El capital humano.



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Ficha técnica:

Título original: Il capitale umano.
País: Italia.
Año: 2013.
Duración: 111 minutos.

Dirección: Paolo Virzi.
Guión:  Paolo Virzi. Adaptación de una novela de Stephen Amidon, Human Capital.
Dirección de Fotografía: Jérôme Alméras y Simon Beaufils. Color.
Música:  Carlo Virzi.
Montaje: Cecilia Zanuso, a.m.c.
Dirección artística: Mauro Radaelli.

Diseño de Vestuario: Bettina Pontiggia.

Productores: Marco Cohen, Fabrizio Donvito y Benedetto Habib.
Director de producción: Alessandro Mascheroni.
Compañías. Productoras: Indiana Production Company, Motorino Amaranto, RAI Cinema, Manny Films.

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Intérpretes:

Fabrizio Bentivoglio: Dino Ossola,
Valeria Golino: Roberta,
Valeria Bruni Tedeschi: Carla Bernaschi,
Fabrizio Gifuni: Giovanni Bernaschi,
Luigi Lo Cascio: Donato,
Matilde Gioli: Serna Ossola,
Giovanni Anzaldo: : Luca Ambrosini,
Guglielmo Pinelli: Massimiliano Bernaschi,
Giglip Alberti: Giampi,
Silvia Cohen: Adriana Corsetti.

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Sinopsis:

La víspera del día de Navidad, un ciclista es atropellado de noche por un lujoso todoterreno. El desgraciado accidente cambiará el destino de dos familias: la del millonario Giovanni Bernaschi, un especulador financiero que ha creado un fondo que ofrece un 40 por ciento de interés anual atrayendo y esquilmando a los crédulos inversores, y la de Dino Ossola, un ambicioso agente inmobiliario cuya empresa está al borde de la quiebra. 

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Premios (Filmaffinity):

2013: 7 Premios David di Donatello, incluyendo mejor película
2014: Festival de Tribeca: Mejor actriz (Valeria Bruni Tedeschi)
2014: Premios del Cine Europeo: Nominada a mejor director y actriz (Bruni)
2014: Festival de Sevilla: Premio del Público.

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Críticas:

Mientras la crítica norteamericana, de acuerdo con una tradición que se ha iniciado con la gran depresión por el cambio de era que estamos padeciendo y de la que no se ve el final se esfuerza en hacer didáctica y contar historias que contribuyan a conocer las causas que generaron el 15 de septiembre de 2008, un lunes negro en el que oficialmente se inició la crisis que padecemos , la española ha preferido ensimismarse en los aspectos formales y de estilo, como si fuera posible separar ambas cosas, el discurso y su expresión cinematográfica, a pesar de que los propios analistas se dan cuenta de ello y Quim Casas afirma que "los coletazos de crítica social del film quizá no sean lo más interesante del mismo, pero están ahí como reflejo/reflexión de una economía, la italiana, pero también la europea, en declive.", y muestra más entusiasmo por el personaje de Carla que "se mueve por otros derroteros sin dejar de lado los aspectos estrictamente sociales y económicos que anidan tras los dramas individuales..." (Muerte de un ciclista y tragedia de un hombre ridículo. Dirigido por...abril 2015).

En la entradilla de su artículo marca con claridad el camino que va a seguir su reflexión sobre el film de Paolo Virzi " un retrato bastante certero de la ambiciosa sociedad capitalista en la que vivimos. La historia se vertebra en cuatro capítulos, tres de ellos a partir de otros tantos puntos de vista distintos en cuanto a una misma situación, y un cuarto que funciona a modo de desenlace." (Opus cit). De este modo dedica el mayor esfuerzo a desvelar la estructura del relato, basada en los diferente puntos de vista de los personajes, cuyo resultado es una fragmentación de la narración, apoyada en juicios subjetivos.

Deborah Young, tras señalar que la película es la adaptación de un escritor norteamericano, Stephen Amidon, que sitúa su historia en la adinerada Connecticut, se traslada sin problemas  al norte rico de Italia en un apasionante cuento de dos familias unidas por un accidente de tráfico; un thriller en el que, según la autora del artículo, hay muy poco de qué reírse en este, una historia ubicada en una espiral económica descendente (Capital Humano, Il Capitale Umano: Revisión de la película. The Hollywood Reporter).

Manohla Dargis, que rebaja algo su entusiasmo, analiza la historia como un capítulo de la época de gobierno de Berlusconi, en la que la muerte de un camarero, Fabrizio ( Gianluca di Lauro), víctima hit-and-run, atropelllado por alguien que después se da a la fuga,enfrenta a dos familias de un país dividido y en estado ruinoso:  " 'Capital Humano' hunde un gran pico en el corazón de los ricos de Italia y sus voraces aspirantes de clase media. Suavemente esquemática y nada sentimental, la película se ha dividido en varias voces alternas, pero su trayectoria general refleja el arco de la doble escalera que adorna los frentes de las mansiones de la familia rica. Cada lado de la escalera conduce a la misma entrada de lujo y todo lo que reluce y brilla más allá, con la excepción de que no todo el mundo logra el ascenso con el mismo éxito." (Cuando ambición, privilegio y dinero enredan las vidas. The New York Times).

