El soltero. Gary Sinyor

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Ficha técnica:

Título original:
País: Estados Unidos
Año: 1999
Duración: 95 minutos aprox.

Dirección: Gary Sinyor
Guión: Steve Cohen
Dirección de Fotografía: Simon Archer
Música: David A.Hughes y  John Murphy
Coordinador de especialistas: Rpcky Capella
Montaje: Robert  M. Reitano y  Florence Vinger; Editores asociados: Lynel Moore Cioffi
Director artístico: Randy Moore
Diseñador del set: Eric P.Sundahl, Barbara Mesney
Decorador del set: Ellen Totleben

Responsable de maquillaje: Gary Liddiard
Responsable de peluquería Joy Zapata
Supervisor de Vestuario: Eric H. Sandberg

Productores: Jeffrey  T.Barabe, Bing Howenstein y Lloyd Segan
Compañías. George Street Pictures, Lloyd Segan Company,  New Line Cinema

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Intérpretes:

Chris O'Donnell: Jimmie
Renée Zellweger: Anne
Artie Lange: Marco
Edward Asner: Gluckman
Hal Holbrook: O'Dell
James Cromwell: Priest
Marley Shelton: Natalie
Peter Ustinov: Grandad
Katharine Towne: Monique
Rebecca Cross: Stacey
Stacy Edwards: Zoe
Mariah Carey: Ilana
Sarah Silverman: Carolyn
Jennifer Esposito: Daphne
Brooke Shields: Buckley

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Sinopsis:

Un joven, un empedernido  soltero, debe encontrar novia en un día, , para recibir una herencia de su abuelo, que le impone una  condición : casarse antes de cumplir 33 años

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Crítica:

El descafeinado O'Donnell tiene miedo a casarse. Su novia lo sabe y le rechaza una y otra vez. En fin, un prodigio de originalidad. Como en esta vida casi todo se soluciona con dinero, un millón de dólares y 3 absurdas condiciones testamentarias intentarán poner el asunto interesante. Intento fallido, pues el film pasa de convencional a inverosímil. Tan sólo la aparición de una sorprendente Brooke Shields despierta un soporífero argumento que, por cierto, es de los más machistas jamás vistos en una pantalla de cine. Además, no sé porqué tantos reparos a una boda si los americanos se casan y divorcian entre la merienda y la cena...(Pablo Kurt. Filmaffinity)

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Comentario.

La sorpresa que muestra Pablo Kurt ante el film al que considera "de los más machistas jamás visto en una pantalla de cine" responde a la pérdida de vigencia de una cinta, un remake de una película de 1925, dirigida y  protagonizada por Buster Keaton, en un momento en el que el constructo intelectual del patriarcado apenas se cuestionaba por un grupo de feministas sufragistas, en las áreas más concienciadas de la sociedad.  La película de Keaton es infinitamente más caústica, cínica y con mayor carga de mala uva que la de Gary Synor;  a pesar del tiempo transcurrido y el esperpento y la provocación llegan a tal punto que el resultado es demoledor para la sociedad conservadora norteamericana. Nada más hilarante y provocador que la imagen de Buster Keaton huyendo de cientos de mujeres a las que ha convocado, mediante un anuncio en la prensa, en una iglesia, para casarse antes de cumplir 27 años, subiendo la pendiente de una colina en la que se desencadena un alud de enormes piedras, debiendo elegir entre éstas o las féminas que le persiguen. No creo que quepa duda de cuál es su opción. Este clásico está inspirado en otra obra de Keaton, Sueños imposibles (Los sueños de Pamplinas, 1922), en la que el protagonista es una víctima de los sueños de la novia y las exigencias del suegro.Las trágicas cifras de muertes de mujeres a manos de sus parejas hacen impensables estas bromas en la actualidad; antes estos crímenes eran 'comprendidos' , e incluso siguen siéndolo hoy en ciertas zonas del mundo, en las que se deforma a las mujeres con ácido, se las lapida o se las somete a la ablación, como una forma de preservar el honor del padre de la familia.

Casi  setenta y cinco años después, Sinyor elimina esta imagen, quizás por temor a ser despellejado vivo por la crítica, pero el resultado es mucho más sexista que el de Keaton, porque ha desaparecido la parodia y la comicidad ha sido sustituida por una actitud femenina desfasada, inverosímil y sin sentido; no vamos a decir que si apareciese  un anuncio ofreciendo matrimonio a cambio de un montón de millones de dólares o euros no iban a aparecer un montón de hombres o mujeres, -algo que ya no es imposible porque el abuelo no había previsto un probable  matrimonio gay y no señalaba el sexo del contrayente-,  lo más que dudoso es que llegaran todas vestidas de blanco, con ramo incluido, como en la película del gran maestro del cine silente, que buscaba dejar bien claro que lo que muchas mujeres buscaban era precisamente el estatus de casada, cosa que hoy importa bastante poco.

El film, un mediocre representante de la Nueva Comedia Americana,  fue un taquillazo en Estados Unidos, porque, si olvidamos el referente, es cierto que  los realizadores norteamericanos saben manejar los resortes que activan los sentimientos más románticos de los teenagers, el amor entendido desde la perspectiva de la sociedad patriarcal que todos sabemos cómo acaba en la mayoría de las parejas , (no en todas, ¡dejémos un lugar para la esperanza!), que llega a su climax en la secuencia final, en la que cientos de novias se emocionan cuando conocen las vicisitudes sentimentales  de  Jimmie y Anne hasta llegar al punto en que se encuentran, y esperan ansiosas recoger el ramo que tira la verdadera novia. La música, el discursito, las lágrimas, la tarta nupcial sobresaliendo por encima de las cabezas, el acercamiento de los enamorados...Jennifer Lawrence da una lección de cómo provocan los cineastas la emoción en 'El lado bueno de las cosas (David O'Russell, 2012), algo que reconocieron  realizadores  destacados de la Nouvelle Vague, que no dudaron en considerar a los norteamericanos los reyes de la comedia y el musical.

¡¡¡Fijaos en el rótulo que señala constantemente que estas imágenes son culturalmente incorrectas!!!