 1974,  Tras los pasos de Ripley, 1984,  y Ripley en peligro, 1990. Se han adaptado al cine 'El talento de Mr.Ripley', que narra los sombríos orígenes del personaje y su iniciación en el crimen, por René Clement (A pleno sol, 1960), y Anthony Minghela, (El talento de Mr. Rypley e 1999); 'El juego de Ripley', por Wim Wenders en 1977 (El amigo americano) y  por Liliana Cavani en 2002 (El juego de Ripley).

En cada una de estas películas el perfil y el carácter del oscuro Mr. Ripley ha dependido del actor que lo representaba, que aparecía a los ojos del espectador  formando  una unidad indisoluble con su personaje (Ortega y Gasset), y no cabe la menor duda de que Alain Delón, uno de los actores más frios e hieráticos de la historia del cine, con gran experiencia en el cine negro (polar)  francés,  iba a dotar  a su representación de  un halo de misterio e incertidumbre difícil de igualar. René Clément  realizó una obra maestra que ha entrado en los anales de las películas que merecen ser conservadas y revisadas.


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