Page One. Un año en The New York Times.







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Ficha técnica:

Título original: Page One: Inside the New York Times.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Duración:

Dirección: Andrew Rossi
Guión: Kate Novack y Andrew Rossi.
Direcciçon de otografía: Andrew Rossi.
Música originañ: Paul Brill.
Edición: Chad Beck, Christopher Branca, Sarah Devorkin.

Productores: Kate Novack, Sarah Devorkin, Josh Braun, David Hand, Alan Oxman, Adam Schlesinger.
Productores asociados: Keith Hamlin, Luke Henry.
Productores ejecutivos: Daniel Stern, Daniel Pine.
Compañías. Productoras: Magnolia Pictures, Participant Media e History Films.
Dato curioso: Servicios legales: Frankfurt Kurnit Klein & Selzp PC; Victoria Cook y Hayden Goldblatt; Smallman Law PLLC, David Smallman.
Servicios: Online: Final Frame.

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Intérpretes: Documental.

Sarah Ellison: ex-reportera del New York Times.
David Carr: reportero columnista de medios.
Bruce Hedland: Director de medios.
Richard Perez Pena: Reportero de exclusivas.
Bill Keller: Director The New York Times.
Jeff Jarvis: Autor de 'What Would Google do ?'


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Sinopsis:

En la mayor tradición del cinema verité Page One: Un año en 'The New York Times',  obtiene un acceso sin precedentes a la dirección del diario. Con el apogeo de Internet como principal fuente de información periodística frente a los medios no virtuales, impresos en papel, el documental refleja  la transformación de la industria mediática en su momento de mayor confusión.

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Comentario:

El diario 'El País', un periódico homologable a The New York Times infinitamente más pequeño que el periódico más importante a escala global, vende a sus lectores  junto con el diario de 17 de noviembre una de las películas más relevantes de la última década, para poder entender algo de esta crisis que acompaña a la transición desde el  fin de una era a una nueva tecnológica que nadie es capaz de descifrar ni señalar con el dedo a la clase que la va a dirigir. Hasta este momento parecía fácil definir las clases sociales y poner nombre a quienes se enfrentaban desde 'arriba' y  desde 'abajo', que algunos quieren resucitar (señores/esclavos, señores feudales/siervos, nobles/burgueses, capitalistas/proletarios). Algunos políticos hablan de reindustrializar, pero ante un tema tan sensible que puede suponer la pérdida de muchos empleos que supone la desgracia para tanta gente, son muy cautos en sus propuestas, porque una de las aspiraciones del ser humano es vivir en paz y ser feliz.

El film que dirige Andrew Rossi mira con un ojo al pasado y con otro intenta sondear y hacer prospecciones hacia el futuro. Las masas  buscan venganza contra los corruptos a los que responsabilizan de sus desgracias actuales, pero hay muchas formas de corrupción: unos arreglan sus casas, compran coches, televisores, comen en restaurantes caros, van a los prostíbulos, compran buena ropa..., en definitiva cuando se corrompen dan trabajo; dicho ésto de la forma más cínica posible, se entenderá lo que parece un atrevimiento:  hay una forma de corrupción invisible, que ni da trabajo, ni ofrece servicios, hunde países y sectores y manipula el voto de los ciudadanos, gobiernan naciones y nadie se fija en ellos: quienes 'juegan' en la bolsa con los intereses de los demás, empresas en internet que no crean productos ni ofrecen servicios, pero 'generan beneficios para los perezosos dueños de sus acciones', como denunciaba en 2001 Peter Chelsom, en su aparentemente inocente película de amor romántico 'Serendipity'. El film es muy importante porque nos va a narrar como se está produciendo el resquebrajamiento y destrucción del llamado cuatro poder: la prensa. garante, en mayor o menor medida, de los derechos de los ciudadanos, no exenta del  poder de manipulación de que hablábamos antes. Hay más de una cuña en la que vemos las bambalina de este gran periódico y entendemos perfectamente, sin palabras, lo que cae con ellos: balas de papel, palés, máquinas de todo tipo, vehículos de transporte, quioscos, etc., sin contar los periodistas, secretarias, conserjes...

