Jack Ryan: operación sombra. Kenneth Branagh
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Ficha técnica:
Título original: Jack Ryan
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 105 minutos
Dirección: Kenneth Branagh
Guión: Adam Cozad y David Koepp
Diseño de Fotografía: Haris Zambarloukos, b.s.c.
Música: Patrick Doyle
Edición: Martin Walsh, a.c.e.
Diseño de Vestuario: Jill Taylor
Productores: Lorenzo Di Bonaventura, Mace Neuifeld, David Warron, Mark Vahradian
Productores ejecutivos: Davis Ellison, Diana Goldberg, Paul Schwake
Diseño de producción: Andrew Laws
Paramount Pictures y Skydance Productions presentan una producción de Mace Neufeld/Lorenzo de Buenaventura
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Intérpretes:
Chris Pine: Jack Ryan,
Keira Knightley: Cathy Muller,
Kevin Costner: Thomas Harper,
Kenneth Branagh: Viktor Cherevin,
Colm Feore: Rob Behringer,
Gemma Chan: Amy Chang
Género: Thriller, Acción
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Sinopsis
La película gira en torno a Ryan, veterano de guerra que lleva una doble vida como ejecutivo de Wall Street y agente analista de la CIA. Fue reclutado por su habilidad para interpretar datos globales y al desenmascarar un complot meticulosamente planeado para hundir la economía norteamericana y sembrar el caos en todo el mundo, se convierte en el único hombre capaz de impedirlo. Ryan se mete de lleno en la operación, un mundo de crecientes sospechas, engaños e inusitada violencia. Atrapado entre el negociador oficial Harper, su novia en la sombra Cathy y un inquietante oligarca ruso, Jack tiene que enfrentarse a una nueva realidad en la que no puede fiarse de nadie, y en la que el destino de millones de personas depende de que descubra la verdad. Con la urgencia de una mecha encendida, se ve arrastrado a una carrera en la que tiene que ir siempre varios pasos por delante de todos los demás.
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No es imposible que cuando nos enfrentemos con la crítica hallemos un número indeterminado de sinónimos sobre las sensaciones y emociones que han causado en el analista de turno las texturas cinematográficas, el ritmo, los guiones y los diálogos, que demostrarán una vez más que los gustos son muy subjetivos y difíciles de imponer. Curiosamente el cine de acción parece interesar poco a la prensa especializada española, aunque goza de un público amplio y amante del género. Análisis metalingüísticos que inciden una y otra vez sobre la escritura cinematográfica, incluso en películas bien ejecutadas, porque son productos industriales de entretenimiento que siguen unas pauta determinadas, y no hay duda de que repiten esquemas constantemente.
Pero hay dos hechos destacables: la dirige Kenneth Branagh, el gran adaptador e histriónico realizador inglés de William Shakespeare, que raramente encuentra el equilibrio y utiliza como teatro de operaciones Wall Street, la gran protagonista de tantas y tantas películas que están invadiendo la pantalla en la actualidad. Ahora es el personaje creado por Tom Clancy el encargado de impedir un meticuloso complot para hundir la economía americana y sembrar el caos en el mundo. Al parecer se le ha ido la olla al inglés y recupera la guerra fría para explicar algo que está suficientemente explicado, enredándolo en tramas políticas de espionajes de otros tiempos en los que los rusos juegan un papel importante. De ser así imaginación no le falta a Kenneth Branagh, que ha creado un auténtico film de ficción, a un lado y otro de la pantalla.
El guión no solo es soso es increíble, por mucho que lo firme David Koepp, y la historia para que cale ha de conectar de alguna manera con las experiencias del público; si un tema inverosímil lo tratamos con una mala escritura cinematográfica, -interpretaciones mediocres, música que no conmueve, dirección fallida, actuaciones decepcionantes etc., el resultado no puede ser nada más que decepcionante. Las imágenes parecen contradecir las palabras: 'Van a acabar con nosotros sin pegar un solo tiro! , se oye decir a una voz en off en el trailer , que ilustra la explosión de un helicóptero y seguida de un 'Van a acabar con todos nosotros! Fascinante.
No obstante, todas las críticas son tan negativas: " Kenneth Branagh, su director, ha concebido con solvencia un film trepidante y con altas dosis de acción partiendo de un guión original inspirado en el personaje de Tom Clancy" (Carlos Tejeda. Los inicios de Jack Ryan. Dirigido por...Febrero 2014). No obstante, como hemos señalado antes, destila cierto aire casposo, que surge en cualquier análisis. Si bien el cine americano ha reflejado, casi desde sus inicios cómo se gestó la crisis en que nos vemos involucrados, mucho años antes de la caída de Lehman Brothers, incidiendo en todas las caras del prisma, no deja de sorprender que el famoso agente de la CIA, de formación universitaria que le capacita para interpretar datos económicos, y que había comenzado su carrera como analista de Wall Street, al investigar las irregularidades financieras descubra que el 'villano de las finanzas' es un oligarca ruso, Victor Cheverin (Kenneth Branagh) cuyas intenciones son colapsar la economía de los Estados Unidos. Lo cierto es que a cualquier observador medianamente atento le debe causar una gran curiosidad saber cómo se puede hacer esto.
