The Imitation Game. Comentario.








Ficha técnica, sinopsis, críticas (pinchad aquí).


Comentario:

En la actualidad el cine ofrece múltiples posibilidades al espectador cinéfilo, que comienzan cuando la película se estrena en una multisala y acude a disfrutar sensorial e intelectualmente, si se le ofrece la posibilidad, de un título del que apenas sabe algo más que el nombre del director y su equipo técnico, el elenco de actores y una breve sinopsis. Poco tiempo después puede acceder al DVD o Blu-Ray, volver a disfrutar del título, proceder a un análisis exhaustivo y poder, de este modo, profundizar en la historia que se nos ha contado y aprehender los recursos lingüísticos audiovisuales de que se han  servido los realizadores. El cineasta construye la diégesis con un discurso convencional o muy clásico, que no aporta nada nuevo a los modos de representación cinematográfica y que se basa en una causalidad lineal, con discretos y elegantes flashbacks en los que apoya el desarrollo de la historia de Alan Turing y un cuidado del 'timing' para armonizarla con el tiempo en el que vivió y los escenarios en que se produjo la aventura de un hombre, cuyas inclinaciones personales desembocaron en una tragedia íntima y de repercusión social, en la medida de la capacidad del que ve de comprender el sufrimiento que han padecido el hombre y la mujer homosexuales hasta llegar a las cuotas de libertad de que gozan en estos momentos.

Los hechos se ubican en 1951, en Manchester (Inglaterra),en  el Cuartel General del Servicio Secreto de Inteligencia (M16), en el que penetra la cámara, acompañada de una voz en off que  nos muestra las instalaciones en un plano secuencia que termina con una toma cenital, que realza el poder de un tal Stewartz Menzies, interpretado por Mark Strong; de allí se traslada la acción a una empresa tapadera, la 'Fábrica de Radios Bletchley'. El mayor enemigo de Turing será un Comandante de la Marina Real, Denniston, ante el que el joven matemático se declara agnóstico de la violencia y desinteresado por la política, dando una apariencia falsa en principio: la de un ser individual que busca la satisfacción de su propio ego, a imagen y semejanza del militar inglés de 'El puente sobre el río Kwai', el Coronel Nicholson. interpretado por David Niven (David Lean, 1957); a medida que se va perfilando el personaje con datos de su adolescencia y otros que proporciona la policía que investiga la presencia de espías en el grupo que trabaja en el descifrado de 'Enigma', se irá alejando de esa imagen y surgirá la de un estratega con la suficiente sangre fría como para seleccionar objetivos que deben ser salvador en detrimento de otros."La violencia,-afirma-, busca la satisfacción del que la ejerce, y la mejor forma de desmontarla es no mostrando sus efectos al agresor.

Morlen Tyldum, basándose en  el libro de  Andrew Hodges, "Alan Turing: The enigma', crea un personaje inquietante que ha derivado una gran frustración hacia un conocimiento profundo de las matemáticas y de las estrategias del encriptado de datos y su desciframiento, interpretado con una fuerza y un músculo extraordinario por un actor que se dibuja como una de las estrellas más rutilantes del cine actual. La publicación de un libro,'La imitación de un juego', en el que da su respuesta acerca de si es posible una inteligencia artificial, y sus capacidades demostradas en el ámbito universitario, le convierten en un candidato idóneo para descifrar un código del ejército alemán, al que llaman 'Enigma'. El juego se lleva a cabo con un juez y dos sujetos. El juez es un ser humano y también lo es uno de los sujetos; el otro es una inteligencia artificial. Como comprobó que no había una gran diferencia entre el ser humano y la máquina inventó un test, así que puso a ambos detrás de una puerta, y si el hombre es incapacidad de diferenciarlos, no hay razón para pensar que la inteligencia de las máquinas es diferente a la de los humanos. La comprobación de que el hombre comete errores, que repite de forma reiterada, incluso violentando las normas, le acercará a la solución del problema matemático que debe resolver.

Tiene una norma que sigue a rajatabla, y que se basa en la intuición: " A veces es precisamente la gente de la que nadie imagina nada la que hace cosas que nadie puede imaginar ". La cuestión reside en enlazar todas estas piezas del puzle para poder entender a  un personaje tan complejo como Alan Turing, que poco a poco va ocupando toda la pantalla y convirtiendo en anécdota todo  lo que lo rodea: su condición de homosexual le obligó, desde la adolescencia, a redactar mensajes cifrados a un compañero que se llamaba Christopher, que murió siendo muy joven, cuyo nombre puso a la máquina que ingenió para descifrar 'Enigma'. Terminada la guerra fue encausado, juzgado y sometido a una castración química, una alternativa a la cárcel, alejado de su fórmulas y sus primitivos 'ordenadores' que un hombre como él no podía aceptar, y que le produjo una depresión que acabó en el suicidio, cuando tan sólo tenía 41 años, sin poder sospechar la revolución que se iba a producir unos años después.

Entre 1885 y  1967 (hay que fijarse bien en las fechas, ya que es un hecho muy reciente) 49.000 homosexuales fueron condenados por indecencia según la Ley Británica; en 2013. La Reina Isabel II concedió a Turing un indulto real póstumo, cuando debiera, de acuerdo con la opinión de un estudiante universitario de El lector de Stephen Daldry, (2008), haber abdicado tras provocar con su proceder y el de sus políticos tanto sufrimiento; la excusa para esta medida de gracia fue restituir el honor al genio por sus logros precedentes. Los historiadores calculan que descifrar Enigma acortó la guerra en más de dos años, salvando más de 14 millones de vidas.  El trabajo de Turing inspiró años de investigaciones, sobre lo que los científicos llamamos 'Máquinas de Turing' y hoy llamamos ordenadores. Todos los héroes de la revolución tecnológica, incluido Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg, saben que las bases las sentó Alan Turing. (Making of)

El lenguaje que utiliza el doblaje es un muestra de que todavía no se ha alcanzado la añorada igualdad cuando, Joan Clarke  (Keyra Knightly) , su antigua novia y compañera,  acude a visitarlo: "Esta mañana, cunado iba en el tren, pasé por una ciudad que no hubiera existido de no haber sido por tí, compré un billete a un hombre que probablemente estaría muerto si no fuera por tí. Ha leído en el trabajo un nuevo campo de investigación científica que sólo existe gracias a tí. Quizás desees haber sido normal, te aseguro que yo no. El mundo es un lugar infinitamente mejor precisamente porque no lo has sido." ¿Qué es ser 'normal'? Los expertos en el lenguaje tienen la respuesta; sólo al final Turing entendió algo que había despreciado al principio: la importancia de la lengua y los lingüistas. Si hubiera sabido alemán quizás hubiera hallado la solución antes.




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