En poco tiempo Estados Unidos ha visto caer a periódicos como Rocky Mountain de Denver, The Seatle Post-Intelligencer; con pérdidas, como Boston Globe, San Francisco Chronicle ( que ha protagonizado tantas películas); en Bancarrota como Philadelphia Daily News o Minneapolis Star Tribune, o acogidos a la Ley de Bancarrota como Tribune Co,, Los Angeles Times o Chicago Tribune; las páginas de obituarios de los periódicos están llenas de esquelas de periódicos estadounidenses, dice un director de informativos. Nosotros ampliamos la noticia: españoles también. Ahora corren rumores en torno al que llaman 'La Dama Gris' (Gray Lady), que hacen temblar al mundo entero, porque si se diera este hecho, es decir, que cayera The New York Times, sería el símbolo del fin definitivo de la prensa de papel. Pero lo cierto es que sus acciones sí han caído un  75%. Ex-redactoras como Sarah Ellison advierte de la existencia de la carcoma y anuncia que la debacle llegará. Pero este periódico ya se está preparando para el nuevo mundo que se está creando: en 2008 fundó un Instituto de Medios para informar a los que toman las decisiones de los cambios que se van produciendo en la industria mediática.

Bruce Hedlan advierte de que el periódico, como existe hoy, es un negocio a la antigüa usanza, que obliga a talar árboles y se reparte papel, que pronto serán sustituidos por twits, blogs, agregadores de noticias y se creará un nuevo aparato que tome el relevo. Aunque todo el mundo que trabaja en la red es consciente de que ésto no es suficiente, que hay que salir a la calle, hacer fotografías, hacer llamadas, trasladarse a lugares de conflicto, etc., requisitos que exigen grandes inversiones. ¿Cómo se puede hacer esto en un momento en el que se han reducido los ingresos por publicidad de manera trágica( 17% en 2008, 30% en 2009... en el periódico,  objeto de análisis del film), si las empresas importantes se hacen publicidad en sus propias webs, así como las compañías cinematográficas, los músicos o todo aquel que tiene algo que ofrecer? Se pregunta Richard Perez Pena. Los números no ayudan, por lo tanto, según advierte Clay Shirky, al descender la financiación que procedía de la publicidad, así como la venta de los periódicos que en otros tiempo se regalaban, porque se financiaban con estos recursos, ya no se pueden pagar grandes sueldos a una clase periodística especial y sólo se pueden ofrecer contenidos que se adecuen a la competencia a la atención, que ofrezcan algo a lo que todo ciudadano conectado tenga acceso.

De este modo la política económica neoliberal impone que la TV para adecuarse a esta competencia de la atención sólo ofrezca espectáculo (política de circo, programas del corazón, cotilleo..) de tal manera que mientras la esposa convencional ve un programa de cotilleo, su marido pierde el empleo. Para no dejar al margen al espectador más selecto, las cadenas compran películas y crean un fondo importante de reservas para el futuro. En este contexto entra Wekeleaks, llamada la 'Agencia de Inteligencia del Pueblo' con Julian Assange al frente, que hace patente el choque entre el mundo cerrado antiguo, que descansaba sobre la clasificación de los secretos, la experiencia y la privacidad, y el mundo actual, dispuesto a desvelarlo todo. Somos conscientes de que han conseguido algo que no se producía desde hace más de seiscientos años: que convivan dos papas vivos, ( uno emérito y otro en activo), y ninguno de ellos viva en el Vaticano. Al colgar toda la información que cae en sus manos, Wekeleaks cierra la prensa; más que periodista Assange, asilado en la Embajada de la República de Ecuador en Londres, se considera un activista, figura muy corriente en Estados Unidos y poco usual en otros países como España.