El ataque a Estados Unidos el 11 de Septiembre de 2001 supuso un duro golpe a los sectores más conservadores del país que sintieron herido su orgullo y comprobaron que el país no era tan invulnerable como parecía, lo que desató los valores patrióticos de ciertos sectores de la población. "Y, Hollywood, como reflejo el espíritu de la nación que siempre ha sido, y también porque en cierta manera le gusta verse reflejado en la pantalla, lo canalizó en un primer momento eliminando la imagen de las torres que aparecía en denominadas secuencias de las películas que se ultimaban en aquellas fechas (...) después con la proliferación de películas de protagonizadas por superhéroes (...) trató de devolver la confianza a los norteamericanos mediante la recuperación de los valores tradicionales en en consonancia con el American way of Life" (Ibid).
Tenemos la tendencia a totalizar y a usar de manera superficial apelativos como 'cine americano, español, francés...', pero podemos comprobar su falsedad conceptual de estas denominaciones en las propias películas. Tras ver la serie ininterrumpida de filmes que nos han explicado cómo las grandes corporaciones financieras norteamericanas, en las que su accionariado es universal y también responsable, (Charles Ferguson, Oliver Stone, Martin Scorsese o David O.Russell, entre otros muchos realizadores americanos), ¿cómo puede colapsar la economía de Estados Unidos, y sólo ésta en un mundo global, un ruso? Nos repetimos: 'Fascinante'.
El guión no solo es soso es increíble, por mucho que lo firme David Koepp, y la historia para que cale ha de conectar de alguna manera con las experiencias del público; si un tema inverosímil lo tratamos con una mala escritura cinematográfica, -interpretaciones mediocres, música que no conmueve, dirección fallida, actuaciones decepcionantes etc., el resultado no puede ser nada más que decepcionante. Las imágenes parecen contradecir las palabras: 'Van a acabar con nosotros sin pegar un solo tiro! , se oye decir a una voz en off en el trailer , que ilustra la explosión de un helicóptero y seguida de un 'Van a acabar con todos nosotros! Fascinante.
No obstante, todas las críticas son tan negativas: " Kenneth Branagh, su director, ha concebido con solvencia un film trepidante y con altas dosis de acción partiendo de un guión original inspirado en el personaje de Tom Clancy" (Carlos Tejeda. Los inicios de Jack Ryan. Dirigido por...Febrero 2014). No obstante, como hemos señalado antes, destila cierto aire casposo, que surge en cualquier análisis. Si bien el cine americano ha reflejado, casi desde sus inicios cómo se gestó la crisis en que nos vemos involucrados, mucho años antes de la caída de Lehman Brothers, incidiendo en todas las caras del prisma, no deja de sorprender que el famoso agente de la CIA, de formación universitaria que le capacita para interpretar datos económicos, y que había comenzado su carrera como analista de Wall Street, al investigar las irregularidades financieras descubra que el 'villano de las finanzas' es un oligarca ruso, Victor Cheverin (Kenneth Branagh) cuyas intenciones son colapsar la economía de los Estados Unidos. Lo cierto es que a cualquier observador medianamente atento le debe causar una gran curiosidad saber cómo se puede hacer esto.
El ataque a Estados Unidos el 11 de Septiembre de 2001 supuso un duro golpe a los sectores más conservadores del país que sintieron herido su orgullo y comprobaron que el país no era tan invulnerable como parecía, lo que desató los valores patrióticos de ciertos sectores de la población. "Y, Hollywood, como reflejo el espíritu de la nación que siempre ha sido, y también porque en cierta manera le gusta verse reflejado en la pantalla, lo canalizó en un primer momento eliminando la imagen de las torres que aparecía en denominadas secuencias de las películas que se ultimaban en aquellas fechas (...) después con la proliferación de películas de protagonizadas por superhéroes (...) trató de devolver la confianza a los norteamericanos mediante la recuperación de los valores tradicionales en en consonancia con el American way of Life" (Ibid).
Tenemos la tendencia a totalizar y a usar de manera superficial apelativos como 'cine americano, español, francés...', pero podemos comprobar su falsedad conceptual de estas denominaciones en las propias películas. Tras ver la serie ininterrumpida de filmes que nos han explicado cómo las grandes corporaciones financieras norteamericanas, en las que su accionariado es universal y también responsable, (Charles Ferguson, Oliver Stone, Martin Scorsese o David O.Russell, entre otros muchos realizadores americanos), ¿cómo puede colapsar la economía de Estados Unidos, y sólo ésta en un mundo global, un ruso? Nos repetimos: 'Fascinante'.
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