En Europa, como hemos dicho arriba, preferimos utilizar las crisis como  instrumentos para derribar y provocar el ascenso de los líderes políticos, cuando no pensamos que es mejor que se sustituyan por profesionales, ignorando el poder del capital financiero, la fase suprema del capitalismo, y nos parecen interesar más, desde una perspectiva emocional y romántica, los aspectos que definen a los personajes y sus luchas por satisfacer sus ambiciones y derribar al contrario, una lucha en la que están permitidas todas las armas y cuyo resultado dependerá del talento y de la intensidad de la avaricia, el motor de todas las crisis, personales y universales.

Asi, Luís Martínez se centra en la contemplación del comportamiento de los personajes, basándose en sesudos estudios psicológicos sobre el comportamiento del hombre frente al dinero: " La idea de Virzi es mostrar la enfermedad de la posesión, la ansiedad que provoca y la ruina necesaria a ella asociada. Como ya imaginara Fanny zu Reventlow en su desquiciada narración 'El complejo del dinero', lo complicado es entender por qué lejos de poseer dinero, es él el que siempre nos posee. Está en su naturaleza. Y ahí es donde se debate cualquier intento de comprender algo. La escritora alemana, conocida como la 'condesa bohemia', contaba en su novela el último intento allá a finales del otro siglo de escapar a la rígida lógica de la ganancia y la pérdida." (Posesión infernal. Diario 'El Mundo', 10 de abril de 2015).

Jordi Costa ha preferido centrarse en el análisis formal, en la estructura del relato : " La estructura es, precisamente, una de las grandes libertades que se ha tomado el cineasta con respecto al original literario: no menos radical supone su decisión de sustituir Connecticut por Briganza y, en consecuencia, moldear la caracterización de los personajes en arquetipos verosímilmente italianos, pero que, al mismo tiempo, resultan pertinente y dolorosamente universales" Aunque al fin reparte las culpas de la situación económica entre todas las clases sociales, lo que no es una novedad ni cambia en nada la esencia de la  avaricia: "El noviazgo ya tocado de muerte entre una joven de clase media y un chico de alta cuna propicia un insidioso juego de espejos entre clases sociales, dominado por especuladores sin demasiada preocupación por los daños colaterales, tipos patéticos que arriesgan sus frágiles economías deslumbrados por quiméricos fondos de inversión (...) La película reparte igualitariamente su vitriolo entre todas las clases sociales..." (Muerte de un ciclista. Diario 'El País, 10 de abril de 2015).

Oti Rodríguez Marchante machaca el argumento de los anteriores críticos españoles: " Sólo puede calificarse de brillante el modo en el que el director italiano Paolo Virzi narra los hechos de su película, que son varios, muy diversos y que forman juntos y por separado una imagen real (y distorsionada al tiempo) de la sociedad y su colección de crisis. Los hechos podrían ser: un trabajador es atropellado cuando vuelve en bicicleta a su casa; dos familias, una inmensamente rica y otra con unas ganas inmensas de serlo, se relacionan gracias al juvenil amor de sus hijos; una intriga policial muy suave y terca se mezcla con unos problemas financieros que acuchillan la trama. Hechos que Paolo Virzi expondrá en la pantalla mediante el eficaz método de los cambios de puntos de vista, como por capítulos: «Dino», «Carla», «Serena» y el resolutivo final de «El capital humano»." (Crítica de "El capital humano": Detrás de la muerte de un ciclista. Diario 'ABC' , 10 de abril de 2015).

Un film que se presenta con los avales de los jurados de los Festivales, la prensa especializada y el público, que hace lecturas diferentes a un lado y otro del Atlántico, más racionales y didácticas en Norteamérica, y más emocionales y románticas en la vieja Europa,y especialmente en el sur, que parece querer romper con los 'viejos discursos', su legado cultural, y optar por un adanismo empobrecedor. Películas catastrofistas, como Melancolía de Lars Von Trier, (2011) Canino de Giorgos Lanthimos (2009), o las obras sórdidas, nihilistas e incluso cínicas de Haneke, nos muestran la desesperación del hombre que no ve otra salida que olvidar su pasado, al que culpa de su situación actual, sin realizar un análisis introspectivo personal serio. Norteamérica también tiene este tipo de cine romántico y catastrofista, pero lo deriva más hacia producciones mainstream en las que predomina el espectáculo que favorece un uso protagonista de las nuevas tecnologías, para entretener al público. A pesar de elo el resultado es el mismo: Si no puedo impedir el desastre ¿por qué me preocupo? y si otros pueden hacerlo por mí ¿por qué me preocupo? De momento disfruto viendo caer todos los símbolos, ya sea el Empie State Building, la Casa Blanca o la Estatua de la libertad, imágenes que ha dejado en el imaginario del fan del cien fantástico Roland Emmerich.




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