Jeff Jarvis defiende en el film algo muy escandaloso y que nos produce muchas dudas. Si el viejo modelo periodístico está muriendo, no pasa lo mismo con las noticias, que se producen mucho más baratas, ya que pueden ser recabadas y compartidas de muchos modos, en plataformas más baratas, en  las redes. ¿Quiere ésto decir lo que todos sabemos? ¿Que todos trabajamos para el nuevo TNT, gratis o con sueldos de miseria? Eso mismo quiere decir, y todos los blogueros del mundo lo saben. Por contrapartida, cuando los reporteros que todavía cobran un sueldo de su periódico van a las teles para reforzar con su presencia los viejos edificios de sus periódicos, son tratados como monos de feria, como parte del espectáculo. Empresas agresivas para jóvenes, como VICE, funcionan como adanistas, como si el mundo hubiera empezado con ellos, desde la perspectiva de David Carr, que no les perdona ningún desliz

Pero nadie ignora que empresas como Comcast, dueña del cable, está comprando grandes grupos de información, como NBC Universal (2013). Los viejos periodistas se agarran a la calidad de sus discursos y advierten que el medio no es el mensaje, como dijo Marshal McLuhan; los mensajes son el medio, contesta Bill Keller a quienes defienden esta postura. Pero el reportero más joven, un twitero de 21 años, epitome de los nuevos medios, nos advierte a todos que las redes intentan hacer más con menos, o sencillamente menos. Creo que todos estamos experimentando ésto y que son muchos los que  buscan filántropos que paguen sus proyectos o se apuntan a programas de crowdfounding, que buscan pequeños inversores, mientras las grandes empresas, como hemos dicho, crean sus propias webs.Todos los afectados han aprendido ya a diferenciar entre el 'ser' y el 'deber ser', y como consecuencia que The New York Times, el periódico más importante del mundo, puede desparecer, y, también que, para frenar este fin inevitable no se puede mentir como lo hicieron periodistas como Judith Milles, con la existencia de armas de destrucción masiva, que hizo mucho daño al rotativo. El despido  de 100 empleados, dejó, según su director  un 'ambiente de funeral, que dejaba detrás de sí la "isla de los juguetes rotos"' .¿Fin del sueño americano?

Frente a ellos, los defensores de las nuevas tecnologías, como Michael Wolff advierten que la tecnología cambia y con ella los medios. Pero estos medios necesitan recursos. Los grandes periódicos tienen sus sitios en la red, como The New York Times, dueño de 80 blogs, que compiten con la red bloguera más importante de EE.UU, Gawker, la mayor fuente de noticias de Internet. El tiempo de la gratuidad ha acabado y los nuevos periódicos on line cobran por su información, al tiempo que se ven obligados a reducir la redacción tradicional, Rupert Murdoch despierta de su sueño a quienes decía 'que no se pueden poner puertas al campo' y  llama ingenuos, aunque en realidad los tilda de ignorantes,  a todos aquellos que creían que se puede ofrecer gratis un servicio como la información, porque no tienen ni idea de la inversión que exige.

Pido disculpas por la extensión de una entrada que habla de una película que nos cuenta como se está haciendo añicos el 'cuarto poder', sin que se sepa mucho quién y cómo se va a controlar la información en el futuro.

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Críticas:

 Y de las críticas en la prensa (en la página oficial del documental en Facebook recogen lo que se va publicando), incluída la del propio New York Times, donde el documental no recibe muchos halagos, principalmente porque como escribe Michael Kinsley, crítico ajeno al diario al que se le encargó la crónica para evitar conflicto de intereses. La titula A Hyperactive Fly on a Newsroom Wall y dice: "Viendo la película no sé más de lo que sabía antes. [...] El tema principal es la pugna del medio por sobrevivir en la era de internet, pero hace poco por ilustrar esta lucha. [...] El Times se merece otra película" (www.periodistadigital.com)





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