Troya.Wolfgang Petersen








Ficha técnica:


Título original: Troy
País: Estados Unidos
Año: 2004
Duración: 156 minutos

Dirección: Wolfgang Petersen
Guión: David Benioff, inspirado en 'La Iliada' de Homero
Casting: Lucinda Syson
Director de Fotografía: Roger Pratt, B.S.C.
Música. Composición y dirección: James Horner
Edición: Peter Hones, a.c.e.
Supervisor efectos visuales: Nick Davis
Directores artísticos: Cliff Robinson, Andy Nicholson, Jon Billington, Adam O'Neill, Stphen Dobric, Julian Ashby.
Asistentes de producción del  set: Paul Sacks, Giles Harding

Diseño de Vestuario: Bob Ringwood
Responsable de maquillaje: Paul Engelen, Karen Dawson
Responsable de peluquería: Aldo Signoretti, Marina Marin

Productores: Wlfgang Petersen, Diana Rathbun, Colin Wilson
Co-productor: Winston Azzopardi
Diseño de Producción: Nigel Phelps
Warner Bros.Pictures, Radiant Production, asociada con Plan B



Intérpretes:



Brad Pitt: Aquiles
Eric Bana: Hector
Orlando Bloom: Paris
Diane Kruger: Helena
Brian Cox: Agamenón
Sean Bean: Odiseo/Ulises
Brendan Gleeson: Menelao 
Saffron Burrows; Andromaca
Julie Christie: Tetis
Peter O'Toole: Priamo
Rose Byrne: Briseia
Garrett Hedlund
John Shrapnel: Nestor
Nigel Terry: Archeptolemo
James Cosmo: Glauco
Julian Glover: Triopas
Vincent Regan: Eurodoro
Trevor Eve: Velior
Tyler Mane: Ajax
Nathan Jones: Boagrius



Sinopsis:



Hace más de 3200 años, tras décadas de hostilidades, Agamenón, Rey de Micenas,  forjó entre los reinos de Grcia una frágil alianza; tan sólo Tesalia quedó por conquistar. El hermano de Agamenón, Menelao, rey de Esparta, hastiado de guerras, manifiesta su intención de llegar a la paz con Troya, el más poderoso rival de la emergente nación griega. Aquiles, considerado el guerrero más poderoso jamás nacido, lucha a favor del ejército griego, pero su desdén por el mando de  Agamenón a menaza con desmembrar la ya de por sí débil coalición...Con este texto, recitado por una voz en off, comienza una historia de amor, honor y muerte, la epopeya épica del pueblo griego, que recrea un tiempo remoto, 1200 años antes de la era cristiana, en la que la leyenda sitúa la destrucción de Troya por la liga de los griegos, liderada por Agamenón.



Crítica:


Puede resultar provocador para  quienes, de pronto, se han convertido en auténticos expertos y conocedores de la interpretación de restos arqueológicos y textos literarios de los clásicos greco-latinos, romper una lanza en favor de Wolfganng Petersen, el director de Das boot (1981),  que se midió las fuerzas consigo mismo y al igual que Ridley Scott, Oliver Stone o nuestro Alejandro Amenabar se impusieron el reto de realizar un peplum, bien avanzado el siglo XX, y lo consiguieron. Petersen no hizo una adaptación de 'La Iliada', sino que construyó una visión de los acontecimientos que narra Homero en su célebre obra y amplió la información con otros datos procedentes del hermoso poema de Virgilio 'La Eneida',  a cuyo protagonista, Eneas,  cede Paris  la 'espada de Troya', cuando huye de la ciudad en llamas, convirtiendo su obra en el poema épico que canta el nacimiento de la civilización y la cultura más grandes de la antigüedad en el área mediterránea: Roma.

El film comienza desde una elevada planicie, una panóramica  tomada desde un punto que coincide con la descripción de Homero del lugar en el que ubica Troya, que animó a Johann Ludwig Heinrich Julius Schlienmann, un millonario prusiano,  a excavar cerca de este lugar y en Hisarlik, Micenas, Tirinto y Orcómeno, para convertir la narración poética en una crónica de un hecho histórico: la existencia de la mítica ciudad y sus elevadas murallas, desde las que Priamo lloró al ver la destrucción de su amurallado imperio. Es algo parecido a lo que ha hecho Petersen, un cineasta también germano, que ha utilizado los textos literarios para demostrar que el origen de los pueblos suele tener un carácter criminal: una guerra genocida en Troya, un fratricidio en Roma. De hecho, los tres personajes guerreros Paris, Aquiles y Agamenón, se convierten en un emblema del motor que rige el destino de los hombres y los empuja al uso de las armas: el amor, el poder y  la gloria. Paris lucha por el amor de Helena, la mujer del rey de Esparta, y empuja al marido a defender su honor maltrecho, y a su hermano, el prudente Héctor,'El domador de caballos',  buen hijo, marido, padre y principal víctima de los excesos de su hermano, a involucrarse en una lucha que no comprende, para salvar la vida de Paris arriesgando la suya propia; Agamenón simboliza la lucha por el poder a cualquier precio. Por último Aquiles es el hombre que se encuentra en la coyuntura de elegir entre formar una familia y tener hijos o enrolarse en una guerra que lo convertirá en inmortal, pero de la que no regresará vivo. Es el precio de la gloria. Frente a ellos, Héctor, es el hombre de paz, que ha visto morir a otros en la guerra  y no cree que haya nada poético ni glorioso en  ello; un héroe, al que no se puede aplicar el axioma de Agamenón, según el cual la paz es propia de mujeres y de hombres débiles, mientras que los imperios se forjan en las guerras y los dioses sólo protegen a los fuertes. Él es fuerte, pero humano y sensible al dolor ajeno.

