Bienvenidos al Norte. Dany Boon




Ficha técnica:

Título original: Bienvenue chez  les Ch'tis
País: Francia
Año: 2008
Duración: 106 minutos

Dirección: Dany Boon
Guión: diálogos: Dany Boon, Franck Magnier y Alexandre Charlot, basados en una idea orginal de Cany Boon
Casting: Gerard  Moulevrier- A.R.D.A.
Fotografía: Pierre Aïm-A.F.C.
Música: Philippe Rombi
Montaje: Luc Barnier y Julie Delord
Decorados: Alain Veissier, A.D.C.
Sonido: Lucien Balibar, Franck Desmoulins. Roman Dymny, François Groult

Diseño de Vestuario: Florence Sadaune

Director de Producción: Bruno Morin
Productor ejecutivo: Eric Hubert
Productor delegado: Richard Pezet
Productores: Claude Berri y Jérôme Seydoux
Pathé/ Hirsch, TF1 Films Production, Les Productions du Ch'Timi, CRRAV Nord-Pas de Calais. Participación de Canal  + y el Centro Nacional de Cinemaografía de Francia, Cinecinema y la asociación del Baque Populaire Images 8

Intérprestes:

Kad Merad Philippe Abrams
Dany Boon: Antoine  Bailleul
Zoe Felix : Julie Abrams
Anne Marivin :Annabelle Deconninck
Philippe Duquesne : Fabrice Caholi
Guy Lecluyse  :Yann Vandernoout
Patrick Bosso : Michel Galabru
Stephane Freiss : Jean
Zinedine Soualem  : Momo
Line Renaud  :  Sra. Bailleul

Sinopsis:

Philippe es el encargado de una oficina de correos en una preciosa ciudad del sur de Francia, pero Julie, su bellísima mujer, padece episodios depresivos que convierten su vida en un verdadero infierno. Así que en un intento de animarla, hace trampas para que lo trasladen a la Riviera Francesa, y como castigo lo envían a una pequeña ciudad del Norte de Francia llamada Bergues, un lugar supuestamente inhóspito donde siempre hace frío y en el que sus habitantes hablan un dialecto enrevesado e incomprensible llamado 'ch'tmi', al que deberá ir solo. Una vez allí, nada será como él esperaba, pues vivirá una serie de aventuras desternillantes capaces de levantar el ánimo al espectador más deprimido.

Comentario:

La crítica de Jordi Costa  (Diario 'El País) responde a la idiosincrasia del pueblo español, acostumbrado mayoritariamente a respetar a las diferentes comunidades de  hablantes del país (castellano, andaluz, gallego, catalán, vasco...) , por lo que en nuestro país se considera incorrecto cualquier "elogio del gañán" con fines de divertimento y el  " reajuste de un tópico lacerante para su disfrute políticamente correcto", caraterística común  del cine comercial francés" . Parece que reírse de los demás es rentable económicamente.

No se critica la película por su modo de representación convencional y poco espectacular, como el de esas películas sin calidad que se hacen para llenar cines, según afirman algunos sectores de público y crítica (Roma locuta, causa finita),  sino por su carácter populista y ramplón, que intenta compensar  la ridiculización del Norte del país galo con la recreación de un mundo de gente noble y divertida hasta la náusea. Todos se aprecian, se ayudan,se divierten juntos,  aunque también tienen su 'bruja' particular en forma de suegra del personaje que encarna el propio director Dany Boon. Tópicos no le faltan y hasta tal extremo la vida es placentera en ese lugar que el tramposo Philippe engaña a su mujer y  se lamenta de su mala situación, con el objetivo de que no aparezca por allí con su expresión estirada y sus depresiones y le amargue la vida. Pero, como no podía ser de otra manera, al final  se deshace el enredo, que es grande y bizarro.

El chovinismo y narcisismo de los franceses, lo expresa Antoine, el ch'ti de Calais que, tras reconocer que en su tierra no se habla 'como dios manda' presume de lo magníficos que son los de su pueblo, según un proverbio chetimi que dice que," cuando uno de fuera va al Norte, llora dos veces: una cuando llega y otra cuando  se va."  Y va y resulta que es así

Se hizo un remake italiano, que, además del enfrentamiento duro entre Norte y Sur, que cualquier visitante advierte, alegró el ambiente con la presencia de las camorras locales, que no son una ficción, y que producen los gags más divertidos del film. A ello se une la capacidad autocrítica y de reirse de sí mismos que tienen los italianos, que podía haber aprovechado más Luca Miniero.



Comentarios

Entradas populares