Expediente 39.
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Ficha técnica:
Título original: Case 39
País: Estados Unidos.
Año: 2009
Duración: 109 minutos.
Dirección: Christian Alvart.
Guión: Ray Wright.
Casting: Randi Hiller,c.s.a. & Sarah Halley Finn, c.s.a.
Dirección de Fotografía: Hagen Bogdanski.
Música. Michl Britsch.
Editor: Mark Goldblatt, a.c.e.
Diseño de Vestuario: Monique Prudhomme.
Productores: Steve Golin y Kevin Misher.
Co-Productores: Lisa Bruce y Alix Madigan.
Diseño de producción: John Willet.
Comnpañías: Paramount Pictures
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Intérpretes:
Jodelle Ferland : Lilith Sullivan,
Ian McShane: Detective Mike Barron,
Bradley Cooper: Doug,
René Zellweger: Emily Jenkins,
Callum Keith Rennie: Edward Sullivan,
Adrian Lester: Wayne,
Kerry O'Malley: Margaret Sullivan,
Cynthia Stevenson: Nancy.
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Sinopsis:
Emily Jenkins (Renée Zellweger) es trabajadora de servicios sociales. Emily piensa que en su campo lo ha visto todo... hasta que un día conoce a su nuevo y más misterioso caso, el que hace el número 39: una problemática niña maltratada de 10 años llamada Lilith Sullivan (Jodelle Ferland). Confirma sus peores miedos cuando los padres de Lilith intentan matar a la niña, su única hija. Emily la salva y decide llevársela con ella, hasta que otra familia llegue para acogerla. Pero pronto decubrirá que Lilith no es tan inocente como aparenta...
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Comentario y críticas:
La crítica ha sido muy dura con esta película que bebe de muchas fuentes, especialmente de las posesiones demoniacas, aunque en muchos aspectos el discurso es heterodoxo. Lilith Sullivan no tiene padres, porque los que se supone que son sus progenitores, sus padres biológicos, hace mucho tiempo que han dejado de reconocer a su hija como tal, y como, ocurre con la harpía, ésta vive de la bondad de las personas que se encuentran a su alrededor y en las que despiertan la ternura denunciando supuestos maltratos de sus propias víctimas, para acabar mortificándolas del mismo modo que a sus predecesores en su custodia. Cuando Emily la 'salva' de sus padres, estos la habían metido dentro del horno, atado la puerta con cinta aislante, y encendido el gas.
Una niña opresora, caprichosa, maltratadora de sus mayores, que se convierte en el monstruo que preside la vida de una psicóloga bienpensante, interpretada por Rene Zelweger ( la buena madre de 'La flor del mal', la única película que Peter Kosminsky ha hecho para la gran pantalla; su trabajo se ha realizado siempre para la TV). Tras compadecerse de ella y tragarse sus mentiras comienza a entender el precio que hay que pagar para convivir con tan angelical niña, que comenzará su perversa tarea aislándola de las personas que más quiere o con las que colabora en su trabajo; una vez sola, será una presa más fácil para ella.
Lo que no saben realizar, ni para bien, ni para mal Alvart y Wright es contextualizar la historia en una situación determinada. ¿A qué obedece el que haya tanto niño que maltrate a sus mayores? ¿Qué tipo de sociedad estamos generando, en la que la lucha por el poder no tiene límites? Lilith tiene poderes extraordinarios, pero no se insiste en el hecho de que éstos sean demoníacos; no hay nadie ni nada maligno a su alrededor, ni presencias extrañas, ni monstruos, ni cualquier tipo de intermediarios entre su fuerza infernal y sus víctimas. Ella sola es la perversa, lo que convierte el relato, que camina entre la realidad y la ficción infernal,como un pollo sin cabeza, en terrorífico.
Al parecer, guionista y director han querido hacer una película sobre la maldad absoluta, de la que habla la psicóloga Emily, quien afirma que antes de que existiera la interpretación psiquiátrica y psicológica, la gente era sencillamente mala. Y a esta conclusión llega esta experta en la disciplina, que alerta de algo que poco a poco y desgraciadamente venimos observando en esta sociedad nihilista y cínica en la que vamos entrando y que no cree en la existencia del diablo: la maldad existe y hace más daño, en nuestra vida cotidiana, que todas las historias que el hombre inventa para su divertimento. Sólo hay una forma de llevar la paz a los que han tenido la desgracia de contactar con este ser monstruoso; para conocerla hay que ver el film.
La crítica ha sido muy dura con esta película que bebe de muchas fuentes, especialmente de las posesiones demoniacas, aunque en muchos aspectos el discurso es heterodoxo. Lilith Sullivan no tiene padres, porque los que se supone que son sus progenitores, sus padres biológicos, hace mucho tiempo que han dejado de reconocer a su hija como tal, y como, ocurre con la harpía, ésta vive de la bondad de las personas que se encuentran a su alrededor y en las que despiertan la ternura denunciando supuestos maltratos de sus propias víctimas, para acabar mortificándolas del mismo modo que a sus predecesores en su custodia. Cuando Emily la 'salva' de sus padres, estos la habían metido dentro del horno, atado la puerta con cinta aislante, y encendido el gas.
Una niña opresora, caprichosa, maltratadora de sus mayores, que se convierte en el monstruo que preside la vida de una psicóloga bienpensante, interpretada por Rene Zelweger ( la buena madre de 'La flor del mal', la única película que Peter Kosminsky ha hecho para la gran pantalla; su trabajo se ha realizado siempre para la TV). Tras compadecerse de ella y tragarse sus mentiras comienza a entender el precio que hay que pagar para convivir con tan angelical niña, que comenzará su perversa tarea aislándola de las personas que más quiere o con las que colabora en su trabajo; una vez sola, será una presa más fácil para ella.
Lo que no saben realizar, ni para bien, ni para mal Alvart y Wright es contextualizar la historia en una situación determinada. ¿A qué obedece el que haya tanto niño que maltrate a sus mayores? ¿Qué tipo de sociedad estamos generando, en la que la lucha por el poder no tiene límites? Lilith tiene poderes extraordinarios, pero no se insiste en el hecho de que éstos sean demoníacos; no hay nadie ni nada maligno a su alrededor, ni presencias extrañas, ni monstruos, ni cualquier tipo de intermediarios entre su fuerza infernal y sus víctimas. Ella sola es la perversa, lo que convierte el relato, que camina entre la realidad y la ficción infernal,como un pollo sin cabeza, en terrorífico.
Al parecer, guionista y director han querido hacer una película sobre la maldad absoluta, de la que habla la psicóloga Emily, quien afirma que antes de que existiera la interpretación psiquiátrica y psicológica, la gente era sencillamente mala. Y a esta conclusión llega esta experta en la disciplina, que alerta de algo que poco a poco y desgraciadamente venimos observando en esta sociedad nihilista y cínica en la que vamos entrando y que no cree en la existencia del diablo: la maldad existe y hace más daño, en nuestra vida cotidiana, que todas las historias que el hombre inventa para su divertimento. Sólo hay una forma de llevar la paz a los que han tenido la desgracia de contactar con este ser monstruoso; para conocerla hay que ver el film.
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