Ayax sosteniendo a Patroclo en la Loggia dei Lanzi
La decisión de Petersen de 'matar' a Agamenón en Troya, una licencia verosímil, tiene una consecuencia importante: de haberse producido los hechos de esta manera, el rey de Micenas no hubiera vuelto a casa, no hubiera forzado a Casandra a ser su compañera, ni  a Hécuba a ser esclava; él no hubiera sido asesinado por Egisto y Clitemnestra, las Furias no se hubieran desatado, Orestes y Electra no hubieran asesinado a su madre y Esquilo no hubiera escrito 'La Orestiada'. Aquiles es presentado como un hombre, - ni dios ni semidiós-, y se define, ante un niño que le pregunta sobre su naturaleza divina, como un ser mortal que necesita coraza y escudo. No obstante el relato ha querido preservar ciertos detalles mágicos, que conectan al personaje histórico con el héroe legendario, al que su madre, una nereida, sumergió, según Estacio (  Aquileida, siglo I), cuando nació en la laguna Estigia  sosteniéndolo de un pie que olvidó mojar, con el objetivo de  hacerlo inmortal; este error convirtió su talón en un punto vulnerable, y, aunque en la cinta que comentamos muere saeteado en todas las partes de su cuerpo, la primera flecha le hiere en el talón. Aquiles, el guerrero más hermoso, interpretado por Brad Pitt, es portador de otras cualidades: es rebelde, -un papel que desempeña con frecuencia el actor-, altivo y, en ocasiones, iracundo, pero es sensible y se enamora, ya sea de su eromeno, Patroclo, cuya muerte ha inspirado las obras escultóricas más bellas, o de la hermosa Briseida, sobrina del rey de Troya y sacerdotisa de Apolo, por cuyo amor da la vida. Además es generoso con el vencido Priamo y cuando le entrega el cuerpo de su amado Héctor, desaparecida la ira por la muerte de su primo, demuestra que dos enemigos viscerales pueden portarse como caballeros y demostrar su  grandeza. La presencia de 'El Pérfido Odiseo' y su famoso caballo, célebre episodio de 'La Eneida' en el que se inserta la tragedia de Laocoonte, protagonizan el final de la historia.



Es notable la fidelidad al armamento del soldado hoplita, la manoplia,- escudo, coraza, casco, lanza, espada, grabas...-, que no se conoce si ya existía en el fin del segundo milenio antes de la era cristiana;  el director evita organizar los ejércitos en falanges o manípulos, aunque si incorpora la tortuga como maniobra de defensa. Las trampas y  las  tácticas defensivas alrededor de las ciudades, como las estacas, las enormes bolas incendiarias o, terminada la batalla,  los funerales y las piras  que se organizaban tras la muerte de cualquiera de los líderes de uno u otro bando en las que se incineraba  a los héroes  a los que se colocaban las monedas para 'el barquero', son otros detalles que demuestran que los actuales equipos de producción de las grandes realizaciones de la industria cinematográfica, gastan enormes sumas de dinero en asesoramiento arqueológico  e histórico, contribuyendo con fuertes inversiones a las investigaciones de los técnicos que los asesoran. Especialmente bella es la alternancia de secuencias de la preparación de Héctor y Aquiles para su enfrentamiento final, vistiéndose la coraza, las grebas, los protectores de los brazos y colocándose los cascos, el primero uno que evoca el de los que se conservan de aquella época en los museos de la Península de Anatolia, y el segundo un casco ático sin ornamentos, para destacar el bello rostro de un actor que se entrenó para formar con su cuerpo las acrobacias que lo iban a identificar con el héroe 'de los pies ligeros'

Las nuevas tecnologías permitieron a Wolfgang Petersen mostrar en las pantallas enormes ejércitos e impresionantes flotas creadas por los ordenadores, sin necesidad de mover grandes masas de extras como en los tiempos dorados de Hollywood. Ahora la industria invierte más que en cartón piedra y en sueldos de extras, reclutados en cada ocasión en un  castings ad usum, en especialistas de todo tipo y en creadores de efectos visuales que encuentran en el cine su medio de subsistencia. Un film interesante, bien hecho, que intenta recrear la civilización que se cree que floreció en la costa de Asia menor en el año 1200 a.C. y que se basa en textos literarios muy diversos que escritores, muchas veces anónimos, legaron a la humanidad.


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