Exit Humanity. John Geddes.

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Ficha técnica:

Título original: Exit humanity.
País: Canadá.
Año: 2011.
Duración: 113 minutos.

Dirección: John Geddes
Guión: John Geddes.
Dirección de Fotografía: Brendan Uegama.
Música: Jeff Gravilles, Nate Kreiswirth y Bed Nudds.
Montaje: John Geddes.
Dirección artística: Jason David Brown,
Supervisor efectos especiales

Diseño de Vestuario: Alex Brown.

Productores: John Geddes,  Jesse Thomas Coock, Matt Wiele.
Diseño de producción: Jason David Brown.

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Intérpretes


Brian Cox: Voz de Malcolm joven,
Mark Gibson : Edward Young,
Dee Wallace : Eve,
Bill Moseley :General Williams,
Stephen McHattie : Medico Johnson,
Jordan Hayes : Emma,
Adam Seybold :  Isaac ,
Ari Millen : Wayne,
Jason David Brown : Roy,
Sarah Stunt : Joven Julia,
Christian Martyn : Joven Adam.
John Geddes : Cliff,
Más créditos en Imdb.

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Sinopsis:

En el oscuro periodo que siguió a la Guerra Civil americana, un inexplicable brote de muertos vivientes crece de manera descontrolada por todo el país. Uno de los supervivientes es Edward Youg, que cuando finalmente regresa a casa del campo de batalla, descubre que su mujer y su hijo han sido asesinados y desea enterrar dignamente las cenizas de su vástago, pero en el camino se encontrará con una  pléyade de zombies que dificultarán su tarea.

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Comentario:

El videoclub de ONO ofrece este film durante dos días con una condición: que el espectador que desee verlo se ponga en contacto con el servicio del cliente para comprobar, suponemos, que es mayor de edad, algo que ha enfadado a muchos adultos que no entienden que se les pongan estas inhabituales cortapisas al ejercicio de su libertad de elección. Ha sido difícil averiguar la causa de esta cortapisa y estamos pendientes de la solución para poder comunicarla.

John Geddes plantea la cuestión de la memoria histórica, el entierro de los muertos inocentes víctimas de las guerras civiles, en este caso de la de Secesión Norteamericana (1961-1865), con una mezcla inteligente de géneros (bélico y de terror) y de texturas, (combinación de lenguaje 'real' y animado'),eligiendo la metáfora del zombie, la clase desfavorecida del mundo de los no-muertos o muertos vivientes, los que de verdad dan su vida en defensa de los intereses de las clases privilegiadas, lo que los convierte en esos tontos útiles que sólo fenecen si se les dispara en la cabeza y se les destruye un cerebro que apenas les da para coordinar de forma torpe sus movimientos y dirigirse como un burro con orejeras a la víctima, una actitud que representan de la forma más inquietante Joh Carpenter en 'El príncipe de las tinieblas', e influenciado por él David Robert Mithell  en It Follows, (2014).

Vivimos en el siglo XXI y no podemos ponernos constantemente de perfil ante la nueva iconografía que ocupó el imaginario colectivo con el desarrollo del cine, una nueva forma de expresión de las alegrías, temores, goces y desgracias, así como de las pequeñas cosas que constituyen la vida cotidiana de los hombres, que es el cine, que llega de forma mucho más inmediata a grandes masas de la población que la lectura de cualquier forma de expresión escrita (novela, ensayo, poema...), razón por la que se convierte en un poderoso instrumento de manipulación, en torno al cual las opiniones de los 'expertos' no son, en ningún caso, inocentes y están preñadas de la ideología de quien construye el discurso, si aceptamos el principio de que el hombre es un ser político por excelencia (zoon politikón de Aristóteles), un integrante de la polis, a no ser que voluntariamente se excluya de su pertenencia a una comunidad. y de su integración en la ciuis.

A diferencia del zombie, un muerto viviente que se desplaza como poyo sin cabeza con las manos extendidas, (entendemos que a causa de una reducida visión), el vampiro es noble, tiene súbditos y criados que le sirven, vive en palacios de rancio abolengo, libres del escrúpulo aséptico de los burgueses, obsesionados por la limpieza. Las inmensas lámparas que cuelgan de los elevados techos de sus castillos, están colonizadas por las arañas que tejen sus cuantiosos y transparentes velos, que se extienden por los candelabros y cualquier objeto que ocupan sus habitaciones. Su forma de colonizar las mentes de sus súbditos es más lenta y sibilina: los infectan con eróticas, atractivas  y letales mordeduras, o les cortan las venas con sus largas uñas para extraer el líquido vital de sus venas; algunos mueren rápidamente, otros duran más, pero todos pasan a formar parte de su séquito de servidores e incrementan el poder de un solo hombres que se convierte en su maestro, su mesías o su salvador. El vampiro nace con la literatura romántica (Polidori crea uno de los primeros muertos vivientes aristocráticos, 'El Vampiro' (chupa-sangre no lo olvidemos). en la célebre reunión en la Villa Diodati, cerca de Ginebra, en el Lago Lemann, con Mary Shelley, su esposo Percy Shelley y Lord Bayron  Los zombies penetraron en la cultura de masas más tarde,  a través del cine o la televisión, y su primera aparición en las pantallas se produjo en 1932 cuando se dio " el salto de la cultura haitiana a la industria del entretenimiento. EE UU 'adoptó' a los zombis como nuevo componente para el cine de terror con la cinta White Zombie protagonizada por Bela Lugosi y Madge Bellamy. (...) y las películas sobre muertos vivientes empezaron a multiplicarse, muchas con la temática del vudú haitiano como fondo de la historia. Sin embargo, a mediados del siglo XX, la ciencia ficción empezó a desvirtuar el origen del fenómeno zombi hacia otros derroteros como los experimentos científicos, los virus, etc. Hasta llegar a lo que hoy entendemos como zombis. (1)

Como en cualquier film de cualquier género en el que se emplea cualquier clase de tropo, se nos permiten dos lecturas: una lineal, la que constituye la estructura superficial del texto cinematográfico, y otra más profunda, la que subyace a la historia, su background o tema en el que ésta descansa. Si situamos la película en el siglo XIX, los muertos vivientes adquieren un significado bien diferente al del zombi moderno, se remontan a mucho tiempo atrás a las película de Romero White  Zombie y entroncan con la tradición mucho más cruel de la esclavitud de los negros; la leyenda se origina en Tahiti donde los esclavos eran llevados a la fuerza para trabajar en las minas hasta la muerte, un hecho que recoge Lucio Fulci en películas como 'Miedo en la ciudad de los muertos vivientes'  (1980) o 'Nueva York bajo el terror de los zombis' (1979). Lo verdaderamente novedoso reside en situar la historia en el contexto en el que surgió la leyenda, precisamente tras un enfrentamiento civil en el que un bando lucho para liberar a los negros con el objetivo de sentar las bases de la revolución industrial que sustituyera una economía esclavista dominante por el actual sistema capitalista basado en el parlamentarismo que surgió de la revolución francesa. Las dificultades de un padre para dar una sepultura honorable a sus muertos se comprenden perfectamente en el contexto actual. Recordemos 'El maestro del agua' , dirigida por Russell Crowe en 2015. que levantó ampollas en otros países, como el nuestro, que tienen este problema por resolver.


(1) 20 minutos, 6 de Noviembre de 2015.